"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 16 de junio de 2021

El roce tenía un precio

La astracanada de Sánchez por rozarse con Biden demuestra como está España de nivel de respeto. Esa astracanada ha costado 6 millones de soborno o como-se-llame al erario español. 
Somos un no-país que va limosneando una no-presencia en actos internacionales haciendo el ridículo, lo cual creo que sería mejor evitar y demostrar honradamente que estamos a la altura de betún, o más abajo. Pretender un nivel de reconocimiento que no existe es patético, y es engañar a los españoles de su verdadera situación. 
Total, un vídeo de 30 segundos en el que Sánchez parece dirigirse a Biden como un camarero desconsolado porque el señorito no quiere nada de tomar. 
¿No quiere ud. un café? ¿Y una ensaimada de Mallorca? Biden, impertérrito, sigue andando sin mirar al camarero. Va a lo suyo, que es entrar por una puerta a la que parece no tener acceso el camarero, que será despedido por su fracaso. A menos que haya sido una apuesta de unos tunantes, que podría ser. 
Apuesta con coste previo de 6 millones.
España siempre ha sido un país voluntariamente degradado en el escalafón internacional, tras sus glorias imperiales. Nunca ha tenido ganas de pintar nada ahí afuera. No participó en ninguna de las dos Guerras mundiales, por decisión propia, pero también porque las alianzas internacionales sospechaban de un país tan débil. Sólo el conde de Romanones, en la Primera, quiso meter a España con el bando aliado, pero el rey era pro alemán, y la reina, para más inri, como nieta de la reina Victoria, pro británica. Un cafarnaun. Dijeron que mejor juráramos neutralidad, dadas nuestras capacidades bélicas. El rey, muy ufano, montó una Cruz Roja internacional, para poder influir en la post guerra, pero no le sirvió de nada. 
Nulidad vaga, sin peso, y sin reconocimiento. En La Paz de Paris tuvo más importancia una Grecia destrozada que una España insustancial. 
La tradición de España ha sido no meterse en asuntos ajenos, pero lo malo es que esos “ajenos“ no han dejado de inmiscuirse en nuestros asuntos internos. Y eso no lo vamos a corregir mandando a un camarero al  presidente de EEUU al que no le cae bien España desde que Zapatero se quedó sentado al paso de su bandera. Eso no lo hace ni un retrasado. Pero ZP es un ser no calificable. Que haya tenido dos legislaturas informa algo del sustrato de este país. 
 

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