"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 29 de septiembre de 2015

Reformar la Constitución. Los submarinos de Albert Rivera

Nota urgente (20,15h): me acabo de enterar de que Elisa Nuez y Rodrigo Tena son dos consejeros, o sabios, de C's, y que Albert Rivera les acaba de desautorizar. ¡Vaya coordinación!
 
Nota: ahora que lo pienso, el "gran" economista Luis Garicano, estrella de C's, era partidario de algo así. ALbert, ¿qué estás (que te están) vendiendo de verdad?
 
Desautorización de Albert Rivera:
 

El líder naranja, que a comparecido en un Centro Cívico de Nou Barris (Barcelona) junto a Inés Arrimadas y al secretario general del partido, Matías Alonso, tras la primera Ejecutiva después de las elecciones catalanas, ha asegurado que en ese terreno su postura es previsible: "Siempre hemos defendido que el artículo uno de la Constitución siga vigente, es intocable en nuestra Constitución, y por cierto, también en Alemania, en Francia o en EEUU. No sé qué dicen en los artículos algunas de las personas que han colaborado en la parte de la corrupción o jurídica de nuestro proyecto, pero vamos a defender lo que hemos defendido siempre, somos muy previsibles: la soberanía reside en los ciudadanos, no en los territorios, no hay soberanía partida o territorial, sino que la soberanía siguen siendo los ciudadanos españoles".

Rivera, sin citar por su nombre a De La Nuez y Tena "estos señores" ha asegurado que coincide con ellos en la necesidad de reformas en la Administración y en al Justicia. "A finales de octubre presentaremos ese documento base, recuerdo que algunas de nuestras propuestas ya sean reforma de leyes orgánicas o de la Constitución, y es una obviedad lo que voy a decir, necesitan de mucho diálogo".

Lo malo del ensueño catalán es que hay muchos, no sólo catalanes, que piensan que la culpa la tenemos los demás. Hay que cambiar la Constitución de 1978 para acomodar esos sueños "de una vez". Defensor más veces más conspicuo de esta tesis, PSOE. Casi se diría que el PSOE se ha quedado huerfano de otras propuestas electorales. Debe ser que es en lo único que coinciden.
 
En el Mundo, hoy, pueden leer un artículo de Elisa de la Nuez (& al) que va en esa dirección. Lo que pasa es que Elisa de la Nuez es una jurista de alto nivel, y siempre hay que leerla.

Yo, sin embargo, diré que soy escéptico que una reforma de la Constitución en ese sentido sirva para integrar en el estado unos partidos que ya se han tomado, ilegalmente, libertades que no están en la Constitución, y que además han dicho estar enormemente insatisfechos todavía con lo que tienen, de ley o de facto. El gobiernos español les ha permitido infligir daños irreparables a la Constitución actual. Una propuesta de cambio racional de un observador neutral sería que hay que cambiar la Constitución en el sentido contrario, para reforzar la fuerza del gobierno en la aplicación de la ley. Sobre todo, cuando la misma Elisa de la Nuez reconoce, como es de rigor, que el votante catalán y español ha demostrado un desapego creciente a la realidad y una búsqueda por el voto de utopías impracticables y ciertamente incompatibles con una democracia estable.
 
El resultado de las elecciones catalanas es un ejemplo más -aunque especialmente agudo- del fantasma político que recorre Occidente con efectos potencialmente devastadores: la desconexión entre la realidad a la que se enfrenta todo ser humano mayor de edad y nuestros deseos infantiles de soluciones mágicas e inmediatas. Los europeos nos enfrentamos con la crisis del Estado del bienestar, el aumento de la desigualdad, el paro, la frustración de la partitocracia, etc. Pero en vez de reaccionar como personas mayores, utilizando la razón para identificar los problemas y buscar las soluciones siguiendo los cauces previstos en nuestras democracias -algo siempre complejo, pesado, monótono y en general poco gratificante- preferimos con frecuencia el placentero chute del autoengaño olvidando que el bajón o la resaca vendrán siempre después.
Estoy de acuerdo con esta valoración, que ayer llamé "La estulticia nacional", y que, como dice Elisa, es un mal europeo. Pero por eso mismo, ¿podemos confiar en que este batiburrillo de alienados formen parte del grupo que reforme la constitución? Al respecto, dicen los autores:
 
La reforma del Estado es imprescindible después de 38 años de democracia y no está motivada sólo ni principalmente por el problema catalán. Ahora bien, tenemos que aprovecharla también para resolver (o conllevar un poquito mejor) la integración de Cataluña. El inconveniente es que el resultado de este domingo, más que facilitarlo, complica enormemente el panorama. Una parte muy importante de nuestro país se ha «autoexcluido» de la colaboración en este proyecto común de regeneración y reforma, que por definición debe de partir del respeto al Estado de Derecho. Estando juntos por el sí a romper con la legalidad, es complicado que continúen juntos para reformarla. Máxime cuando para gobernar van a necesitar el apoyo de un partido antisistema que defiende la vía de hecho y la desobediencia a las leyes así como la salida inmediata de Cataluña no sólo de España, sino de la UE y de la OTAN. ¿Cómo es posible una negociación o un consenso cuando los diagnósticos que hay de la realidad están en las antípodas?
Primero, ¿por qué es "imprescindible la reforma del Estado después de 38 años de democracia"? Si no dice puntos concretos que en su opinión deben que quise al paso del tiempo, 38 años no me parecen una razón suficiente.


Segundo, "tienes la que aprovechar esa reforma para "para resolver (o conllevar un poquito mejor) la integración de Cataluña". A mí esto me parece completamente hueco. Que me expliquen qué cesiones que no sean económicas podrían satisfacer todavía al secesionismo cuando: a) la económica es falaz b) no quieren participar en el gobierno de España. Porque creo que esto establece un limite muy nítido a las intenciones de doña Elisa: esa condenación, que ya existe, no la quieren. Es un signo video que no quieren nada con los demás. Cambó si quería gobernar en España. Estos no. Ha sido una estrategia separatista clara, que esperemos que Albert Rivera le dé la vuelta.


Por eso soy muy escéptico que la reforma teórica y plausible en que piensa Elisa & al esté muy lejos de la que sueñan en el PSOE gente tan alienada de la realidad como Iceta, Carme Chacón o el mismo Pedro Sánchez. No digamos ya la que sueñan Pablo Iglesias o Artur Mas, o la CUP, quenposiblememtebtendran representación parlamentaria en las próximas Cortes.

 
Cortes que serán probablemente muy fragmentadas, repartidas entre las fuerzas más anti sistema, no reformistas, sino partidario a de la "acción directa". Imagine doña Elisa un parlamento compuesto con gente que se curtió en decir chifladuras el 15-M.
 
Por eso, cuando voy a las propuestas concretas de la Nuez & al, me suenan muy bien, tan bien como una música celestial; parecida a la que oía Fray Luis de León en su Oda "Al Maestro Salinas", precisamente porque le permitía evadirse de una realidad espantosa, en que la inquisición le había torturado los huesos. Lo que pasa es que Fray Luis sabía que se estaba evadiendo, que estaba vislumbrando el paraíso que le esperaba, en el que él creía. No pretendía que fuera el sueño de todos.
 
No creo que se den las condiciones para una reforma eficaz de la Constitución. O hay dos, tres, partidos mayoritarios con visión clara de España - que no los hay -, o la única solución que veo es que haya una acuerdo de las personas y grupos de bien para encontrar una tercera persona, un De Gaulle, y haga una reforma que deseamos las personas de bien. Puede hacer otros caminos, pero a mí me parece un ejemplo pertinente para la España desorientada de hoy.
Como decía ayer en post citado, la locura debería ser por mandato legal circumscrita al ámbito privado, sin derecho a invadir la esfera publica. Y lo que ha pasado en España desde la transición, es una gradual invasión de las locuras privadas de la esfera de la política. Cuando la cordura vuelva a ser mayoritaria, entonces podremos hablar del tema.
 

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