"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 12 de octubre de 2017

Richard Thaler y la racionalidad de los mercados

El reciente premio Nobel de Economía, Richard Thaler - uno de los fundadores de la "Behavioral Economics" - se ha mostrado preocupado por los niveles actuales de las bolsas

"Parece que estamos viviendo el momento con más riesgo de nuestras vidas, y sin embargo los mercados bursátiles parece que estén durmiendo la siesta. Admito que no lo entiendo". 
"No sé ustedes, pero yo estoy nervioso, y parece que cuando los mercados están nerviosos, son propensos a ser asustados. Pero parece que nada les asusta ahora".


Richard Thaler (Confidencial)

Una de las aportaciones más importantes de Taler ha sido a la economía financiera. El debate se centró con Eugene Fama (Nobel, también), el gurú del hiperclasicismo en este campo, Thaler, junto con otros colegas, como el también premio Nobel Robert Shiller, ha sido muy crítico con la MEH, o la Hipótesis de la Eficiencia de los Mercados, caballo da batalla de Fama. 
La MEH se basa en dos premisas también indiscutibles para los perfeccionistas de mercado: primero hay un precio justo, de equilibrio, de las accciones,  en torno al cual fluctúa el mercado. Segundo, el agente inversor es racional, capaz de detectar ese precio óptimo. La libertad de mercado y el arbitraje hacen que, si no todos se han enterado de que el precio justo ha cambiado de 30$ a 35$, en cuanto el que lo ha percibido empieza a comprar masivamente esas acciones, las hace subir, lo que incita a otros a comprar, hasta que el precio llega a 35$. 
Esto se ha demostrado falso por muchas pruebas estadísticas, aunque Fama insiste en que es indemostrable, y por eso la llama hipótesis. Pero háganse una idea de lo que es Fama cuando dice que en 2008 no fue una crisis financiera, que no hubo burbuja del ladrillo y que por lo tanto está no explotó...
Como demuestra un gráfico de Shiller, con datos desde 1827, y muchas otras pruebas, es muy difícil tragarse que los precios de los mercados no sobre reaccionan sobre un supuesto precio justo. Shiller 


Robert Shiller (Wikipedia)

pensó que si los precios eran óptimos y los agentes racionales, el precio de una acción debería ser el valor actualizado de los dividendos futuros distribuidos, cosa conocida por el agente racional. Como Shiller estaba trabajando con una serie histórica, no le costó obtener una serie de dividendos y, a partir de ellos, construir cuál era el valor descontado que debería valer la acción o acciones que entraban en la serie. 
El resultado fue, obviamente, que mientras el precio teórico apenas fluctuaba, el precio real era una montaña rusa. 
A eso Fama & cía replicaron con una serie de razones ad hoc, y así ha seguido el debate hasta ahora. 
La lectura de Richard Thaler me ha hecho preguntarme, como con otros autores, por el significado del chartismo. Yo creo que el chartismo no puede considerarse abonado a la hipótesis racional y de Eficiencia  máxima. Creo que, al revés, el chartismo es un sistema de valoración del futuro subjetivo, en el que "cada maestrillo tiene librillo", no basado en un nivel de los mercados de equilibrio, sino en la dirección próxima para tomar posiciones ganadoras, sea cual sea esa dirección prevista. Pero el chartismo de unos y otros tiene mucha influencia en el precio y sus cambios, sobre todo si todos (o la mayoría) los modelos chartistas tienden a decir el mismo mensaje, con lo que se refuerzan unos a otros, lo que explica la sobre reacción del mercado. 
En realidad Keynes tenía razón cuando desconfiaba del mensaje de los mercados, en los que el fue, por cierto, muy afortunado, aunque nunca creyó en un precio justo. 
Ya saben la descripción que hizo de la "racionalidad" de estos: un especulador predice un precio como un concursante que participa en el concurso de un periódico, en el que se ofrece un viaje al que adivine qué seis bellezas de las 20 expuestas en el periódico serán las más votadas. El jugador ingenuo marcará las seis que más le gustan a él. Otro más ducho, marcara las seis que el creen que gusratan a los demás. Y otro más retorcido, marcará las seis que el cree que los demás piensan que serán las más votadas. 
En mi opinión, eso es lo que intenta el chartismo: la adivinación de qué acción subirá y cuánto en función de los gráficos, que nos desvelan las preferencias y otros datos de los inversores. 
Pero, claro, hay que tener en cuenta que una vez elegida la pieza, conviene correr la voz, para que otros se fijen, y apuesten también por ella, lo que elevará el precio, pero no como dice Fama, "hasta el precio justo", sino según la fuerza del viento - de las compras - vertido en ésa. Al chartista no le interesa el secreto de su lógica, al contrario. Parece aventurado sacar conclusiones de por dónde va la economía en función de La Bolsa. 
En todo caso, yo saco una conclusión. Los mercados no tienen nada que ver con la economía real. Keynes decía que el mercado era más útil a la economía real cuando los accionistas eran propietarios de la empresa, y entonces sí había una relación entre la cotización y la actividad de ésta. Pero una vez dispersado el capital social, los objetivos de los participantes son otros, y pasan olímpicamente de la vida de la empresa. Más cuando se especula sobre índices bursátiles, por ejemplo. Pero eso es ya irreversible. 

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