1. La fuente de la inversión.
Comprar instrumentos financieros en el mercado secundario no es invertir.
Invertir es comprar títulos cuando son emitidos. Si yo compro acciones de una empresa a su emisión (mercado primario), estoy permitiendo que esa empresa compre capital productivo (físico o intelectual). Estoy haciendo una inversión (aparte de pasar a ser copropietario).
La inversión la estoy haciendo cambiando la composición de patrimonio. NO estoy aumentando mi ahorro. mi ahorro ya está hecho previamente; lo que hago es reducir mi segmento más líquido a cambio de unas acciones.
Si luego vendo esas acciones, el que los compra no está haciendo una inversión. La inversión la hice yo. Lo que hace esa persona es también cambiar la composición de su patrimonio, pero al hacerlo no aumenta la inversión. No financia inversión.
2. La formación del ahorro.
El ahorro se forma a partir de una renta neta. El "ahorro" que proviene de la venta un bien o un título no es ahorro (ver 1). Una renta (del trabajo o de la propiedad) se convierte en ahorro cuando no se consume. Si esa renta es percibida en dinero, y se consume un 80%, el 20% restante, ese 20% es ahorro hasta que se gaste. El ahorro puede ser en forma de dinero.
Una vez tomada la decisión de ahorrar, viene la decisión de en qué depositar ese ahorro. Entonces, con ese 20% líquido compramos las acciones mencionadas, o cualidades otro título, o ambos. Esta decisión es la que afecta a la composición de la cartera de ahorro.
3. Corolario.
En una economía monetaria, ahorro no es inversión. No crea empleo. No financia inversión más que si no está depositado en dinero y se adquieren los títulos en la emisión -o mercado primario. Un error de los austro-liberales es su teoría de que el ahorro determina la inversión. Es falso que el tipo de interés que iguala el ahorro y la inversión es el tipo de pleno empleo sin inflación. Hay otras variables más importantes que determinan el crecimiento de la riqueza. Las expectativas de futuro son más importantes que el tipo de interés. Es falso que el ahorro es bueno en sí mismo (Aunque beneficia al que lo hace, no necesariamente es positivo para el conjunto). Lo sería en una economía de trueque, sin dinero. Entonces, el ahorro es no consumir un bien para consumirlo en el futuro. Si no me como una vaca para comérmela en el futuro, estoy haciendo un ahorro = inversión. Lo malo de los economistas austro-liberales es que se basan en una economía de trueque. Lo malo también es que muchas de sus falacias se han permeabilizado en las creencias comunes.
Comprar instrumentos financieros en el mercado secundario no es invertir.
Invertir es comprar títulos cuando son emitidos. Si yo compro acciones de una empresa a su emisión (mercado primario), estoy permitiendo que esa empresa compre capital productivo (físico o intelectual). Estoy haciendo una inversión (aparte de pasar a ser copropietario).
La inversión la estoy haciendo cambiando la composición de patrimonio. NO estoy aumentando mi ahorro. mi ahorro ya está hecho previamente; lo que hago es reducir mi segmento más líquido a cambio de unas acciones.
Si luego vendo esas acciones, el que los compra no está haciendo una inversión. La inversión la hice yo. Lo que hace esa persona es también cambiar la composición de su patrimonio, pero al hacerlo no aumenta la inversión. No financia inversión.
2. La formación del ahorro.
El ahorro se forma a partir de una renta neta. El "ahorro" que proviene de la venta un bien o un título no es ahorro (ver 1). Una renta (del trabajo o de la propiedad) se convierte en ahorro cuando no se consume. Si esa renta es percibida en dinero, y se consume un 80%, el 20% restante, ese 20% es ahorro hasta que se gaste. El ahorro puede ser en forma de dinero.
Una vez tomada la decisión de ahorrar, viene la decisión de en qué depositar ese ahorro. Entonces, con ese 20% líquido compramos las acciones mencionadas, o cualidades otro título, o ambos. Esta decisión es la que afecta a la composición de la cartera de ahorro.
3. Corolario.
En una economía monetaria, ahorro no es inversión. No crea empleo. No financia inversión más que si no está depositado en dinero y se adquieren los títulos en la emisión -o mercado primario. Un error de los austro-liberales es su teoría de que el ahorro determina la inversión. Es falso que el tipo de interés que iguala el ahorro y la inversión es el tipo de pleno empleo sin inflación. Hay otras variables más importantes que determinan el crecimiento de la riqueza. Las expectativas de futuro son más importantes que el tipo de interés. Es falso que el ahorro es bueno en sí mismo (Aunque beneficia al que lo hace, no necesariamente es positivo para el conjunto). Lo sería en una economía de trueque, sin dinero. Entonces, el ahorro es no consumir un bien para consumirlo en el futuro. Si no me como una vaca para comérmela en el futuro, estoy haciendo un ahorro = inversión. Lo malo de los economistas austro-liberales es que se basan en una economía de trueque. Lo malo también es que muchas de sus falacias se han permeabilizado en las creencias comunes.
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