"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 18 de mayo de 2025

Patéticamente, Eurovisión

Allá en el origen remoto de los tiempos, cuando empezó el insoportable espectáculo rancio de Eurovisión, a mayor gloria de la Unión Europea - nombre entonces rumiado entre dientes, pues oficialmente era la Communitée Economique Européene, sin más pretensiones -, la cosa ya apuntaba porque se veía un tono espeso al que respondían mayormente las marujas, al calor de la mesa camilla con brasero, con sus dignísimos esposos asintiendo a las ocurrencias de la abuela o su hija. Los jóvenes se habían (o nos habíamos dispersado en el anochecer prometedor). Ni siquiera hablábamos del tema. Para nosotros era letra muerta, rancia política, acto en el que el régimen buscaba unas gotitas de calor humano. Y a nosotros los bárbaros, nos la refanfinflaba el tema. Lo importante era quemar la noche… y llegar a casa frustrados, pero habiendo cumplido, el honor a salvo. ¡Que tiempos aquellos en que no podías fracasar gracias a las estrellas! Era el llamado “divino fracaso”, por lo juvenil…
Por eso me llevé una sorpresa mayúscula cuando Masiel ganó por España la primera vez; aunque no lo ví - estaba cumpliendo con mi sagrada obligación de jumentud, de dar la brasa a una chica con minifalda -… Y  al año volvió a ganar empatada con England, o sea, United Kindom, madre patria de los Beatles, que esos sí que eran auténticos y arrasaban. Es claro no iban a Eurovisión porque esa mugre les hubiera mermado fans…
Luego, poco a poco, las generaciones cambiaron, me desentendí, y a la vejez madura me enteré que Eurovisión era cosa de mariquitas. Me enteré por un compañero de trabajo, que había estado en todos los certámenes y se pirraba por el tema. Mayor desenganche no podía yo alcanzar, hasta al punto de no ver ni los resúmenes… hasta un año que ganó una austriaca con barba, ¡eso sí que chocaba! 
Ayer, como siempre, España hizo el ridículo más espantoso insertando un cartel contra el “genocidio” de Israel. Automáticamente recibió una reprimenda y se jugó la suerte de su estrella, una tal Melody (nombre muy original, por cierto). España lleva ya ni sé cuántos fracasos, me da pereza contarlos. No sé por qué, me regocijo. 
En cuanto a la politización del festival: ¡pues también me regocijo!

2 comentarios:

Miguel E. dijo...

Voto popular de España; Israel y Ucrania en primer y segundo lugar respectivamente.

La gente votó para joder al Gobierno central.

En las próximas elecciones gobernará Feijóo con Vox.

www.MiguelNavascues.com dijo...

A ver si es verdad