"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 30 de marzo de 2016

Entrepreneur en España

No se trata de aplicarles la guillotina, hoy tan de moda gracias a los Twitteros podemistas, pero tiene razón García Domínguez de que en España sobran "emprendedores". España, sus élites, no se han enterado que no se alcanza la modernidad subvencionando y premiando a emprendedores individuales, incentivándolos a que se queden toda la vida de "entrepreneurs", ese palabro francés que a muchos se les hace la boquita de piñón agua, cundo la dicen. Yo, cuando alguien se define, y me endilga una tarjeta de presentación, como entrepreneur, me escachifollo. 

Desde que en 1937, Coase explicó porque existen empresas y no somos cada uno un productor individual que vende su producto en el mercado para comprar su consumo, España no ha entendido nada del mundo empresarial. Por ejemplo, se ha mitificado en exceso la Pyme, cuando la Pyme no es más que un proyecto de gran empresa que gane en productividad al crecer. Claro que eso no casa con la humus cultural del país, tan de izquierdas absurdamente, que la empresa y el empresario cuánto más grande mejor. Pero hay una cosa que se llama economías de escala, que es el impulso sobre la eficacia de crecer el volumen de producción a más ritmo que los costes. 

¿Por qué existe la empresa, y no la auto producción  individual? Porque hay costes que se eliminan: los costes de transacción (costes de buscar en el mercado alguien que quiera lo que haces, y coste de encontrar quién produce lo que quieres) y costes de contraro: por cada operación habría que hacer un contrato. 

La empresa, mediante la dirección del empresario, reduce esos costes a cero. Maneja unos modelos d contratos limitados para su plantilla, y coordina a sus trabajadores con los medios de producción sin contratación alguna. Ergo la empresa es un recurso que nace naturalmente dela necesidad. Nadie individualmente puede competir son arruinarse con el sistema de producción capitalista-empresarial. 

Y los "entrepreneurs", tan laureados por el PP, por esa base ideológica que le suministra la suma simpleza del "hazte liberal en siete días" de nuestros austriacos de manual, no deben ser más que un paso hacia la constitución de una empresa. Si ayudamos a los empresarios individuales se quedarán toda la vida al cobijo de las ayudas, que me temo hay demasiados, como dice García Domínguez. 

Y es que en España hay muchos intereses creados para que las grandes empresas instaladas no tengan que someterse a la competencia de las emergentes. De modo que así quedan protegidas las realmente interesadas en que las pequeñas no crezcan. 

Antes de exigir salarios europeos, concedamonos productividad europea. 

La empresa tiende a crecer, a aprovechar las economías de escala, a reducir los costes medios aunque los salarios aumenten (es más, las economías de escala son condición imprescindible para que los salarios aumenten): es aritmética pura: si la productividad por recursos aumenta, aumentan los beneficios y aumentan los salarios. 

Lo malo es que en España la Pymes tiene vocación de Pymes. En cualquier otro país (que no sea Portugal, o Grecia, además de España) tiene vocación de crecer. Cuanto más crezca, mayores serán sus márgenes, sus medios para invertir, y sus recursos para protegerse contra los infortunios. El tamaño importa, como dice GD.  

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