"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 28 de marzo de 2015

Notas sobre Keynes

Keynes puso patas abajo, literalmente, la teoría del tipo de interés de los clásicos.

Los clásicos, como relata Keynes en el capítulo 14 de su "General Theory", decían que el tipo de interés era la recompensar de no consumir en el presente, ahorrando para consumir en el futuro, y, similarmente, la recompensa por invertir en capital productivo, sólo rentable en el futuro. En equilibrio, ambas recompensas deberían ser la misma: es decir, el ahorrador iría al mercado de de fondos prestables, y el inversor ídem, con una idea precisa de los que desean de recompensa por "aguardar" un tiempo, T. Pata cada vencimiento de T, habría un tipo de interés interesante para ambos lados, los ahorradores y los inversores, y ese tipo de interés se llamó en tipos de interés "natural".
 
"Natural" quiere decir en el lenguaje de los clásicos, óptimo, en el sentido de que los bancos, mediante el préstamo más allá de los depositos que detentan, pueden añadir un plus al ahorro, lo que haría bajar el tipo de interés por debajo de su nivel "natural": "desnaturalizarlo". Eso haría llevar la inversión más allá de su nivel de equilibrio, engañados los inversores por una rentabilidad ficticia, que originará tarde o temprano quiebras y la necesidad de desinvertir.
 
Keynes critica esta teoría por inconsistente. Sólo es válida, dice Keynes, para cada nivel de renta. Porque el ahorro y la inversión no son independientes del nivel de renta. Si la inversión cae, digamos, por un empeoramiento de las espectativas de ganancias sobre el capital, la renta caerá, y el ahorro, consecuentemente, también. En pura lógica no se sabe qué haría el tipo de interés.
 
Esta especie de círculo sin salida, dice Keynes, sólo puede resolverse introduciendo el dinero como factor determinante del tipo de interés. Porque el tipo d entere no es la recompensa por el sacrifico de la espera; cuando un individuo decide cuanto consumir de su renta y cuanto ahorrar, a continuación tiene que
 

But this decision having been made, there is a further decision which awaits him, namely, in what form he will hold the command over future consumption which he has reserved, whether out of his current income or from previous savings.

Does he want to hold it in the form of immediate, liquid command (i.e. in money or its equivalent)? Or is he prepared to part with immediate command for a specified or indefinite period, leaving it to future market conditions to determine on what terms he can, if necessary, convert deferred command over specific goods into immediate command over goods in general? In other words, what is the degree of his liquidity- preference – where an individual’s liquidity- preference is given by a schedule of the amounts of his resources, valued in terms of money or wage- units, which he will wish to retain in the form of money in different sets of circumstances? ( CW VII, p. 166, italics in original)

... The rate of interest is not the ‘price’ which brings into equilibrium the demand for resources to invest with the readiness to abstain from present consumption. It is the ‘price’ which equilibrates the desire to hold wealth in the form of cash with the available quantity of cash; ( CW VII, p. 167)

Por lo tanto, no es la decisión de ahorrar (variable flujo) más o menos lo que determina el tipo de interés, sino la decisión de qué parte de la riqueza (variable fondo) se desea disponible en líquidez y no en activos de riesgo rentables.
 
Por otra parte, a diferencia de los clásicos, Keynes creía que la demanda de inversión no era estable, pues las expectativas de ganancias eran volátiles.
 
Nótese que es una teoría monetaria perfectamente encajable en el monetarismo, pero Friedman minusvaloró la teoría del dinero como activo (como poco relevante), y prefirió pensar que salvo en ocasiones criticas, la demanda de dinero era estable y dependiente de nivel de renta. Curioso, porque luego no tiene mas remedio que aceptarla cuando dice que las crisis son crisis monetarias que hay que solucionar con un aumento de la oferta de dinero. Eso sí, a diferencia de Keynes, esta oferta sería suficiente para disuadir a la gente de atesorar y llevarla a adquirir a activos rentables.
 
Según Friedman, una vez reintroducido en el circuito el dinero atesorado, la flexibilidad de los mercados devolverían rápidamente el nivel de renta oprimo de pleno empleo. No creía en la persistencia de la trampa de la líquidez, quizás porque no dio un papel en su modelo al peso de las deudas acumuladas, que ciertamente impulsan al alza la demanda de líquidez.
 
En cambio, en el modelo de Keynes de la preferencia de la liquidez como determinante del tipo de interés, y a su vez, función del estado patrimonial del sujeto, las deudas acumuladas juegan un papel decisivo.
 
Solo en un modelo monetario keynesiano cabe el análisis del desastre europeo tras la crisis.

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