"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 8 de julio de 2014

El castillo de arena

"Levantinos: os pierde la estética" -decía Unamuno refiriéndose a los catalanes. Leyendo ahora el último artículo de Salvador Sostres, comprendo perfectamente a qué se refería. Dice Sostres:

"Los que ahora se sienten mal porque el mito de Pujol se les ha derrumbado, tendrían que haberlo pensado antes, cuando por odiar a Albert Boadella se creyeron más y mejores catalanes. Si hubieran conocido su teatro, ahora juzgarían a Pujol casi con ternura, del mismo modo que a Josep Pla le concederían de inmediato el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes y pedirían perdón de rodillas por haber insistido en la demencia de que fue un espía franquista. A Dalí le considerarían nuestro genio más descomunal, y hasta le entenderían. 

Boadella fue el primero en advertirlo: todo en Cataluña tiende al delirio y así la retrató en su trilogía de todos los tiempos. Ahora vemos, por ejemplo, que lo más excelso de las andorranas cuentas de la familia Pujol no es la suma de dinero ni su procedencia, sino que Pujol se comprometió a sofocar el independentismo a cambio de que España le dejara hacer en su dominio, y que por lo tanto, a quien Pujol «debe» el evadido montante es a los cientos de miles de independentistas a los que utilizó y engañó haciéndoles creer soldados cuando en realidad lo tenía todo atado y bien atado. Era un pacto tácito, pero sagrado. Cuando Pujol prescindió de Miquel Roca, que es el personaje público que mejor que nadie encarna en España el concepto de la deslealtad, Roca acudió, despechado, al entonces ministro Solchaga para contarle las comisiones y los negocios del hijo mayor del president. La parte delirante es que Roca había sido la pareja recaudatoria de Pujol hijo desde que CiU llegó a la Generalitat, y que por eso pudo darle a Solchaga tantos detalles. La parte política es que el Gobierno no hizo absolutamente nada contra Pujol, y continuó funcionando perfectamente bien su pacto. El auténtico drama de Cataluña no es que las cuentas de Pujol estén en Andorra, sino que Boadella está en Madrid y ya nadie nos explica nada."

La estética era un eufemismo de Unamuno para decir que Cataluña vive en un delirio, y es incapaz de valorar a sus grandes hombres porque ese delirio se lo impide. Es un delirio inextinguible, un fuego abrasador que no les deja sosegarse. Algo les lleva a fagocitar a sus mejores hijos, en un torbellino sentimental que no tiene nada que ver con la política, ni la economía, y la geografía. Todo eso no son más que argumentos Ad hoc para seguir quemándose en el fuego de su pasión, su estética diabólica que acabará con esa sospechosa región de España. La distancia que hay entre una región honorable y el sueño de una gran nación, es la medida de eso que Unamuno llaman a la estética, algo que detestaba como decadente, aunque en realidad se refería al esteticismo, a centrar todo en lo estético y por lo tanto superficial, como mandaban entonces en las artes y las letras el modernismo. Cataluña se indentifica con el modernismo, y el modernismo de Cataluña vino a parar a los pies del nacionalismo naciente. Este, a su vez, venía de un amargo fracaso del Carlismo de las mejores familias, que necesitaban un nuevo impulso vital, un nuevo motivo religioso y telúrico. 
¿Por qué Boadella está exiliado de Cataluña? Por la misma razón que Pla, el mejor escritor de Cataluña, es silenciado en su tierra y es alzado a los altares por España. 
Boadella exiliado divulga lo mejor de su tierra, la meditarreneidad tan honda y personalmente sentida. La prosa pura y sencilla de Pla, sin alardes ni colorines, tan enrraigada en su tierra, tan material y a la vez etérea, no tiene nada que ver con el esteticismo de la Sagrada Familia. 
El esteticismo catalán es notorio en la obra de Gaudí -en mi opinión, claro. Los catalanes pretenden elevar ese pastiche a la categoría de eternidad, pero no hay con qué enfrentarlo, si no es con su singularidad que no invita a nada. Imagínese esa obra pero 100 veces más pequeña: sería un castillo de arena. 
Tan enfrascados están en sus estética, que no ven que la riqueza de Cataluña proviene del arancel protector que les dio Cánovas, y estableció para más de cien años las relaciones tramposas entre la región y España. Ahora ya no hay arancel, es ilegal. Ergo, hay que reconvertirse. Pero los sueño estéticos no dejan ver la realidad. 

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