"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 8 de marzo de 2014

La perversidad de la deflación

El problema en la muy baja inflación en que nos encontramos ahora, con el tipo de interés monetario en el cero%, es conseguir hacer creer a la gente que los precios van a subir.
Aunque el tipo de interés muy bajo haga creer a la gente que el dinero es "barato", en realidad el coste real del dinero no es el tipos de interés nominal, sino el real. El tipo de interés real es el nominal menos la inflación esperada. Por lo tanto, la rentabilidad de tener dinero no es cero, si la inflación esperada es negativa. Esto se aplica a los demás tipos de interés de la curva de rendimientos y a los restamos privados. 
 Si el Banco Central permite que sistemáticamente la tasa de inflación vaya por debajo de su objetivo declarado, la gente creerá que su política monetaria busca ese efecto, y no se creerá con firmeza cuando el Banco Central diga que va a impulsar los precios al alza para combatir la deflación. Cuanto más tiempo haya permitido el desvío, menos credibilidad obtendrá para lograrlo.
El BCE ha permito la desviación a la baja de precios que se ve en el gráfico:
Arriba, la tasa se inflación del IPC y del IPC sin alimentos ni energía. Abajo, el nivel de precios actual si el banco hubiera logrado un 2% de inflación anual (su objetivo) y el nivel de precios real.

(De este análisis de T Raffinot, vía SSumner)

Esa desviación hace cada vez más difícil recuperar un crecimento del PIB de pleno empleo (aparte de los problemas de dislocación bancaria en España), y agrava el problema de la deuda, pues esta está determinada nominalmente. Pero es que el BCE no se muestra preocupado por esta desviación. Desdeña las amenazas de deflación y lo que implican. Niega la palabra "deflación", la camufla bajo un discurso tranquilizador, y oculta el problema de la deuda, que aumenta con la deflación. Su política de "Forward Guidance" es una muy mala imitación de la de la FED y del Banco de Inglaterra, pues lo único que dice es que prevé un largo periodo de de baja inflación y bajos tipos de interés. En otras palabras, esa perspectiva le parece aceptable. 
Esto es lesivo doblemente para España, por el problema de la deuda (que ilustraba en http://www.miguelnavascues.com/2014/03/la-pesadilla-de-las-deudas.html)  y porque la desinflación/deflación va acompañada siempre por una caída de los precios de los activos, entre ellos los inmuebles. 





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