"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 24 de diciembre de 2016

El país que no vivía mirando por encima del hombro

Alemania, los alemanes, ya no podrán salir a la calle con total seguridad. Un terrorista vigilado por la policia antiterrorista, por sospechoso de actividades yihadistas, dejó de ser vigilado en septiembre. Se consideró que no era peligroso, pese haber sido denunciado por Grecia como terrorista peligroso. Robò un camión y replicó lo de Niza en Berlín. 
Alemania y Francia ya no pueden estar seguros contra actos de este tipo; han sufrido el mismo tipo de antentado: un camión lanzado contra la multitud relajada en un día festivo disfrutando de los mercadillos callejeros, en una zona concurrida. Antes, ambos países han soportado violentos atentados aterradores. Nadie puede pensar: no creo que me pase a mí, las probabilidades son escasas. 
La policía alemana ha demostrado una evidente falta de preparación para esta guerra. Primero, porque tiene una jerarquía policial acomplejada, sesgada hacia el miedo de que te tachen de fascista o racista, y además, porque no hay una verdadera policía centralizada que coordine las diferentes policías de los Länders, que se montó así para eludir el riesgo de una nueva Gestapo (como nos cuenta Guy Chazan en el FT). 
Cuando en Francia o Alemania en Tv entrevistan por la calle a cualquiera, me sorprende que siempre o casi siempre la primera respuesta sea: así no se puede vivir. ¿Es una respuesta significativa? Creo que sí, y me pregunto si en España somos igual de conscientes de lo que se cuece en Europa. España ha tenido mejor suerte en estos últimos años, si no contamos el terrible atentado del 11-M, que no parece haber despertado una conciencia de peligro, de miedo, de riesgo continuado. 
A lo mejor me equivoco, pero en España no vivimos "mirando por encima del hombro", por las razones que sean. La prueba es que Rajoy no se ha visto movido a dar marcha atrás, como Merkel, en su política de aceptación de inmigrantes y exiliados. Además, aquí la presión de la oposición "populista es totalmente opuesta a la de la extrema derecha alemana. Aquí la presión es por abrir las fronteras de par en par, porque nuestra oposición antisistema es de extrema izquierda, al revés que en Alemania o Francia. 
Es decir, mientras Merkel se ve presionada para que aplique una política mucho más rigurosa de fronteras y de policía interior, aquí es justamente al revés. ¿Curioso no? 
Me gustaría saber qué piensan en Italia Beppe Grillo y sus correligionarios, pero no sé por qué creo que no es lo mismo que Podemos. 
En suma, aquí no miramos por encima del hombro, algunos ayuntamientos podemitas tienen carteles que dicen "wellcome inmigrants", y a mucho les parece bien. Hay una opinión distinta, claro, pero no de las que salen a la calle a decir: basta ya. Si de muchos dependiera, procesaban a los pobres guardias civiles que se juegan el pellejo defendiendo la marea sonre la verja de Ceuta, por "genocidas". 
Evidentemente, cuando pasan estas cosas es por qué están profundamente enraizados estos sentimientos en la España profunda. Si no miramos por encima del hombro, es porque lo sentimos así. Nos sentimos protegidos y punto. ¿Somos afortunados por esto?
Todas estas diferencias, y otras, me llevan a preguntarme si realmente somos europeos, aparte de boquilla. En Europa, sea por la mera presión de esos partidos de extrema derecha, sea porque llegan al poder, se va a asistir a un profundo cambio de actitud ante la inmigración. Un cambio que aquí nos va a pillar con el pie cambiado. Eso sí: Rajoy, creo, está decidido a mantener impermeables las fronteras mientras pueda. Frente al caos que proponen los otros, nacionalistas comunistas, y demás pelajes varios, creo que el PP es el único partido - aunque muy debilitado - que en determinados temas de máxima importancia está bien encajado en Europa y sabe lo que quiere. Eso sí, sus métodos a veces hacen dudar de su firmeza. 

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