"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 26 de febrero de 2014

Au revoir bitcoin, mon chou-chou

(Dedicado a los atribulados austéricos fanáticos del Bitcoin)

Nadie me puede privar de la íntima sarisfaccción de que Bitcoin, ese oscuro objeto de deseo, se haya pegado un castañazo. Deseo con toda mi alma que los sopla pollas que creían que era el Maná del desierto, tuvieran muchos Bitcoines, comprados a precios desorbitados, y se hayan quedado sin nada. Se lo merecen por gilipollas, desinformados, y propagandistas de una mentira como un rascacielos.

Aparte de eso, que haya quebrado una de las empresas que intermediaban en esa basura, demuestra que Bitcoin no era, ni es, ni será dinero. Es un mercado especulativo, como lo es el oro o el diamante o los bonos del Tesoro, con el añadido de un mito que le han adosado todos esos seudo economistas apegados a Libertad Digital y al Juan de Mariana, que a saber a cuantos han llevado a la ruina por sus creencias en cuentos de hadas.

El dinero de cada momento de la historia es una consecuencia de una evolución azarosa. El oro lo fue, y ya no lo es. Afortunadamente, porque el oro originó crisis muy duras. Ahora el dinero es una cosa emitida por el banco central, y dentro de X décadas será otra cosa. Pero Bitcoin, NO.

Dinero es liquidez. Eso quiere decir que lo puedes usar para comprar a cualquier hora del día en cualquier sitio (menos en las máquinas de aparcamiento de Madrid). Basta con que los demás lo usen. No tienes que aprender claves y chorradas, ni tener un ordenador ni un puto smartphone para ir por la vida. Puede ir de putas sin tener que llevar nada, con las manos en los bolsillos. Es más, no creo que puedas ir sólo con Bitcoines. Te lo puede robar, o no pero no puede cambiar su poder adquisitivo en mucho tiempo, salvo que haya una hiperinflación. Lo puedes manejar mediante tarjeta, ¡como el puto camelo Bitcoin! Pero su valor no sube ni baja como una montaña rusa. Cuando sales por la mañana de casa sabes que al volver tendrás lo mismo menos lo que hayas gastado. Si tienes Bitcoines te puede dar un jamacuco si le da por perder el 30% en un día.
Los saltos de conejo de Bitcoin

Bueno, ahora supongo que tanto gilipollas que se haya pillado los dedos querrán recuperar sus estúpidas inversiones. ¿Y en qué querrán recuperarlo? ¿En otro invento infernal? Seguro que no, que quieren euros. Pues que se jodan, porque los euros han bajado subido mucho frente al Bitcoin (gracias a su simplicísima simpleza), peros además les han quitado una tajada, así que "au revoir les enfants, il faut recommancé!"... La vida es eso: comenzar de nuevo, como Sísifo, una y otra vez... Como a vosotros os gusta, capullos liquidadionistas, que hagan los demás!

Krugman:  

Choose Your Monetary Adventure, Mt. Gox Edition

Bitcoin was, of course, created in part to cater to libertarian dreams – to provide a way to store your wealth where governments can’t steal it through taxation or currency debasement.
And it’s true! Thanks to Bitcoin, you can instead have your wealth stolen by private hackers.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Deberias de informarte mas y sobre todo documentarte..."payaso".

Pablo Bastida dijo...

¿Como se llamaba aquel chico tan espabilado al que le había dado tan fuerte por el Bitcoin y que polemizaba tanto contigo hace unos pocos meses? Si hombre, el que citaba nada menos que al Niño Becerra. ¿Será este mismo "anónimo"?

www.MiguelNavascues.com dijo...

Probablemente sí. Lo digo por su estilo de tirar la piedra y esconder la mano.