A Paul Krugman le gusta el nuevo premio Nobel de Economía, Angus Deaton. Yo, lo confieso: no lo conzco. Me fío de Krugman.
Estos días ha habido una cierta movida contra el Nobel de economía. No contra el Nobel en general, sino contra el de economía. Muchos han aprovevchado para saldar cuentas con antiguos premiados. Las razones que apunta Lars Sill, al que admiro, no me convencen nada. A mí siempre me ha cauado cieto estupor el premio de la Paz y el de Literatura. El primero sát totalmente politizado, el segundo, bueno, es inamnejable.
sobre el premio de Economía pienso exctamente lo mismo que Cullen Roche: la economía es demasiado importante, demasiado relevante, y sabemos demasiado poco de economía como para dejar de premiar a los que han dejado huella. No me entusiaaman mucho de los premiados. A veces me he sorprendido a mí mimso no concoceindolos ni de oídas, como esta vez. No soy acádemico, y la Economía ha crecido tanto que es difícil conocer a todos.
Estos días ha habido una cierta movida contra el Nobel de economía. No contra el Nobel en general, sino contra el de economía. Muchos han aprovevchado para saldar cuentas con antiguos premiados. Las razones que apunta Lars Sill, al que admiro, no me convencen nada. A mí siempre me ha cauado cieto estupor el premio de la Paz y el de Literatura. El primero sát totalmente politizado, el segundo, bueno, es inamnejable.
sobre el premio de Economía pienso exctamente lo mismo que Cullen Roche: la economía es demasiado importante, demasiado relevante, y sabemos demasiado poco de economía como para dejar de premiar a los que han dejado huella. No me entusiaaman mucho de los premiados. A veces me he sorprendido a mí mimso no concoceindolos ni de oídas, como esta vez. No soy acádemico, y la Economía ha crecido tanto que es difícil conocer a todos.
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