"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 2 de enero de 2016

Deuda exterior, tipos de cambio, tipos de interés, (des)confianza

En un artículo de hace un par de años, Krugman explica por qué los países que cuentan con un prrstamista de ultima instancia (Banco Central), y emiten su deuda mayoritariamente en su divisa, una crisis de confianza de los inversores exteriores es menos dañina con tipos de cambio libres que fijos. Es el desarrollo de la tesis pionera de Paul De Grauwe (2011). Este tema ha dado lugar a una viva controversia entre Krugman, Delong y Summers. En este último encontrarán todos los links del debate.
Cuando un país tiene un régimen de cambio fijo, una súbita pérdida de confianza eleva sus tipos de interés internos (como pasó en la crisis del SME, 1992, y la del euro de 2011-2012). Los tipos a largo suben, y la huida de capitales obliga al Banco Central a subir los suyos para defender la paridad de la moneda. Eso contrae fuertemente la demanda interna, como sucedió en España y demás países de Euro-Sur en ambas crisis. Los hechos demuestran que la primera se resolvió mucho mejor que la segunda porque las devaluaciones actuaron como amortiguadores de la subia de tipos de interés.

Cuando un país tiene un regimen de cambios libres, el tipo de interés puede, hasta cierto punto, ser controlado por las autoridades. Entonces, lo que se produce es una depreciación del tipo de cambio que aumenta las exportaciones, mientras que el tipo de interés no tiene por qué subir, o no tanto, como en el caso de tipo de cambio fijo, lo que frena el choque sobre la demanda interna. Mientras no haya riesgo de inflación, El Banco Central tiene amplio margen para controlar los tipos de interés.

Es más, el Banco central y/o el Tesoro pueden amortiguar el choque en el tipo de interés comprando deuda propia poseída por el resto del Mundo. El Tesoro puede emitir a corto para comprar deuda flotante a largo. El Banco Cental la compraría simplemente por dinero. En la imagen, la deuda detentada por la FED en comparación con el total.

Queda un riesgo por dilucidar: la inflación. Eso depende de la situación de partida de de la economía. Pero en estos escenarios de súbita retirada de la confianza, es muy poco probable que aumenten las expectativas de inflación, porque se estará muy cerca de una trampa de la Liquidez.


Como habrán adivinado, los límites del Banco Central en su decisión de amortiguar la contraccion dependen de la confianza de los inversores.  Por cierto, que el debate entre los tres autores es en torno a la confianza.

¿Cuándo se pierde antes la confianza, con un tipo de cambio fijo que obliga a subor los tipos y gastar reservas, o con un tipo de cambio libre que permite un margen al BC para mantener los tipos bajos? No hay una respueta universal: depende del país, de las instituciones en juego... Krugman dice que un  país con moneda pripia y que se endeuda en esa moneda, se defenderá mejor con un tipp de cambio libre. Pero incluos un pais como España sufrió demasiado, y estérilmente, para manterse el euro, que de repente se había convertido en una moneda cuestionada.

Krugman no menciona  otro ejemplo de libro, que fue la crisis del SME. De repente, los mercados pusieron en duda que los países pudieran mantener su paridad frente al marco. Se produjo una súbita crisis de confianza, salidas de capilates de todos hacia Alemania, lo que obligó a subir tipos; pero eso recrudeció la pérdida de confianza, pues con el aumento del paro nadie creyó que esos tipos pudietan mantenerse...

En todo caso, No es cierto que: los tipos de cambio fijos ayuden a reforzar la confianza. Y no es ierto que los tipos de cambio libres debiliten la confianza. Un prestamista de últimainstancia  (BC) refuerza esa confianza, como demostró De Grauwe, y cuando Draghi aunció que el BCE haría todo para estabilzar el precio de la deuda de los países del Euro-Sur.

Destaco aquí sus reflexiones sobre cómo las instituciones pueden contrarestar el súbito parón de la inversion exterior:
"... Couldn’t a sudden stop drive up long-term rates regardless of what the central bank does? And couldn’t this make the effect contractionary after all?
"There are, I would argue, two problems with this proposition, which taken together remove most of its force.
"First, the principal determinant of long-term rates is the expected path of short-term rates. Normally we would only expect a large rise in long rates if investors expect short rates to rise sharply in the future. So we’re back to asking why the central bank would raise short-term rates; a Taylor rule would say that it will do so only if the economy booms or inflation rises (of which more below), and at the zero lower bound it would require a large shock before there would be any change. That is, focusing on the long rate does not seem to change the basic story.
"Second, to the extent that foreign sales of long-term securities might raise long-term rates via changes in the term premium, this effect could easily be offset by actions either at the central bank or at the Treasury. The central bank could simply engage in quantitative easing, buying up long-term debt while selling or issuing short-term assets (including bank reserves); alternatively, the Treasury could engage in an Operation Twist-type move, buying back long term debt while issuing short-term debt. These would actually be equivalent policies if we consider the Treasury and the central bank as a consolidated entity.
"It’s useful to have a sense of the magnitudes here. Suppose we ask what would happen if the Chinese decided to dump all their U.S. bonds – surely an extreme scenario. But even in this extreme case, note that China’s current holdings of long-term U.S. securities other than equities amount to approximately $1.5 trillion, compared with a current Federal Reserve balance sheet of $4 trillion. So the Fed should have no problem offsetting even a complete Chinese bond dump.
"The bottom line is that the short-term/long-term interest rate distinction does not appear to offer any channel through which a nation with an independent currency can suffer a decline in output due to reduced foreign willingness to hold its debt.
"... And that is really the moral of this section. The conventional view about how a foreign loss of confidence can cause a severe slump in a country with its own currency doesn’t hold together. Large foreign-currency debt can effectively undermine monetary independence, as can fears of depreciation- led inflation. However, the major nations with large debts but independent currencies don’t have large foreign-currency debt, and are currently quite remote from inflationary pressure. So the crisis story remains very hard to tell...
... Such an outcome becomes less likely if the country starts in a liquidity trap, which is by definition a situation in which the central bank would like to cut rates but can’t. In that case the central bank will see no reason to raise rates, even if it might potentially be worried about inflation, unless the depreciation is quite large; and the depreciation would have to be larger still before any rate rise is big enough to offset the positive effects of increased competitiveness. Still, inflation – and fear of inflation – is a potential channel through which sudden stops can end up being contractionary even for countries with independent currencies and domestic-currency debt. Again, however, it’s important to realize that this 
channel, if operative, is very different from the popular notion that a cutoff of capital inflows directly causes an interest rate spike and a recession.
And that is really the moral of this section. The conventional view about how a foreign loss of confidence can cause a severe slump in a country with its own currency doesn’t hold together. Large foreign-currency debt can effectively undermine monetary independence, as can fears of depreciation- led inflation. However, the major nations with large debts but independent currencies don’t have large foreign-currency debt, and are currently quite remote from inflationary pressure. So the crisis story remains very hard to tell."

No hay comentarios: