"Carles Puigdemont continúa la política del resentimiento de los Pujol y de Mas, que saquearon y dividieron Cataluña. El nuevo president pretende romper con España, que es un Estado democrático, y convertir a Cataluña en una ciudad sin ley. Esto no puede terminar bien...
"... Lo que está ocurriendo angustia a los ciudadanos porque no ven repuestas solventes ante el desafío. Los amotinados carecen de legitimidad democrática para la insumisión; ni en las elecciones falsamente plebiscitarias ni en las generales consiguieron más del 50% de los votos.
"En plena incertidumbre, el Partido Socialista quiere formar una mayoría de gobierno con los propios separatistas y Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que insiste en el derecho a decidir. Esto puede ser el inicio de una pesadilla que acabe como en Yugoslavia, donde se proclamaron seis repúblicas independientes. Esperemos que esta vez se prescinda de la costumbre de la sangre...
"... Los diputados de En Comú Podem -de Pablo Iglesias y Ada Colau-, que ganaron las elecciones el 20 de diciembre, presionan al PSOE para que proponga una alternativa al referéndum. Le dicen que hay que elegir entre el búnker del PP y el diálogo. O sea, llaman búnker a un Gobierno que quiere que se cumpla la ley. Ante el big bang catalán nadie está a la altura. Unos quieren doblar la rodilla de los otros. Pero el Estado no está colgado del cielo y debe reaccionar para espantar a ese buitre insaciable que vuela sobre Barcelona."
Pero me temo que con los venales actores actuales, es imposible. De nuevo nos encontrarnos con el muro de siempre. Lo de Cataluña es tan culpa o más de la frivolidad de los partidos nacionales. Ahora esos partidos se han hundido por esa frivolidad. Los antisistema les han pegado un buen mordisco, aunque ellos no se han enterado: siguen actuando como si nada hubiera cambiado, tan frívolos como siempre. Además, ¿iban a aceptar ese referéndum los secesionistas? Esto se nos ha ido de las manos. "Esto no puede terminar bien".
Hace dos semanas, en Casus Belli, decía, y me ratifico:
La secesión de Cataluña. Si sucede, será por debilidad extrema del gobierno central. Eso es lo que pasará a los libros de historia, independientemente de las leyendas que se forjen del otro lado. Un casus belli hinchado como un Zepelín por el propio gobierno, que nadie a querido ver, pero que ahora se hace bastante incomodo evitar verlo, por el enorme tamaño adquirido. Proteico, se ha reproducido en el futuro parlamento [nacional], que tendrá al enemigo en casa, que irradiará consignas a la calle para inutilizar la leyes que se aprueben, si no le convienen a Pablemos. Un parlamento evocador de aquella Duna de la que Lenin, en minoría, sacó petróleo.
Alguien me dirá que es distinto. Que los tiempos han cambiado, estamos en Europa, y que las cosas, hoy, se arreglan dialogando... Es obvio que no. Ese es el mayor error cometido por Europa, la ideología de los melindres, y por eso creo que Europa puede hacer poco por ayudar a España. Europa cabo su rumba cuando dijo que su vocación era un imperio con pies de barro, como única defensa el diálogo.
Cataluña es ya un casus belli. Ellos no pueden retroceder y el poder central, si quiere conservarse a sí mismo, necesita hacer una manifestación de autoridad (ni siquiera hubiera hecho falta la fuerza hace tres año. Hace tres años el parlamento catalán era "normal"). Me temo que el Poder central se está desprendiendo de sus poderes soberanos con tanta fragmentación. El próximo parlamento será una caja de resonancia perfecta para los revolucionarios. Más aún si se repiten la elecciones, que es lo que quiere Pablo Iglesias.
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