Las vívidas y melancólicas descripciones de Zweig son dignas de recordarse, pero ¿debemos reprocharle que cuando era más joven mostró una fuerte virulencia patriótica-chauvinista, en 1914, cuando el Europa empezaba su decadencia? No lo sé. Creo que se pueden salvar del fuego muchos de sus libros, como el mencionado, o sus biografías de personajes históricos.
Lo que me llamó la atención hace poco, cuando leí sus diarios, fue descubrir que Zweig tenía una afición declarada y muy estimada por el exhibicionismo, vicio consistente en exhibir sus partes pudendas a jovencitas que pasean por el parque. Concretamente, cito un párrafo
Martes, 10 de septiembre He dedicado toda la mañana a asuntos pendientes, y he pasado más rato preparándolo todo para ponerme a trabajar que trabajando propiamente. Después he salido a pasear por el parque de Liechtenstein, schaup6 El objeto, demasiado joven, sin mucho interés, más atónita que capaz de la madurez psicológica adecuada. En definitiva ha sido menos excitante que peligroso.
Donde “schaup” es la palabra clave para nombrar esa actividad, como nos explica la nota 6 a pie de página (que cito al final). El comentario de Zweig sobre la decepción que sufre por la demasiada inmadurez de la joven muestra que Zweig es un veterano cualificado para valorar esa “afición” y cómo sacarle provecho. ¿Cuál será la “madurez” óptima para sacarle plena satisfacción?
Desde luego que hay aficiones peores. En aquella pudibunda época, en que la oferta de emociones era muy recatada y escasa (matrimonio, adulterio, prostíbulo), supongo que esta era una de las maneras de tener una emoción erótica. Quizás aquí habría que diferenciar entre apetito sexual y deseo de erotismo, que debe ser el objetivo de estos perturbados del casto orden. Su comentario final
“En definitiva ha sido menos excitante que peligroso”.
Lo dice todo. Un hábito arriesgado, por lo tanto perseguido (como es lógico), al parecer parte de la vida cotidiana de Zweig.
Lo que sí es un poco chocante es que esas actividades coincidan con sus artículos, tan chauvinistas, de 1909-1914.
Nota 6 de Los diarios de Zweig:
La abreviatura «schaup.» se refiere a un verbo acuñado por Zweig, «schauprangern», compuesto de los términos Schau, ‘exhibición, ostentación, espectáculo’, y Pranger, ‘picota’, de donde deriva la expresión «an den Pranger stellen», ‘exponer a la vergüenza, desenmascarar’. De acuerdo con el reciente libro de Ulrich Weinzierl, Stefan Zweigs brennendes Geheimnis (‘El ardiente secreto de Stefan Zweig’, Viena, Zsolnay 2015), se trata de una forma críptica del autor para aludir a su exhibicionismo. (N. de la T.)
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