"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 22 de diciembre de 2015

La "sabiduría" del pueblo

No hay cosa más parecida al modelo económico de Equilibrio General que la estúpida teoría de que la Democracia es sabia, porque el pueblo lo es. Tiene un tufo de panglossismo que apesta: el doctor Pangloss, ese inmortal personaje de Voltaire, que parte de la premisa de que el mundo es perfecto, y como tal todo lo que ocurre en él es lo mejor que podía pasar, sea una catástrofe natural o una guerra.
 
En España hay mucho Pangloss infiltrado en los medios, y ya están todos dando consejas de quién ha de gobernar y quien a de apoyar a quien.
 
Pero lo sistemas electorales no son justos o injustos. Son eficientes o no en formar un parlamento que permita un gobierno estable a la par que una vigilancia sobre el ejercicio del gobierno.
 
Aunque el pueblo fuera sabio -hagamos un esfuerzo de imaginación- la sociedad en su conjunto no lo es; como puede ser muy racional el agente económico, pero el resultado macroeconómico puede ser una crisis como la de 2008.
La suma de los acciones de individuos sabios no lleva a un resultado óptimo. Es lo que Keynes llamaba la "falacia de la composición": el todo no es la suma armónica de las partes. Por eso, teniendo en cuenta esta falacia, los paises sabios se han dotado de un sistema electoral que busca a la vez representatividad y estabilidad de gobierno. Los sistemas más estables son el mayoritario (RU, EEUU) y su derivada, el ballotage de Francia, o sistema a dos vueltas. Ambos sistemas dan la victoria a un único diputado por distrito, el que ha sacado más votos, de tal manera que el diputado es único por cada distrito y representa tanto al que le ha votado como al que no. Ya puede venir alguien que darle el coñazo con que ha de atenderle porque él le ha votado: no lo sabe, ni nadie lo sabe. Virtudes del voto secreto.
La segunda vuelta ha permitido en Francia, como tantas otras veces, parar en seco a Le Pen, porque en el ballotage, o segunda vuelta, socialistas y Gaullistas han recomendado a sus votantes votar al partido no Lepenista, aunque no feudo el suyo. (En la segunda vuelta se enfrentan los dos candidatos más votados en la primera).
 
Compárese esto con el muy deficiente sistema español, que se dice proporcional pero corregido para reforzar mayorías estables. Eso conlleva un desastre que es la lista: no sevotan personas, se votan listas, cuyos miembros obtienen escaño según la distribución de escaños por distrito. Lo pero no es el sesgo de D'Hont ni la asignación por regiones, que desde luego es injusta: lo peor es que la representación proporcional diluye la responsabilidad personal del diputado, que debería ser sagrada, y la deposita en la cúpula del partido, que así recibe un poder omnímodo sobre su bancada de diputados. Éstos, literalmente, son arcilla que están en manos de sus jefes.
 
La distancia de todo orden que este factor establece con cualquier democracia eficiente es decisiva en la gobernabilidad. En EEUU y RU - en menor medida Francia-, el diputado se siente responsable personal de sus decisiones; aunque haya una disciplina de partido, podrá desobedecerla si lo considera justo. Por ejemplo, en España, podría pensarse en que la mitad del PSOE estaría dispuesto a apoyar un gobierno del PP en aras de la gobernabilidad, y lo mismo se podría decir de la mitad de los diputados del Ciudadanos.
 
Pero eso es imposible. Serán la cúpulas, guiadas por su mezquino interés partidista, las que decidan. En lo único que no pensarán es en el bien del pueblo español, ese tan sabio que les ha votado. Los diputados actuarán en manada, pues les ha nombrado candidatos la misma dirección que les puede borrar en las poesías el elecciones. Que, por cierto, pueden estar al caer. Son meros felpudos de sus jefes. Esta es un de las raíces del aire mafioso y corrupto que ha tomado la política española, y que muchos creen poder resolver votando a nuevos partidos, cuando lo que necesitamos unas nuevas reglas electorales. Aparte de otras muchas cosas.
 
El pueblo no es sabio ni tonto, pero aunque fuera sabio, cada uno vota para que gane su partido, sin saber cuál va a ser el resultado global. Es igual que el empresario económico que invierte y contrata pensando que va a vender e ingresar tanto, y luego resulta que en conjunto ha habido demasiada inversión en ese segmento, los precios caen, tiene pérdidas, y ha de desinvertir y despedir.
 
Se necesita un coordinador, unas instituciones -que no es la mano invisible ni el mercado, como dicen los austéricos-. De la misma forma, la selecciones necesitan un procesamiento inteligente, que lleve a diputados independientes de sus partidos, mayorías estables, y continuidad de gobierno, no rupturas y giros de 180 grados al cambiar el turno. Exactamente lo contrario de lo que hemos tenido. Si el pueblo es tan sabio,¿cómo es que no ha buscado ese tipo de cosas a través de una agrupación civica, o un partido? En España no hay acción cívica espontánea de este tipo. Más en un país de pedigüeños que cree que lo principal de la política es quitar a los ricos y dar a los pobres. Es decir, crear clientelismo, como la vieja Iglesia católica.
 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias Miguel por poner en negro sobre blanco lo que tantos pensamos y por uno u otra razones no comunicamos ni compartimos con los demás. Sin la comunicación necesaria, difícilmente aflorarán movimientos transformadores de esta sociedad ignorante y enferma que otorga su confianza a quienes no conoce, manipulada groseramente por unos medios de comunicación que tampoco son independientes y medran a sus anchas en esta España sin rumbo.

Y esto no es cuestión de color político. Lo es de convivencia justa y armónica para lo que precisamos sabiduría y altura de miras poniendo el interés de todos al frente: patriotismo.
Ello, sin duda, exige unas reglas de juego realmente equitativas e inteligentes que no nos lleven, como las actuales, a enfrentamientos estériles y callejones con difícil salida.

Gracias Miguel y felices Navidades.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Gracias, José, muy amable. Y muy acertado comentario, atinado. Aquí estamos, para lo que gustes mandar. A ver si nos vemos, no pude ir a la Comida por impedimentos imprevistos.
Un abrazo muy fuerte y a tu familia. Feliz Navidad a todos.