"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 2 de enero de 2016

Majestuosas palabras

Una de las mejores piezas literarias -y de toda índole- de todos los tiempos es este trocito de una epístola de San Pablo, creo que a los Corintios I. No importa ahora la precisión erudita, sino darse cuenta de cuánto se ha desviado la Iglesia de Roma de estas majestuosas palabras. Será porque son exigentes; quizás porque su inspiración no es de este mundo, o porque su ritmo interior es deslumbrante, o porque parecen poseer una distinción especial, de eternidad.
Sin embargo, por otra parte, hay que reconocer que sin la Iglesia, estas palabras, y tantas otras, no hubieran llegado a nosotros. Por cierto, les pueden sonar porque se recitan ritualmente en la celebración de las bodas.

La cristiandad debe a San Pablo casi todo. Sin él, posiblemente -muy posiblemente-, Jesucristo no hubiera pasado a la historia; el cristianismo no hubiera pasado de ser una secta judía (créanme si quieren; he leído miles de páginas sobre esta historia, y lo digo convencido). Se puede pensar que la mano de Dios guiaba los extraordinarios hechos de San Pablo, o no, pero sin él, ciertamente, es difícil imaginar el desarrollo de la cristiandad hasta donde llegó. Al contrario, es fácil imaginar su muerte antes de nacer. Porque nació como Iglesia separada del judaísmo gracias a San Pablo, que, con sus escasas fuerzas, pero con la tenacidad de su fe, transformó el mundo sólo con su palabra.

Ahora que las Carmenas & Colaus, aborrecibles paletas, horteras con mala saña, llenas de rencor, quiere acabar de golpe con las creencias que todavía conservan mucha gente; ahora que idiotas como Dawkins, seudo científico que fleta autobuses por Londres para que la gente reniegue de su fe... Reflexionen todos la altura de miras de estas palabras de media página, y piensen si estarían ahora en estas coordenadas de civilización sin el hombre que las escribió. Si dudan, es que no tienen ni idea de su propia historia. Yo, como no creyente, estoy convencido.. Yo, como no creyente, no puedo más que admirar al altura inalcanzable de su sonido.

San Pablo:
«Yo podría hablar todas las lenguas de los hombres y las de los ángeles, pero si no tengo el amor no soy nada. Nada más que un sonido de metal o un choque de platillos.
»Podría ser profeta, podría tener acceso a los conocimientos mejor guardados, podría saberlo todo y poseer además la fe que mueve montañas. Si no tengo el amor no soy nada.
»Podría repartir todo lo que tengo entre los pobres, entregar mi cuerpo a las llamas. Si no tengo el amor no me sirve de nada.
»El amor es paciente. El amor presta servicio. El amor no envidia. No se jacta. No se da importancia. No hace nada feo. No busca su interés. No tiene en cuenta el daño. No se alegra con la injusticia. Se alegra con la verdad. Lo perdona todo. Lo tolera todo. Lo espera todo. Lo sufre todo. No falla nunca.
»Las profecías caducarán. Las lenguas perecerán. La inteligencia se abolirá. La inteligencia tiene sus límites, las profecías tienen los suyos. Todo lo que tiene límites desaparecerá cuando aparezca lo que es perfecto.
»Cuando yo era niño hablaba como un niño, pensaba como un niño, razonaba como un niño. Y después me hice hombre y puse fin a la infancia. Lo que veo ahora lo veo como en un espejo, es oscuro y confuso, pero llegará el momento en que lo veré de verdad, cara a cara. Lo que conozco por el momento es limitado, pero entonces conoceré igual que como soy conocido.
»Hoy existe la fe, la esperanza y el amor. Los tres. Pero de los tres el más grande es el amor.»
(Traducción tomada de Emmanuel Carrere, "El Reino", un libro maravilloso de un no creyente)

1 comentario:

Antonio de Badajoz dijo...

Precioso e inspirador Miguel... Gracias.

Antonio de Badajoz.