Tobias Buck, del FT (corresponsal en Madrid), apoya la actitud del gobierno contra las pretensiones de Stipras de recortar la deuda griega.
Dice que es lógico que un país que "se ha esforzado" y ha hecho los deberes", de lo que ahora recoge los frutos (¿?), no quiera no oír hablar de dar facilidades a un país que "no ha cumplido".
Esto es rotundamente falso. Primero, Grecia sí ha cumplido, ha logrado un superávit primario del 4,5% del PIB, y y es precisamente ese esfuerzo de ahorro lo que ha hundido su economía. Grecia es al paradigma del fracaso de la política Merkeliana, del Ordoliberalism germano.
En cambio, España no ha cumplido: sigue sin tener superávit primario, y su deuda ha subido al 142% de PIB. Probablemente, el débil repunte de la economía y la bajada del paro no se hubieran visto si no es por eso: porque España no ha cumplido. Simplemente en la UE han hecho la vista gorda.
Lo que ha hecho el gobierno es subir los impuestos, lo que ha sido un desastre, pero no ha tocado ni un sólo renglón del despilfarro público. Al revés, lo ha alimentando dando dinero gratis a las CCAA, más cuanto más díscolas son. El gasto que ha recortado ha sido la inversión y el gasto social. Pero hay una acuerdo secreto entre Rajoy y Merkel: "no me asfixies, déjame ganar las elecciones, y luego, a principios de 2016, renovado el mandato, estaré en condiciones de sujetar el déficit". Todo esto con el apoyo de la banca y las grandes empresas, a las que no interesa nada que la deuda pública vuelva a entrar en crisis. Lo que pase en el submundo de las PYMES y los hogares, no les preocupa.
El problema de esta estrategia es que el crecimiento - que es lo que vende el gobierno- es débil, y no se puede dar por hecho que vaya a acelerarse. Pero espera que Podemos haga mella en el PSOE, y él coseche, por la ley de D' Hont, una mayoría suficiente. El riesgo de ingobernabilidad de España con un parlamente patas arriba, con un PSOE -y la socialdemocracia- mermado, y una oposición antidemocrata, se la trae al pairo.
De Podemos, por otra parte, espera que el fracaso de Syriza le cambie el viento de cola a huracán de cara.
Una estrategia a ua sola carta, y arriesgada porque sigue apostando por el poder merkeliano, dejando de lado la lógica económica -conculcada desde la creación del euro. Una estrategia que se puede ir al garete si Varoufakis se sale con la suya y consigue alguna cesión de sus acreedores. Una estrategia que en el frente interno se le puede volver en contra -como le ha pasado a Samaras en Grecia- si Podemos no sólo se come al PSOE, sino al PP también.
El objetivo de los países endeudados debería ser pedir una acuerdo global entre acreedores y deudores en el marco del euro, usando a Grecia como la evidencia de un fracaso histórico.
Sin embargo, en vez de unirse y pedir la suspensión del austerismo y priorizar sobre todo el crecimento, sin ambages, Irlanda, España, Portugal, se han alineado de primeras e incondicionalmente con Merkel & acreedores. Esto puede que refuerze el euro a corto plazo, pero deja sin tocar el problema de la economía política de la UE, hoy el día un monopolio de Alemania. Dicha política está dinamitando la democracia europea. En otras palabras, deberían condicionar el apoyo a Merkel en la batalla abierta por Grecia. A Alemania le interesa el euro, y a nadie le interesa que estalle sin control.
El brote de Grecia ha sido el principio del fin de la política austerista. Así lo dice Fisher, el ex ministro de exteriores alemán, citado en un artículo de Ambrose Evans-Pritchard. Cualquier solución a Grecia debe ser acompañada de una declaración creíble de cambio de rumbo.
Dice que es lógico que un país que "se ha esforzado" y ha hecho los deberes", de lo que ahora recoge los frutos (¿?), no quiera no oír hablar de dar facilidades a un país que "no ha cumplido".
Esto es rotundamente falso. Primero, Grecia sí ha cumplido, ha logrado un superávit primario del 4,5% del PIB, y y es precisamente ese esfuerzo de ahorro lo que ha hundido su economía. Grecia es al paradigma del fracaso de la política Merkeliana, del Ordoliberalism germano.
En cambio, España no ha cumplido: sigue sin tener superávit primario, y su deuda ha subido al 142% de PIB. Probablemente, el débil repunte de la economía y la bajada del paro no se hubieran visto si no es por eso: porque España no ha cumplido. Simplemente en la UE han hecho la vista gorda.
Lo que ha hecho el gobierno es subir los impuestos, lo que ha sido un desastre, pero no ha tocado ni un sólo renglón del despilfarro público. Al revés, lo ha alimentando dando dinero gratis a las CCAA, más cuanto más díscolas son. El gasto que ha recortado ha sido la inversión y el gasto social. Pero hay una acuerdo secreto entre Rajoy y Merkel: "no me asfixies, déjame ganar las elecciones, y luego, a principios de 2016, renovado el mandato, estaré en condiciones de sujetar el déficit". Todo esto con el apoyo de la banca y las grandes empresas, a las que no interesa nada que la deuda pública vuelva a entrar en crisis. Lo que pase en el submundo de las PYMES y los hogares, no les preocupa.
El problema de esta estrategia es que el crecimiento - que es lo que vende el gobierno- es débil, y no se puede dar por hecho que vaya a acelerarse. Pero espera que Podemos haga mella en el PSOE, y él coseche, por la ley de D' Hont, una mayoría suficiente. El riesgo de ingobernabilidad de España con un parlamente patas arriba, con un PSOE -y la socialdemocracia- mermado, y una oposición antidemocrata, se la trae al pairo.
De Podemos, por otra parte, espera que el fracaso de Syriza le cambie el viento de cola a huracán de cara.
Una estrategia a ua sola carta, y arriesgada porque sigue apostando por el poder merkeliano, dejando de lado la lógica económica -conculcada desde la creación del euro. Una estrategia que se puede ir al garete si Varoufakis se sale con la suya y consigue alguna cesión de sus acreedores. Una estrategia que en el frente interno se le puede volver en contra -como le ha pasado a Samaras en Grecia- si Podemos no sólo se come al PSOE, sino al PP también.
El objetivo de los países endeudados debería ser pedir una acuerdo global entre acreedores y deudores en el marco del euro, usando a Grecia como la evidencia de un fracaso histórico.
Sin embargo, en vez de unirse y pedir la suspensión del austerismo y priorizar sobre todo el crecimento, sin ambages, Irlanda, España, Portugal, se han alineado de primeras e incondicionalmente con Merkel & acreedores. Esto puede que refuerze el euro a corto plazo, pero deja sin tocar el problema de la economía política de la UE, hoy el día un monopolio de Alemania. Dicha política está dinamitando la democracia europea. En otras palabras, deberían condicionar el apoyo a Merkel en la batalla abierta por Grecia. A Alemania le interesa el euro, y a nadie le interesa que estalle sin control.
El brote de Grecia ha sido el principio del fin de la política austerista. Así lo dice Fisher, el ex ministro de exteriores alemán, citado en un artículo de Ambrose Evans-Pritchard. Cualquier solución a Grecia debe ser acompañada de una declaración creíble de cambio de rumbo.
2 comentarios:
Magnífica síntesis, enhorabuena. Llama la atención que Rajoy se ponga del lado de Berlín y contra los que comparten nuestros propios intereses. ¿Que le habrán prometido? ¿El puesto de Juncker (25000 €/mes), quizá?
Jauja, npmcreo. Ni eso. No pertenece a la Elite más exigente.
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