¿Cuáles son las principales fuerzas que han desestabilizado los mercados financieros en agosto? ¿Ha pasado ya totalmente el peligro de mayores caídas de los mercados? cuales han sido los efectos en las expectativas de crecimiento?
Todas estas preguntas tienen una respuesta asequible, gracias al estudio que hace Gavyn Davies sobre cómo interpretar las distintas señales de la relación los mercados, sobre un modelo econométrico de unos colegas. Como siempre es un enigma los parámetros que le han endilgado al modelo, que muy pueden ser Ad hoc para que salga el resultado apetecido, pero en fin.
Empezando por el final: según el modelo Davies, primero, el shock más importante ha sido monetario, o más exactamente de un brusco temor a un endurecimiento de las condiciones monetarias. Segundo, la caída bursátil se ha interrumpido -gracias a las señales de la FED de que va a aplazar la subida de tipos -. Tercero, el impacto en el crecimento mundial es importante.
En el cuadro de Gavyn Davies, vemos lo que define un shock monetario negativo en las expectativas, es decir, la columna 1 de su cuadro de caracterización de shocks.
Cada color indica la contribución de cada elemento analizado en la caída del S&P 500, que es la línea negra. A la izquierda, el análisis empieza en enero del 2014, a la derecha, se concentra en la segunda mitad de 2015.
Como ven, durante 2014-15, las bolsas han estado sometidas a factores positivos (oferta, riesgo) negativos (demanda, monetario) que se compensan entre sí. Si nos centramos en el segundo gráfico, el factor decisivo ha sido el miedo a un shock monetario. No hay rastro de inflación o demanda negativa. Aparece sí, un aumento de la prima de riesgo, pero insignificante en relación al shock monetario.
No me parece mal el análisis de Davies, pero prefiero el mío. La diferencia es que el mío capta un aumento importante de la aversión al riesgo, y de enfriamiento de la demanda, que refuerza los signos evidentes de una aversión a un shock monetario.
La línea roja es el "breakeven inflation rate", una medida de las expectativas de inflación. Su señalada caída es un indicio de previsión de enfriamiento de la economía. Cuando esto coincide con un aplanamiento de la curva de rendimientos (línea azul), se refuerza el mensaje de debilitamiento de la economía. Sin embargo, la menor inflación eleva el tipo real de interés. Si, además, la prima de riesgo del crédito privado (líneas verde), se dispara, tenemos un panorama muy coherente de mayor aversión al riesgo, refugio en el bono público, expectativas de inflación bajistas.
Y ahora el pronóstico. Las señales se han estabilizado, pero no se ha corregido todavía, por lo que puede verse un último trimestre de 2015 bastante contractivo, contracción que ya ha empezado en Brasil y otros países emergentes. Es probable que la caída la demanda mundial se incline mas aún a la baja.
Si la FED mantiene tipos, las bolsas se estabilizarían, pero si los sube, las reacciones podrían ser muy virulentas. Eso sí, no estamos en un nuevo 2008, sino en un posible 1998, como dice Cullen Roche Comparando las dos crisis: los desequilibrios financieros son menores ahora que en 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario