EEUU ha intentado involucrar más a China, proveedora de energía a Corea del Norte, presionando par que deje de comerciar con Pyongyang. EEUU ha amenazado con ser la primera en atacar a CN si China no se pone más dura con CN. Pero el efecto sobre un Pyongyang acorralado no es muy claro, si ve que su régimen y su propia vida estarían en peligro, no teniendo ningún motivo para ser el segundo en atacar.
Todo esto en las manos, como dice Gideon Ratchman, de políticos veteranos y expertos sería difícil de gestionar, no digamos entre dos locos como Pyongyang de un lado y Trump del otro, cuyo delirio aumenta el campo de la incertidumbre a una vía ancha.
Tampoco hay que descartar la responsabilidad de líderes mundiales anteriores, que podrían haber actuado preventivamente con menos riesgo, y no haber dejado que el peligro creciera desorbitadamemte como ahora. El arsenal que ahora posee Pyongyang es devastador. Cuando empezó esta historia con su padre, los daños de réplica eran limitados.
Lo que no se entiende es la pasividad de las bolsas, que parece demostrar que sólo se ponen en movimiento cuando es demasiado tarde, y violentamente. Pero no es que cuando la mayor parte del movimiento es especulación a corto plazo, ya habrá tiempo de salir, para que los que se queden atrapados sufran las consecuencias. (Ver "El mayor riesgo financiero de este verano")
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