"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 10 de octubre de 2019

Vargas Llosa y su “Tiempos recios”

 Karina Sainz Borgo no se anda por las ramas para decirnos que la última novela de Vargas Llosa es sublime, y la compara en plano de igualdad con “Conversación en la Catedral”, para mí un de las enormes novelas del siglo XX. Para mí en una buena novela han de destacar los personajes, te has de enamorar o fascinar con ellos, sean buenos o malos. Esto se cumple con “Conversación en la Catedral”, que pese a ser una novela coral de toda una sociedad, verídica además, los personajes de ficción del primero hasta el último son fascinantes, empezando por el protagonista Zabalita y acabando con él choferes de la familia, pasando por los políticos, auténticos, que salen retratados. 
La he leído tres veces sin pesar ninguno, y no renuncio a pensar que la volveré a leer si Dios me da vida para ello. 
Si la nueva entrega de Vargas Llosa, “Tiempos recios”, llega a esas cotas será cosa de comprarla ya. En Amazon ya está disponible, así que no voy a perder el tiempo. A ver si Karina, una gran crítica, tiene razón.

4 comentarios:

Pablo dijo...

¿Y que me dices de La ciudad y los perros, verdadero universo en miniatura, desde el barrio de Miraflores con sus niños de papá hasta las malas bestias del Leoncio Prado?

www.MiguelNavascues.com dijo...

La leí antes, y me gustó, pero no tanto como la otra.

xxavier dijo...

Me resulta difícil comprender el gran éxito de 'La ciudad y los perros' en España. No porque no sea un buena novela, sino porque para entenderla hay que conocer el medio social de Lima en los años 50. Como yo vivía por allí por entonces, lo entiendo todo perfectamente, pero el español medio se tendrá que imaginar la escena, que forzosamente distará muchísimo de la vivida por el autor en su día...

Lo mismo puedo decir de 'Conversaciones en la catedral', y de la espléndida 'La tía Julia y el escribidor', por no hablar de 'Pantaleón y las visitadoras'...

www.MiguelNavascues.com dijo...

Bueno, transportarnos por la lectura a mundos diferentes de otras épocas es precisamente un aliciente de la lectura. Se aprecian los cambios de costumbres a la vez que la permanencia de la naturaleza humana, algo perfectamente discernible leyendo, pongo por ejemplo, a Platón. Cuantas han cosas han cambiaos, y quë pocas también.