"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 31 de octubre de 2022

MA Belloso y Cristine Lagarde

Leo en El Confidencial a mi amigo MA Belloso criticando a Lagarde, presidenta del BCE.: dice en esencia que Lagarde es blanda, una “paloma”, no un “halcón” en su lucha contra la inflación. El tipo de interés alcanzado después de tres subidas desde el -0,5% es demasiado bajo. 
Belloso suele acertar, pero no es economista. Si lo fuera no dividiría el mundo en dos partes irreconciliables, Palomas y Halcones. He dicho en algún sitio que en economía no hay verdades inmutables, pues no es una ciencia. No hay más remedio que juzgar lo que dices y haces por circunstancias que condicionan el resultado. La Econometría es un fracaso (aunque los econometras vivan muy bien), como demostró Larry Summers hace tiempo.  
Y Lagarde se enfrenta a condicionantes que le impiden subir a ciegas el tipo de interés. Digo a ciegas porque estamos en una situación diferente, nueva, no vivida desde los años remotos de las crisis del petróleo (1970-80). No sabemos, o Lagarde no sabe, si va a provocar una recesión brutal o no. La recesión ya está presente en algunos países (Alemania), y asoma ya en otros. El año que viene va a ser de recesión en la Zona. En España, la caída de la demanda contribuirá a moderar la inflación, pero hay un riesgo de que la caída de la economía real sea demasiado fuerte y prolongada (pese a lo que dice el gobierno. Es similar al riegos que corre la FED: bajar la inflación pero al coste de una caída en el pozo y demasiado tiempo. Es lo que pasó en EEUU, 1970-80, cuando el presidente de la FED tuvo que contraer la liquidez y enfriar la inflación (12%) metiéndose en una dura recesión.
Pero Lagarde se enfrenta a un tercer riesgo que EEUU no tiene: y es el peligro  de que la deuda de los países del euro diverja demasiado en los mercados y se rompa el euro. Obviamente sería una catástrofe para todos, acreedores y deudores, con quiebras y fugas de capitales, sin saber bien cómo acabaría, en todo caso una crisis política y económica profunda. En la imagen vamos que antes d la crisis 2008 no había diferenciales ente los más intereses pagados.



Lagarde no puede dejar de mirar a ese frente, que dice haber solucionado con el TPI. Este instrumento fue creado en julio, cuando empezaron a aparecer diferencias alarmantes entre rendimientos de deuda de los periféricos (Italia y España, p.ej.) y de Alemania. Consiste en comprar deuda de los primeros con el dinero cobrado por el vencimiento de deuda de otros (Alemania). Esto evitará que se amplíen dichos diferenciales, pero no es sostenible a largo plazo, a menos que los países periféricos muestren que van a reducir su excesivo endeudamiento. Pero Italia, España y otros no han dado señal alguna de que van a moderar sus emisiones.
Creo que eso condiciona a Lagarde en su lucha contra la inflación: es un flanco débil evidente. La debilidad tiene su origen en que la UME no fue capaz de crear emisiones conjuntas - una deuda europea -, proyecto que fracasó porque Alemania no quiere oír algo que supondría pagar un interés más alto que ahora. 
Por otra parte, no sé si gobiernos como el español está interesando en que le aten las manos y le tasen su endeudamiento. Ha demostrado en sus presupuestos 2023 que tiene un gran afán endeudador, además de recaudador, sin cortapisas. Italia tiene un mayor problema de deuda, pues además de aumentarla, su PIB no crece. Por eso ha llegado al 150% del PIB, a pesar de que Mario Draghi era presidente de gobierno. 
En 2023 habrá recesión en España, y la deuda aumentará, por lo que la ratio Deuda/PIB subirá seguramente. Mal año para Lagarde y el euro, que se devaluará irremisiblemente. Esto añadirá más fuego a La inflación, y más dificultades para Lagarde. Lo siento, es una constatación, no una opinión.

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