"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 1 de noviembre de 2015

Las identidades económicas insalvables

Las identidades macroeconómicas son identidades contables. En ese sentido, son como las de una unidad productiva (empresa) o de consumo (familiar). De hecho, las identidades macro se construyen sumando para el conjunto de la economía los haberes y debes de los millones de consumidores y empresas -incluyendo las del exterior, que venden o compran en el mercado interno-. Naturalmente, en el camino se pierden cosas, que van a la partida de errores y omisiones, pero eso no anula la validez de dichas identidades.

Las identidades contables son insalvables, es decir, no se pueden eludir. Son como la ley de la gravedad. No son demostrables: no se puede contrastar una identidad mediante verificación empírica.
 
Las identidad fundamentales macro en un país son: Renta-Consumo=Ahorro. Ahorro-inversión=Saldo exterior. Es un juego de vasos comunicantes: en un vaso tenemos el ahorro=no consumo, en otro le inversión, en el otro el saldo exterior, que es el neto de los dos vasos anteriores. Aumentar el saldo ahorro-inversión significa reducir el consumo, o la inversión, o ambos, y aumentar el saldo exterior.
 
Las identidades contables se cumplen a nivel nacional y a nivel mundial. Salvo errores y omisiones, el saldo de la balanza de pagos mundial es siempre cero. En el conjuntos el mundo, los paises que gastan más de lo que producen piden prestado a los que, al revés, gastan menos de lo que producen. La suma de créditos y débitos es cero.
 
Ahora bien, de esto se deduce algo que no se ve a primera vista: un país NO puede decidir su ahorro total, pues no puede decidir su saldo exterior de balanza de pagos. Si un país influyente (EEUU) decide por ejemplo aumentar su ahorro, es lo mismo que decidir aumentar su saldo exterior de exportaciones e importaciones. Eso, inevitablemente, afecta a los demás países del mundo, en el sentido que verán reducirse su saldo exterior de balanza de pagos. Que todos los paises quieran a la vez mejorar su saldo exterior sólo puede originar un colapso de la demanda mundial.
 
En consecuencia, hay una identidad básica para el mundo y los paises del mundo: los saldos de BP suma cero. Ergo, a nivel mundial la inversión total es igual al ahorro total. Para cada uno de los paises, la inversión es igual al ahorro +/- saldo exterior.
 
Esto se puede aplicar a la zona Euro para sacar algunas conclusiones. La zona Euro puede considerarse una zona grande, relativamente cerrada al exterior. No es así exactamente, pero casi. Comercialmente está equilibrada frente al exterior, es decir, tiene un saldo de BP cero. Por lo tanto, lo que decida un país sobre su ahorro afectará a los demás países de la zona. Si un país decide practicar más la austeridad, los demás países tendrán que ajustase a eso, tanto más cuanto más grande sea el país que decida pasar de un ahorro Del 3% del PIB a un ahorro del 7% del PIB.
 
Eso obligará a los demás países a ahorrar más, si no quieren endeudarse indefinidamente. ¿Por qué? porque porque ese país obliga a los demás a exportar menos a él, y si los demás quieren equilibrar su saldo exterior, y además devolver sus deudas, tendrán que reducir sus importaciones: es decir, su demanda interna de consumo e inversión. Porque aumentar el ahorro-inversión reduce el consumo y/o la inversión.
 
Ahora bien, los paises que forman el Euro tienen necesidades muy diferentes. Unos necesitan (o lo creen así) una tasa de ahorro alta, mientras que otros necesitan (o lo creen así) endeudarse por qué tiene un déficit de inversión, pública o privada. Por ejemplo, un país con baja tasa de paro, y población en tendencia recesiva, puede determinar una política de fomento del ahorro, para cubrir necesidades financieras futuras, cuando la población haya envejecido. Otro, por el contrario, tiene una alta tasa de paro y unas necesidades de capital que necesita financiar del exterior.
 
Mmmm! ¿No suena esto al caso de Alemania y España? O al caso del norte y sur de Europa? Es él caso de Alemania, sí, ¿pero de España? Sí, pero con algunos matices.
 
España es un país con población en caída, una productividad muy baja, y un desempleo muy alto. Además, tiene una deuda acumulada frente al exterior de las más grandes del mundo.
 
Esta características son terribles (Por cierto, no son raras entre los demás países del Euro). Para mejorar la productividad, necesita invertir y crear empleo productivo. Para invertir necesita financiación exterior (la financiación interna, es decir el ahorro interno, es contradictorio con la necesidad de invertir: el aumento del ahorro interno reduciría el consumo, lo que desincentiva la inversión. Además, contraer el consumo reduce las exportaciones de otros países.
 
Pero aquí surge una contradicción: con la población envejeciendo, España necesita ahorra más, o bien tener un plan de inmigración del resto del mundo que sustituya la disminución de la interna. De todas formas, ¡necesita ahorrar más para pagar sus deudas! Embrollo que no es más que el que nos encontramos hoy en Europa.
 
Una observación: un clásico -o un funcionario europeo- diría que con más ahorro interno España podria financiar la inversión que necesita. Parece lógico, pero no lo es. Como hemos explicado, España necesita una inversión sistemáticamente mayor que el ahorro, es decir, un saldo exterior negativo.
 
Europa es una zona llena de contradicciones in-sal-va-bles. Una manera de orillarlas sería devolver la soberanía monetaria a los países, pero eso está fuera de consideración, y no voy a tratar de ello; además, el camino no sería sin traumas terribles si no se resuelve el problema de las deudas mutuas. Como dice Wolfgang Münchau,
 
"The admission that the euro was a mistake should not be confused with a desire to dissolve it. That would be even more catastrophic. It is merely a recognition that we are trapped in a dysfunctional monetary system."
Por añadidura, de los tres partidos que pueden gobernar en España, juntos o separados, todos son partidarios del euro. Por ese lado, no hay nada que hacer, así que no merece la pena hablar en condicional: si el euro, etc...

 
Lo único que se puede hacer es un triste pronóstico: España -si no hay una inesperada reforma estructural el el Euro, que conceda más capacidad a los órganos europeos para coordinar la política económica- está abocada a un largo periodo de bajo crecimiento. Razón: el crecimiento es fruto del aumento de la población trabajadora y de la productividad (producto por trabajador). Si ambos aumentan, aumenta el PIB.
 
PIB* = POBL* + PROD* (el signo * es aumento de. Ojo: la PROD depende de la inversión u de la calidad de la mano de obra)
No es una hipótesis: es otra identidad crucial. Por no haberla tenido en cuenta, España malbarató la fínanciación obtenida del exterior en hacer pisos más caros, que como no se exportaban, aumentó el saldo negativo exterior ¡hasta el -10% del PIB! No hay más remedio que invertir y volver a importar mano de obra, o ahorrar más, es decir, consumir y/o invertir menos.
 
Por otra parte, estas indentidades eliminan cualquier propuesta quimérica, de políticas fiscales en cada país, de aumentar la deuda para gastar más. Cualquier propuesta de aumentar las demandas internas son coordinación con los demás provocaría desequilibrios a la larga restrictivos.
 
No estamos solos. Toda la zona euro debe movilizarse en el mismo sentido. ¿Qué nos dicen los vasos comunicantes? Que para el conjunto de Europa hay estrangulamientos que impiden la fluidez del vaso "ahorro" (vaso A) al vaso "inversión" (vaso I) y al vaso "saldo exterior" (vaso S) El primero, el vaso A, está repleto de ahorro, pero concentrado en unos países. El vaso I está casi vacío: la inversión está mucho menor que la media histórica, lo que es catastrófico para todos. El vaso S está en mi nivel razonable, lo que supone un margen de maniobra para aumentar el vaso de la inversión. Esto implica un aumento de la inversion productiva equilibrada, financiada sin tener que reducir el consumo, sino movilizando el ahorro hacia países más necesitados de crecer y crear empleo. Por su parte, los paises receptores de estos fondos han de invertir en capital con retorno, que permita devolver el préstamo.
 
¿Un plan Marshall? En algunos aspectos sí. El plan Marshall fue un ambicioso intento de financiar la recuperación tras la guerra en la que todos se beneficiaron. Europa no tenía recursos ni dinero para comprarlos. El panorama era tener que ahorrar y crecer mucho más despacio. El plan orilló esa limitación, EEUU puso el ahorro (en forma de bienes) para que Europa invirtiera. Fue la verdadera base de la recuperación europea. EEUU además, creó un mercado floreciente para sus productos y frenó las ambiciones soviéticas.
 
Si, por el contrario, todo sigue igual, salir de estas férreas cadenas del ahorro a que nos obliga la lógica (o falta de) del sistema monetario, implica mucho tiempo de baja inversión y alto desempleo.
 
Eso es lo que dictaminan las identidades contables absolutamente insalvables. Condicionan todos los modelos económicos, sean de la escuela que sean. Y son una amenaza para el euro, si no es capaz de reinventarse para acabar con sus limitaciones y con el estancamiento. Vuelvo al citar a Münchau:
 
"The real risk is not a formal break-up. That would be technically hard to do. But this is no consolation. The real danger is that the EU is simply going to wither away and turn into a ghost."
Bibliografía: Michael Pettis
 

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