Rompiendo alegremente el mobiliario

Las primeras medidas de Syriza son rompedoras, quién lo puede negar. Han frotado la lámpara de los sueños, y el genio se ha puesto a su servicio para cumplir todo lo que manden. Ilusionarán a sus bases electorales, a las que desde luego no se les ha privado de gestos. Estos gestos no son sin consecuencias.

Son un desafío, un torpedo al programa de rescate todavía vigente, para cumplir el cual Grecia necesita captar 16 mm €, lo que da munición a la Troika, que debe estar tomando nota asombrada de la cantidad de rupturas que Grecia esta haciendo a lo pactado. De El Mundo saco este resumen, que no varía mucho del de otros medios.

Su plan de Gobierno en las próximas semanas se basará en paliar los efectos de la «crisis humanitaria» en Grecia, crear empleo, renegociar la deuda griega con los socios en una negociación que «beneficie a todos» y acabar con la corrupción y la evasión fiscal. Sus ministros parecen haber tomado sus instrucciones al pie de la letra. La lista de reformas hecha pública ayer es larga. A la ya anunciada restitución del salario mínimo a los 751 euros –ese límite es ahora es de 586 euros– se le suma ahora el fin de medidas como el copago sanitario de cinco euros, introducido el año pasado.
Una de las novedades más polémicas se da en el apartado de las privatizaciones. Syriza ya había anunciado antes de las elecciones su oposición a la mayoría de ellas y su intención de revisar las ya efectuadas. Dicho y hecho. El ministro de Reforma Productiva, Medio Ambiente y Energía, Panayiotis Lazafanis, cabeza visible del ala más izquierdista de Syriza, que no descarta la vuelta al dracma, anunció ayer la «inmediata» paralización de la venta de DEI, la empresa pública de producción de electricidad del país.

El 51% de la compañía, dominadora casi absoluta del mercado eléctrico minorista, pertenece actualmente al Estado. El plan del Gobierno anterior era vender el 30% de sus acciones. La operación estaba prevista en los presupuestos de 2015. Lazafanis restó importancia a su cancelación: «Habrá una nueva DEI que ayude considerablemente a la restauración de las actividades productivas del país», destacó.

También será paralizada la privatización del Puerto del Pireo. Supone un contratiempo para la firma china Cosco. Ya administraba dos de los muelles y era una de las empresas que optaba a comprar acciones. Ese acuerdo podría ser revisado: «No creo que lo vayan a hacer. Sería un gran riesgo. Ya hemos acordado muchas inversiones con China y no podemos prescindir de ellas», reclama a EL MUNDO Yorgos Tzogopoulos, analista del think tank Eliamep.

Serán introducidos cambios significativos en el sistema de subsidios. Los pensionistas volverán a cobrar la decimotercera paga. Se eliminará, asimismo, el proceso de evaluación y despido de funcionarios y el Gobierno devolverá su puesto de trabajo a aquéllos que hayan sido destituidos de manera «inconstitucional». Unos 10.000 empleados públicos han perdido su trabajo en los últimos años.

En cuestiones sociales, Syriza parece haber convencido a sus socios nacionalistas de Gobierno para garantizar la ciudadanía a la segunda generación de inmigrantes.

Un horizonte ilusionante para unos, y una pesadilla para otros. Entre estos "otros" no me refiero sólo a las ricos plutocratas (esos ha hace tiempo que sacaron su patrimonio de Grecia) sino a la clase media que aún queda, que está buscando como loca escapara de la pesadilla que se avecina: son los que están transfiriendo depósitos cada vez más aceleradamente, sobre roto ante el rumor de el gobierno los nol quera, es decir, hará un corralito.
Este rumor no es ninguna tontería, no sólo porque ser el gobierno como es, sino que la Troika ya aplicó ese método en el rescate de Chipre, con la teoría del "Bail-in": que reforma que todos los acredores sean los primeros en pagar la quiebra bancaria, incluidos los depositantes no asegurados. Por lo tanto, haya al final un acuerdo o no, la gente hace bien en temer por sus escasos ahorros. Más, cuando no se sabe de donde va a salir el dinero de la garantía de depósitos...

En todo caso, los bonos y la bolsa siguen cayendo, y contagiando otros países (Bloomberg):

The selloff drove Greek three-year yields above the level they reached before European leaders set up a financial backstop for the euro area in May 2010. Italian and Spanish bonds also fell as investors grew skeptical the European Central Bank’s quantitative-easing plan would be able to insulate the rest of the region’s debt markets from Greece’s turmoil.

"It doesn’t look as if Athens and Brussels are close to an agreement and this is of course weighing on Greek bonds," said Felix Herrmann, an analyst at DZ Bank AG in Frankfurt. "At the moment we have the negative spillover effects from Greece outweighing the positive effects for the periphery from QE."

Greek 10-year yields rose 65 basis points, or 0.65 percentage point, to 10.99 percent at 10:20 a.m. London time. They touched 11.04 percent, the highest since Sept. 23, 2013. The 2 percent bond due in February 2025 fell 2.72, or 27.20 euros per 1,000-euro ($1,130) face amount, to 55.19.

Greek three-year yields rose 203 basis points to 18.76 percent and touched 18.88 percent, the highest since the nation underwent the biggest-ever restructuring in 2012. It peaked above 100 percent before the debt was reorganized.

The three-year yield is up from 10.08 percent on Jan. 23, before the nation held general elections that put a coalition led by the anti-austerity Syriza party.

¿Se puede volver a meter al genio en la botella? Me parece muy difícil, porque la estrategia es totalmente errónea. Si la intención de Syrizas era negociar en mejores condiciones, ese noe es el camino. Es como si hubieran celebrado la victoria disparando al aire y quedarse sin pólvora para lo importante. A lo mejor es que querían quemar sus naves, conducir a la Troika a un callejón sin salida que les obligue a expulsar a Grecia del euro. Es la única explicación razonable. O que realmente están locos.

NOTA/ seguimos sin una explicación de las Demócratas Superiores sobre la alianza de Tsipras con la extrema derecha.