"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 27 de septiembre de 2015

Territorio y democracia

La ruptura de Cataluña con España nos recuerda que un elemento esencial de la democracia es el territorio. Lo digo por esos despistados del tipo F. Trueba, que se cree que él está por encima de esas cosas. No es más que un ejemplo de una falla muy común entre los progres españoles: la inutilidad del territorio, y por lo tanto, la nación, para que exista una democracia.
 
No es el único elemento, desde luego, pero yo diría que es el primero. Antes de poder establecer un régimen democrático es necesaria la existencia de una nación. Por lo menos es lo que ha pasado en la historia de las democracias. Sucedió en la democracia de América (en esta, la única, simultáneamente), en la británica, y luego (recordemos, siempre luego) en las continentales europeas.

El territorio nacional es lo primero que se define en cualquier modelo de estado. No es, pues, singular de la democracia. Es común a todos los regímenes. Pero también a la democracia. Sin territorio no hay donde alojar a los sujetos a los que se les pide que que, guiados por cierto políticos, decidan mediante un proceso, que vivan en democracia, se concedan una constitución y unas instituciones.
Pero eso es un proceso histórico, devenido de una evolución interna y externa, fruto de la presión de algunos sujetos y de otros países en favor y en contra de que dicho país se una a las naciones democráticas.
 
Así lo recoge la ONU, como nos recuerda Miguel Buesa en su reciente libro:
 
A este respecto, cabe recordar que, en términos del
derecho internacional, como destaca Manuel Medina Ortega,
aunque la resolución 1574/XV de la Asamblea General de Naciones
Unidas, adoptada en 1960, «proclamó el derecho a la libre
determinación de todos los países y territorios sometidos a la
dominación… colonial», esa misma organización estableció diez
años después, en la resolución 2625/XXV, la garantía del «derecho
de los estados a mantener su soberanía y su integridad territorial», de manera que «se rechaza ahora el derecho de cualquier
minoría, etnia, región, nacionalidad, nación o pueblo a adquirir
la independencia mediante declaraciones o actos unilaterales».
En definitiva, señala el profesor Medina Ortega, «la secesión de
una parte de un estado… se rige por el derecho interno de ese
estado», de forma que las declaraciones unilaterales de independencia «no merecen el reconocimiento jurídico de la comunidad internacional».

Es claro que cada nación, democrática o no, se define por un territorio. Definido el territorio, se puede hablar del pueblo, los habitantes. La historia, las tradiciones, los mitos, son las que unen a dichos habitantes con los demás y, sobre todo, con sus ancestros. El territorio es la base de la que emerge un vector invisible, lleno a rebosar de pasado, articulado en historias más o menos veraces, en sueños, en formas difusas que se mezclan, y van cambiando poco a poco su contenido; este se renueva constantemente cada vez que se incorpora lo nuevo. Cuanto más rico sea ese vector, más riqueza moral tendrá ese pueblo. No sé quién decía: vivimos sobre los hombros de nuestros ancestros. Ellos nos permiten ver mejor y mas lejos.
 
El territorio va creciendo, porque a lo largo de la historia se van uniendo territorios adyacentes. Unas veces por conquista, otras por un claro objetivo común. Así fue el caso de España, que se fue uniendo en la lucha contra los moros por el territorio perdido. Porque una de las primeras fuerzas espirituales de España fue que el territorio que una vez gobernaron los visigodos, era territorio de cristianos, y que estos tenían una misión vital: reconquistarlo para los cristianos, restablecer el dominio de ellos en el territorio que era en su totalidad cristiano cuando llegaron los moros. Esto no les gusta a los antiespañoles, les suena macabro, porque odian a la Iglesia, pero fue así. Y entonces los obispos eran servidores del papa y de su rey, y vestían las armas cuando había guerra. Pero esto y lo que vino después les pone enfermos.
 
En esa lucha colaboraron otros fueros países de alrededor, europeos. Como recordaba Julian Marías, Europa se hizo Europa en la lucha contra la invasión árabe y luego contra el turco. Y España se hizo España en la lucha contra el moro, que culminaron los Reyes Católicos. Que unieron a España de la manera que se hacia entonces, uniendo dinastías. Ahora las cosas se hacen de otra manera, pero hay que recordar que fue la primera nación europea que ligaba una dinastía a un territorio.
 
Los progres tienen a gala olvidar y denostar esta historia, porque no les encaja en sus sueños de democracia sin territorio, cosmopolita, es decir, por encima de las leyes incluso democráticas, como las que tenemos ahora. Pero para ellos eso es fútil, aparte de que esa democracia, avalada por las demás democracias, más antiguas y con más sabiduría de navegación democrática, no les gusta, por varias y disparatadas razones. Razones que parten de que ellos sí saben lo que es la verdadera democracia, aunque nunca haya existido en la práctica.
 
Por lo tanto, lo que puede suceder hoy es la ruptura del este territorio y esta democracia, homologada con todos los haremos de las demás democracias. Y creo haber demostrado que el territorio es un elemento esencial. Nos podemos preguntar, entonces, que pasará con la democracia si Cataluña se va ilegalmente de España.
 
Obviamente, este golpe de estado parcial no dejará incólume al resto del estado. O bien nos engañamos todos y decimos que no ha pasado nada, o bien me temo que hemos de reconstruir rápidamente las instituciones que nos permiten gobernarnos en democracia, el gobiernos de la ley, nuestros tratados con la UE, etc.
 
Es decir, algo parecido a una refundación, como la de 1978, pero más difícil, porque entonces había una voluntad mayoritaria de ir por un camino, guardar un territorio -camino que fue unánimemente declarado ejemplar en el mundo-. Ahora no habrá esa voluntad mayoritaria. Así que veo la posibilidad, todo lo remota que quieran, de ruptura de España. Eso es un caso extremo si quieren, pero lo que ni creo es lo que oigo continuamente: no pasará nada.
 
Si pasará. Y Europa se enfrentará a otra herida para la que no está preparada.
 

2 comentarios:

Pablo Bastida dijo...

El suicidio de España:
http://www.elmundo.es/papel/historias/2015/09/27/5603d1db268e3ec1738b4582.html
Es un artículo de Pulitzer, de verdad. Me ha tocado profundamente porque vivo a 20 minutos de Torrevieja, en pleno "Brick belt". Después del gran terremoto de principios del siglo XX reconstruyeron el pueblo con largas calles estrechas (entonces no había coches) y casas de planta baja. Los del PP, con el visto bueno de los votantes, sustituyeron las casas de planta baja por bloques de ¡5 alturas! ¡Y a vender pisos baratos hechos a patadas! Ni que decir tiene las calles se quedaron igual de estrechas pero ahora atascadas de coches. Es el modelo Levante, o modelo PP: uno los niveles educativos más bajos de España, que ya es decir, para asegurar un suministro abundante de albañiles y camareros. Una sobrina mía, estudiante de 4º de la ESO, con notas bastante buenas, ¡no sabe citar casi ningún río ni montaña ni cadena de montañas de fuera de la región de Murcia! Solo conoce el Segura, el Guadalentín, el pico Revolcadores y Sierra Espuña. 3 de los 4 mayores municipios de Murcia (Lorca, Cartagena y Molina de Segura) están entre los 10 con mayor riesgo de exclusión social de toda España y la capital de la región es la 2ª capital de España en esa escala, y luego está Torrevieja, a un tiro de piedra.
Yo diría, Miguel, que Artur y sus huestes no son el mayor enemigo de este país.

www.MiguelNavascues.com dijo...

No lo si lo es, en cualquier caso el triste caso que cuentas no va a mejorar con la secesión, y puede que entre en el empeoramiento general de todo.
Te invito a que leas la referencia de Miguel Bueda que cito: http://www.libertaddigital.com/cultura/libros/2015-09-27/la-pachorra-conservadora-1276557876/. Aunque estoy seguro que será un terremoto en el resto de España.