Rita Maestre. Con esa cara de virgen del Greco, de niña buena a la par que bella... Tenía que ser ella. No podía ser otra. Hubo otras, pero ella fue el centro de atención, ¡irremediablemente! Mirad cómo mira, con humildad y arrobo, a su alcaldesa, que la salva de esa horda inmisericorde de periodistas, una jauría de indeseables.
Ah! Jumentud, como dice un amigo mío, eres bella por fuera y todo caos y desorden por dentro, todo furias y rencores... quieres ajusticiar a Cristo. Eso ya lo hicieron los judios haca 21 siglos. También queréis matar a Franco y ganar la guerra que se acabó hace 80 años.
Habéis establecido un puente entre vuestra frescura juvenil y las viejas Carmenas, amargadas por estar toda la vida pensando en la venganza. Toda la vida amargadas porque la Transición avanzaba, pese a ellas. Ese puente no deja respirar a España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario