Estoy teniendo un debate apasionante en Twitter con Miguel Otero, del instituto Juan Sebastián Elcano. Es defensor del euro, por lo tanto encuadrado en la amnesia general de España que describo en el post anterior. Por resumir: España es el único país en el que la mayoría no ha relación de la crisis con el euro.
Su argumento básico es que cuando el pueblo y las elites conciden en defender el euro, por algo será, pues el puebo y las elites no pueden, al parecer confundirse.
Un argumento muy científico, como entenderán uds.
Dejemos al pueblo de lado, porque es una víctima: una víctima precisamente de estas élites confundidas (que dios las confunda aún más), que han parido este engendro.
Las élites españolas y europeas nos metieron en esto por unas razones políticas confusas, que conculcan la lógica económica. Miguel Otweo pretende defender eso euro con esas razones políticas. Le diré que esas razones no interesan a España, pues es una historiar de guerras entre Alemania y Francia. Débil argumento, al menos para defender la pertenencia de España al engendro.
La lógica y la historia, diría yo. Porque la lógica es corroborada por la historia de que toda unión monetaria, sin unidad nacional previa, ha fracasado.
Ejemplo, la Unión Monetaria Latina. dicha unión se creo en 1865. la componían Francia, Italia, Bélgica y Suiza. Fracasó, como se puede ver en mi libro (& al) "Uniones históricas y áreas monetarias óptimas", que es un libro de lecturas de autores clásicos sobre el tema. Como se puede ver en la web, escribí otros libros con el mismo autor, así que sobre el tema estoy bastante bien documentado.
Ya entonces, antes de que se creara el euro, estaba convencido que iba a fracasar. O bien no iba a sostenerse, o acabaría con la economía europea, y no creo haberme equivocado. Sigo diciendo que ojalá me equivoque.
De todas formas, no hace falta leer mis libros: basta ver un par de gráficos bien seleccionados para ver que el euro ha creado una euforia inicial, unos flujos de capital del norte a sur, luego revertidos cuando la crisis dejó al descubierto la mentira que había debajo. Por ejemplo, los que he publicado en el post anterior.
Resultado: Alemania es el país más acreedor del mundo, con unos activos exteriores del 100%, y los países del sur somos de los más endeudados. Esto el lógica económica, además de hechos. Pero Miguel Otero, bienintencionado, pertenece a esa elite -perpetuamente renovada como una réplica de la precedente- que nunca va a reconocer que está en un error. Un error que el pueblo está, desgraciadamente, a punto de de corregir votando a Podemos. Me reservo al opinión sobre las causas de ese empecinamiento español. A diferencia de otros países.
Como dice Stuart, "Ya he visto el debate en Twitter. Algún intercambio he tenido con él pero es inútil. Lo del Euro en España es un dogma de fe. Tenemos unas "elites" bastante convencionales incapaces de cuestionar el sacrosanto proyecto europeo. Lo malo es que sus errores los ha pagado el "pueblo", pero ellos no. Somos los que estamos en el sector privado los que más hemos sufrido. En cambio esta gente del mundo académico y la política lo ven desde la distancia. Notan que ya no les llega tanto dinero para sus proyectos como antes pero en su bolsillo no lo notan. Por eso son incapaces de reconocer el daño causado y de rectificar. Serán barridos por el viento de la historia.
Su argumento básico es que cuando el pueblo y las elites conciden en defender el euro, por algo será, pues el puebo y las elites no pueden, al parecer confundirse.
Un argumento muy científico, como entenderán uds.
Dejemos al pueblo de lado, porque es una víctima: una víctima precisamente de estas élites confundidas (que dios las confunda aún más), que han parido este engendro.
Las élites españolas y europeas nos metieron en esto por unas razones políticas confusas, que conculcan la lógica económica. Miguel Otweo pretende defender eso euro con esas razones políticas. Le diré que esas razones no interesan a España, pues es una historiar de guerras entre Alemania y Francia. Débil argumento, al menos para defender la pertenencia de España al engendro.
La lógica y la historia, diría yo. Porque la lógica es corroborada por la historia de que toda unión monetaria, sin unidad nacional previa, ha fracasado.
Ejemplo, la Unión Monetaria Latina. dicha unión se creo en 1865. la componían Francia, Italia, Bélgica y Suiza. Fracasó, como se puede ver en mi libro (& al) "Uniones históricas y áreas monetarias óptimas", que es un libro de lecturas de autores clásicos sobre el tema. Como se puede ver en la web, escribí otros libros con el mismo autor, así que sobre el tema estoy bastante bien documentado.
Ya entonces, antes de que se creara el euro, estaba convencido que iba a fracasar. O bien no iba a sostenerse, o acabaría con la economía europea, y no creo haberme equivocado. Sigo diciendo que ojalá me equivoque.
De todas formas, no hace falta leer mis libros: basta ver un par de gráficos bien seleccionados para ver que el euro ha creado una euforia inicial, unos flujos de capital del norte a sur, luego revertidos cuando la crisis dejó al descubierto la mentira que había debajo. Por ejemplo, los que he publicado en el post anterior.
Resultado: Alemania es el país más acreedor del mundo, con unos activos exteriores del 100%, y los países del sur somos de los más endeudados. Esto el lógica económica, además de hechos. Pero Miguel Otero, bienintencionado, pertenece a esa elite -perpetuamente renovada como una réplica de la precedente- que nunca va a reconocer que está en un error. Un error que el pueblo está, desgraciadamente, a punto de de corregir votando a Podemos. Me reservo al opinión sobre las causas de ese empecinamiento español. A diferencia de otros países.
Como dice Stuart, "Ya he visto el debate en Twitter. Algún intercambio he tenido con él pero es inútil. Lo del Euro en España es un dogma de fe. Tenemos unas "elites" bastante convencionales incapaces de cuestionar el sacrosanto proyecto europeo. Lo malo es que sus errores los ha pagado el "pueblo", pero ellos no. Somos los que estamos en el sector privado los que más hemos sufrido. En cambio esta gente del mundo académico y la política lo ven desde la distancia. Notan que ya no les llega tanto dinero para sus proyectos como antes pero en su bolsillo no lo notan. Por eso son incapaces de reconocer el daño causado y de rectificar. Serán barridos por el viento de la historia.
