"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 12 de noviembre de 2020

Ideología y ciencia

Dice Zoe Valdés en Libertad Digital que se ha quedado suspendida en el aire sin ideología, ni de izquierdas ni derechas. Añade algo muy confuso que no logro entender, como que se quedó en España y no fue a Francia porque ésta había renunciado a su racionalismo en favor de un sentimentalismo estéril.
Todas las ideologías son entramados para conquistar el poder, lo sepan o no los humildes militantes que las practican. No se le puede pedir a una ideología coherencia lógica, ni espíritu científico, ni dudas y vacilaciones, sino certezas contundentes. Y cuando al final de su artículo dice que ha vuelto a sus orígenes cristianos-católicos, me temo que ha hecho un viaje en redondo para llegar al mismo punto. 
La máxima representación de una ideología es el marxismo. 
Decía yo hace un par de años, 

Como dice García Dominguez en un Twitter, “podría no haber nacido, pero hace 200 años y 100 millones de muertos nació Marx”. No se me ocurre resumen mejor del profeta del siglo XIX y sobre todo XX. Porque Marx fue eso, profeta, de ahí la envergadura de su influencia. La ironía es que fue el inventor y promotor de socialismo “científico”, lo cual era una pretensión infundada. Si llegar a serlo, científico, no hubiera salido de un ámbito familiar y de conocidos ni hubiera causado cetenares de millones de víctimas. 
Pero tuvo éxito, sobre todo una vez muerto. Y fue por su carácter profético, religioso, y acientífico. No sé si se dio cuenta, pero fue un imitador de las profecías De la Iglesia, salvo porque su paraíso sucedía en esta vida, no después de la muerte. Es más, si se tiene en cuenta que los primeros cristianos, San Pablo, y el evangelio según san Mateo, promete que la inminente Segunda venida sería para instaurar el reino De Dios en esta Tierra, más coincidencia. 
Al igual que el cristianismo, al ver que la Segunda Venida y el Paraíso se retrasaba, hubo que alargar el periodo de transición, y de ser inmediato según San Pablo - profeta escatológico por excelencia -, la Iglesia tuvo que reconstruir la doctrina para que la gente no se fuera. Idem Marx, cuyos seguidores prorrogaron la transitiva  “Dictadura del Proletariado” como un chicle para mantener a sus huestes bien sujetas, porque a fe que era dictadura. No había engaño en ello... hasta que se cayó el Muro de Berlín. Muro que fue construido para que no se escaparan los alemanes del este, aunque la excusa era que no se infiltraran los del oeste. Sin embargo cuando la caída, la gente huía en una sola dirección. 
Todos los regímenes comunistas inspirados en el marxismo fueron totalitarios, crueles y arbitrarios hasta el paroxismo, hasta el punto de ejecutar gente por usar gafas, signo de señoritismo o aburguesamiento. No hubo ni un solo régimen marxista lejanamente benévolo, y afortunadamente los historiadores han dado buena cuenta de las atroces carnicerías inspiradas en esta religión, sin duda la más sangrienta de la historia. Si no en cantidad, lo fue en una fe férrea sin fisuras, inmisericorde, donde todo rasgo humano como la misericordia y el amor fue perseguido con saña. Dice Carmen Calvo, diputada del PSOE, que el romanticismo “es machista”. Por lo menos es humano. 
En cuanto al valor científico del legado, Marx cometió tantos errores en su obra Máxima, “El Capital” que no tiene ningún valor. Algunos dicen que fue un sociólogo genial, precursor de no sé qué y no sé cuántos, pero no tengo mucha fe en que sea así. Y su visión de la historia fue simplemente paranoica, centrando TODA ella en la lucha de clases. Ridículo. 

Desde el punto de vista racional, Marx es un completo error. Sin embargo, ha vuelto a estar presente tan sólo veinte años después de la caída del muro de Berlín. Ya ni siquiera se lee, sólo se le cita como si lo fecundara todo, todo lo que le conveniene al ideólogo. 
En “El manifiesto comunista”, Marx no pudo reprimir su admiración a la capacidad del capitalismo para movilizar recursos. Ninguna “fuerza” había sido capaz de promover en tan poco tiempo la acumulación entre el XVIII y el XIX. Pero tenía un pecado original, que era la plusvalía, parte del salario que el burgués le sustraía al trabajador. Todo esto basado en la “Teoría del Valor-Trabajo, una entelequia que el mismo Marx descartó en su tercer volumen de su Das Kapital
Pero no por eso renunció a sus ansias de ser científico, de fundar una ideología sobre una ciencia, su ciencia. Esa “ciencia” produjo cientos de millones de víctimas, porque ese carácter de ciencia le dio una fuerza especial a la ideología a la hora de difundirla. No quedaban nada por discutir, todo estaba bien trabado en esa seudociencia que se imponía en las conciencias como un márchamo definitivo. El que no creía, se le rompía la crisma y ya está.
Ante esta contundencia, ya que no veracidad, la derecha se ha visto siempre en desventaja para el combate de las ideas. Me hace gracia que leyendo “Madrid de Corte a Checa” (novela recomendable pese a su parcialidad), nos presenten al partido de Gil Robles como el PP de hoy, maricomplejines, vendiendo eficacia de gestión y nada de ideología, mientras la izquierda ofrecía “lucha de clases”, “matar al burgués”, “expropiación”, “acabar con la Constitución burguesa”, ideas-fuerza mucho más atractivas para su clientela.
¿Estamos en una contextura similar? Pues para mí hay muchos puntos en común, de uno y otro lado. Si la derecha fuera capaz de ganar unas elecciones, ¿le montaría la izquierda un golpe de estado como el del 1934?
Por la amenazas de Iglesias sin rodeos, parece ser que sí (“Uds no volverán a gobernar jamás”).
Aquel golpe fue, sin duda, el comienzo del la Guerra Civil, pues las izquierdas se quitaron la careta y fueron directamente a la yugular el “Estado burgués”, que había que sustituir por una dictadura del proletariado.
Todo este desaguisado se intento borrar por siempre con la Transición; pero hemos comprobado la fuerza, basada en su falta de escrúpulos, de la izquierda, que quiere derribar este régimen. Como ha anunciado Bildu, socio del gobierno, “vamos a Madrid a derribar el régimen”. 

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Cuando la primera ola del Covid remitió, Sánchez & co nos dio su bendición y nos anunció que habíamos “vuelto” a la “nueva” normalidad. ¿Vuelto, nueva? en fin, que habíamos atravesado el desierto, había sido duro, pero podíamos irnos de vacaciones. Fue lo primero que hizo, por cierto, antes que nadie. Las cosas no salieron como se esperaba, la pandemia volvió y la nueva normalidad se embarró. Nos echó  la culpa, como Moises al bajar de Sinaï a los judíos, pero culpa o no, la pandemia alcanzó cotas de alarma superiores incluso a la primera oleada. 
Y aquí estamos, volviendo a tomar medidas que lo único seguro es que desbarrarán la economía todavía más. He leído en alguna parte que cuando esto se acabe, habremos retrocedido 30 años. No se trata de volver al nivel de PIB y empleo de antes de, eso sería simplemente una esperanza... retrasada. Se trata de volver a donde hubiéramos estado sin la pandemia. 
Ad calendas griegas.  
No esperemos que las esperanzas que nos venden con la vacuna lleguen antes de 2022, Bill Gates dixit. ¿Por cierto, cómo se llamará esa nueva normalidad? Nueva-nueva? 
De momento hemos de conformarnos en asistir cómo van quebrándonos empresas, como el poder público facilita créditos para que las pymes puedan pagar impuestos antes de quebrar, manera muy sutil de encanallar el ambiente, porque no han perdonado, si acaso atrasado, el cobro de impuestos. 
(Ahí tienen una diferencia entre la política de EEUU y España. Pese a ello, la deuda española avanza a toda vela.)
A final de año veremos llanto y crujir de dientes (caray, qué bíblico estoy). Pero no será más que una etapa más hacia el desescalabro. 
Nos mienten todos los días. El rebote del PIB del tercer trimestre es mentira. El paro oculta entre los ocupados los ERTES y los inactivos, que si se pusieran en su sitio, el paro llegaría al 22%. Fácil que a final de año llegue al 25%. Pero no será ese su límite. 
Mientras, no veo esperanzas de unas elecciones que nos quiten estas garrapatas que gobiernan con terroristas y separatistas. Me tomo muy en serio la amenaza de Pablo Iglesias a la derecha: “Uds no volverán a gobernar jamás”. No es una predicción, es reconocer que hay una estrategia y está bien pensada. 

domingo, 8 de noviembre de 2020

Lo que nos espera para final de año (corregido)

El gobierno ya ha publicado los tres primeros trimestres del PIB. Sin embargo, la Comisión, en el resultado esperado para el conjunto del año, será más pesimista que el gobierno: se apunta a una contracción, año sobre año, del -12,4% (similar a la del Banco de España), frente al del gobierno de un 11%.
Las cifras ya obtenidas de los tres primeros trimestres, y el conjunto de año de la Comisión (cercana a la del Banco de España), Nos permite estimar el cuarto trimestre, dado que la suma de los interanuales divididos entre 4 de los cuatros trimestres, divididos entre 4, suelen coincidir con el total anual. 
Así tenemos que el cuarto trimestre de año será igual de funesto que el segundo, con un - 16,6%
Total.- 1T. -  2T. -  3T. = - 4,4% que, multiplicado por 4, da un - 17,6%.

Una cifra que lleva consigo a un aumento del paro que, sin falsas contabilidades y habida cuenta del final de muchos ERTES, será posiblemente superior al 25%.
Si el segundo trimestre fue el periodo en que más negocios cerraron, como vimos en el post anterior, el cuarto no va a ser más benévolo. Recordemos las palabras de Daniel Lacalle que yo reproducía en el post anterior:

Es como mínimo intolerable que el Gobierno lance al triunfalismo en un país que encara el segundo confinamiento con 100.000 empresas menos que hace un año, un 16,9% de paro y 730.000 personas en ERTE. Según ATA, en septiembre se perdían 100 autónomos al día. En octubre la cifra se triplica.”

Traigo aquí las palabras de gobernador sobre el 17,7% trimestral de tercer trimestre:

Conviene señalar, en cualquier caso, que esta tasa intertrimestral tan elevada es, en gran medida, una consecuencia estadística del marcado retroceso del producto en los dos trimestres precedentes. De esta forma, e incidiendo en la naturaleza incompleta de la recuperación actual que ya he mencionado anteriormente, es importante tener en cuenta que el PIB de nuestra economía en el tercer trimestre aún se encontraba un 8,7% por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior y era un 9,1% inferior al alcanzado a finales de 2019.
Además, como detallaré más adelante, la intensidad de esta recuperación se habría visto afectada adversamente desde principios del mes de julio por los nuevos rebrotes de la enfermedad que se han producido en nuestro país y que han provocado un nuevo deterioro de la situación epidemiológica.

Lo que concuerda bastante con las palabras de Daniel Lacalle que citaba el otro día en el post anterior:

“Es increíble que la ministra de Economía, Nadia Calviño, confunda (o utilice) de manera triunfalista un rebote como "crecimiento" y sacar a trabajadores del ERTE como "creación de empleo". Porque España en 2020 ni crece ni crea empleo, más bien decrece y destruye puestos de trabajo.

Esto no es "crecer", es un rebote por efecto base que muestra que tras meses de reapertura la devastación económica es enorme y no tiene precedentes en nuestra democracia.”


Y todo esto dando por bueno el dato del tercer trimestre, algo que yo rebato.
El tercer trimestre, según el dato oficial, ha crecido un 16,7% trimestral, lo que ha dado el resultado de un -8% interanual, y un - 5% interanual para en cuarto (sobre el mismos trimestre un año antes). Pero si, como sospecho, ha sido menor, la interanual del cuarto será más negativa, lo que daría una contracción en el año inferior (mayor en valor absoluto) al -12,4%.

Nota: fuente de datos, INE, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=30679#!tabs-tabla

viernes, 6 de noviembre de 2020

Empleo y paro en EEUU

Mientras en España seguimos adormecidos, en EEUU se sigue creciendo, creando empleo y reduciendo el paro. Según Calculated Risk, 

Total nonfarm payroll employment rose by 638,000 in October, and the unemployment rate declined to 6.9 percent, the U.S. Bureau of Labor Statistics reported today. These improvements in the labor market reflect the continued resumption of economic activity that had been curtailed due to the coronavirus (COVID-19) pandemic and efforts to contain it. In October, notable job gains occurred in leisure and hospitality, professional and business services, retail trade, and construction. Employment in government declined.




...
In October, the unemployment rate declined by 1.0 percentage point to 6.9 percent, and the number of unemployed persons fell by 1.5 million to 11.1 million. Both measures have declined for 6 consecutive months but are nearly twice their February levels (3.5 percent and 5.8 million, respectively).
... 




The change in total nonfarm payroll employment for August was revised up by 4,000 from +1,489,000 to +1,493,000, and the change for September was revised up by 11,000 from +661,000 to +672,000. With these revisions, employment in August and September combined was 15,000 higher than previously reported.

lunes, 2 de noviembre de 2020

El PIB, un camelo descomunal

Nadia Calviño, responsable de economía, ha echado las campanas a volar porque el INE -que casualmente depende de ella - Ha anunciado un crecimiento del PIB de 16,7% en el tercer trimestre. Bueno, pues yo pongo en duda esta cantidad, aparte de que lo que se nos viene encima con la Segunda ola de pandemia es aterrador. En Daniel Lacalle encuentro una buena síntesis de lo que han hecho los indicadores adelantados de los distintos sectores económicos:

Los datos reales del PIB del tercer trimestre niegan el triunfalismo ministerial. Echemos un vistazo: 

- El PIB refleja una variación interanual de -8,7% tras cinco meses de reapertura e incluyendo dos meses de crecimiento. El segundo peor dato de la serie histórica.

- El desplome interanual por sectores es aterrador: comercio, transporte y hostelería -22%. Actividades profesionales, científicas y técnicas -13%; actividades artísticas y recreativas -18,5%; construcción -11%; información y comunicaciones -7,3%; industria manufacturera -4%. Solo la administración pública, la agricultura y las actividades financieras han crecido en términos interanuales. Además, recoge el peor dato interanual de la serie histórica en servicios e industria.

- El gasto de los hogares cae un 6,8% interanual.

- La inversión cae un 12,8% interanual.

- Las exportaciones caen un 17% interanual a pesar de la fuerte recuperación del PIB global, [especialmente en la partida turística, que no creo posible haya sido compensada por el turismo interior.]

- Solo el gasto público sube (+3,7%) en términos interanuales, muy por encima de la media de los últimos años.

Recordemos una cifra aterradora: según la EPA del tercer trimestreel sector privado ha perdido 805.900 empleos mientras que el sector público ha aumentado en 108.500 personas. Una situación insostenible.

Es increíble que la ministra de Economía, Nadia Calviño, confunda (o utilice) de manera triunfalista un rebote como "crecimiento" y sacar a trabajadores del ERTE como "creación de empleo". Porque España en 2020 ni crece ni crea empleo, más bien decrece y destruye puestos de trabajo.

Esto no es "crecer", es un rebote por efecto base que muestra que tras meses de reapertura la devastación económica es enorme y no tiene precedentes en nuestra democracia.

Conviene explicarle a los lectores que el cálculo del PIB del tercer trimestre se ha hecho con datos de solo dos meses. El mes de septiembre se ha calculado con indicadores estimados, no reales.

Explica el INE que "la mayoría de los indicadores estadísticos coyunturales ofrecen a día de hoy resultados hasta el segundo mes del trimestre (agosto). Ahora bien, como ya ocurriera en los dos primeros trimestres del año, el INE, en respuesta a este desafío estadístico, ha añadido a la información de base habitualmente empleada resultados adelantados de las fuentes de información normalmente utilizadas referidos al mes de septiembre, estimaciones de indicadores basados en datos administrativos y otras fuentes adicionales".

Es como mínimo intolerable que el Gobierno lance al triunfalismo en un país que encara el segundo confinamiento con 100.000 empresas menos que hace un año, un 16,9% de paro y 730.000 personas en ERTE. Según ATA, en septiembre se perdían 100 autónomos al día. En octubre la cifra se triplica.

Pero, insisto, yo pongo en duda la cifra, que me parece una burla ante los indicadores parciales mostrados. 
Lo peor es que estamos en segunda ola, que ha venido a acumularse a la resaca de la primera, sin que sus efectos se hayan disipado ni mucho menos, en paro (mucho más elevado que el oficial), en ERTES que caducan (de los quedan 750 mil vigentes) y un aumento de la morosidad a la banca. 
¿Vamos a seguir creciendo a “fuerte” ritmo con un tejido industrial mermado severamente, con menos empleo, y con más incertidumbre?
No me lo creo.

viernes, 30 de octubre de 2020

EEUU, PIB


El PIB de EEUU en el tercer trimestre se recupera con fuerza, aunque a una velocidad inferior a la de España: 8% frente a nuestro 16,7% (algo que cada vez me parece más increíble). 





Según comenta la web de Calculated Risk, la inversión ha sido el Gran repulsivo del PIB:

La inversión ha sido débil durante algún tiempo, se desplomó en el primer trimestre y cayó por un precipicio en el segundo trimestre junto con la economía en general. La inversión se recuperó en el tercer trimestre, especialmente para la inversión residencial y la inversión en equipos, pero no para las estructuras no residenciales. La inversión residencial (IR) aumentó a una tasa anual del 59,3% en el tercer trimestre. La inversión en equipo aumentó a una tasa anual del 70,1% y la inversión en estructuras no residenciales disminuyó a una tasa anual del 14,6%.

Es curioso el gran dinamismo mostrado por el PIB español. Es curioso porque se refiere a Julio, agosto, septiembre, los meses típicos del turismo que este año, como se sabe, ha naufragado en el plano del turismo extranjero.
¿Y eso ha sido más que compensado por el turismo interior? Me cuesta creerlo. 

PIB tercer trimestre

El PIB ha tenido una reacción positiva espectacular en el tercer trimestre, con un 16,5% de incremento, gracias al turismo interior (sic) que se lanzó con el final de la primera oleada de la pandemia y el relajamiento de las medidas confinatorias. Este incremento no cierra la brecha con el nivel del 2019, nos deja a un 4,5%. 
Otras actividades también tuvieron registros positivos, como la construcción y el comercio, es decir, todas aquellas ramas de actividad más afectadas por el confinamiento. 
Sin embargo, ahora viene  una segunda ola, que nos hará retroceder sin remedio en el cuarto trimestre, y probablemente el primero de 2021.
Ahora bien, yo tengo algunas dudas sobre de dónde ha salido esa fuerza del turismo interior cuando el paro más los inactivos representan más del 22% de la población activa y los ERTES significan una renta insegura y mermada. ¿Será un impulso de solidaridad de los españoles con el sector turístico? 
No sé. Es curioso el gran dinamismo mostrado por el PIB español. Es curioso porque se refiere a Julio, agosto, septiembre, los meses típicos del turismo que este año, como se sabe, ha naufragado en el plano del turismo extranjero.¿Y eso ha sido más que compensado por el turismo interior? Me cuesta creerlo. Más que nada porque el turismo interior ha sido el de siempre, es decir, imposible de que iguale y menos supere al extranjero en pleno asedio de los países que aconsejaban no venir a España. 2+2 suman 4, pero 2+0 suma 2. 

lunes, 26 de octubre de 2020

El estado estacionario

El estado estacionario sería el de una sociedad que considerara haber llegado a su plena satisfacción material, y por ello que no necesitaría crear más bienes, sino sólo reproducir ad eternum los mismos y en idénticas cantidades que en el presente. 
Esto, como dice Niall Ferguson, 




llevaría a la decadencia perpetua, no al estado estacionario soñado.
La economía, sí deja de crecer, perece. 
En realidad, antes de Adam Smith, la economía era estacionaria: entre la antigüedad y su tiempo apenas hubo más cambios que alzas y bajas aleatorias determinadas por eventos como pestes, guerras, o grandes alzas debidas a conquistas a costa de otros, o cambios tecnológicos inesperados. El Imperio Romano desfalleció y murió por estancamiento, que le debilitó fatalmemte frente a sus enemigos.
La idea de que debemos trabajar cada vez menos y simplemente repartir el trabajo entre más gente, o sólo ocuparnos de cosas tales como el calentamiento, o disfrutar de más del ocio, es ilusoria, y lleva al colapso de las sociedades como se vio en los regímenes comunistas. La única virtud de éstos es habernos enseñado lo que pasa cuando se difunden estas ideas, y lo que pasa no es precisamente un cambio pacífico. El estancamiento trae el descontento y represión, la única que puede garantizar el mantenimiento del empecinamiento en el error. Porque para lograr tal estado utópico hay que redimir cualquier iniciativa privada de inversión, innovación, que fatalmente producirían crecimiento y cambio. 
Fuera del crecimiento no hay salvación. El crecimiento es necesario para acabar con el hambre y la necesidad, por muy poco que haya, pues no es la redistribución lo que va a curarlo, y paradójicamente para tener paz social. Las necesidades no son constantes, ni la economía es estacionaria. 
El gobierno español, con un estado de alarma de seis meses, ha apostado por desdeñar estas consideraciones y estancar la economía después de la enorme contracción sufrida, lo que se puede llamar suicidio. Dentro de seis meses, en mayo de 2021, nos echaremos las manos a la cabeza al ver la pobreza en la que hemos caído, y habrá un descontento que se traducirá en violencia. A esas alturas ni el gobierno sabrá como afrontar el caso producido por él mismo, y me temo que el panorama político no será precisamente una balsa de aceite.  

sábado, 24 de octubre de 2020

La ruina

No sé si, como aseguran algunos, es lo que desea el gobierno, pero nuevas medidas de confinamiento y cierre o limitación de horarios serán la ruina de España. Lo de que quizás lo desea el gobierno viene de la conjetura de que “Cuanto peor, mejor, antes nos apoderaremos del país y sus instituciones, además de la economía”. Total nadie se va a mover, nosotros controlamos la calle... lo queremos sería un motivo para los “poderes fácticos” para apoyar a este gobierno, pues con otro habría luchas callejeras. 
Yo diría a los de esta teoría que no se preocupen, que no hay ninguna posibilidad de desbancar a este gobierno, tal como está la oposición (Lean mi post anterior). Este gobierno es inamovible porque la mitad de la oposición a decidido apoyarle (PP), y a la otra mitad no se la ve, ni de lejos, con capacidad de formar un gobierno. PP se ha entregado esposado a Sánchez e Iglesias, lo que le impide siquiera soñar con una mayoría absoluta. El sonrojo de ayer cuando recibió las alabanzas de Sánchez e Iglesias le condena a no ser alternativa y desbarata su mezquina estrategia del “Cuanto peor mejor”, como hizo Rajoy con el anterior gobierno Zapaterista y como ha hecho siempre el PP. Véase Aznar, por ejemplo. 
El PP, lo dicen ellos, no quiere batalles ideológicas y culturales, son por definición la gestión, la eficacia, la creación de empleo, los economicistas. Pero resulta que así no te votan más que en determinadas condiciones, que estén gobierno se encargará de querer no se repitan. 
Por lo tanto, estamos curiosamente en dos grupos interesados en el “cuanto mejor”, a la derecha (PP) y a la extrema izquierda (Gobierno), lo que desde ya hace muy factible que nos arruinemos. 
España ya ha dado la nota por habérse dejado en los dos primeros trimestres un cuarto de su PIB, que se dice pronto y es además es récord mundial. Pero es que además, no vamos a rebotar.
El paro real no es 17% confesado oficialmente. Si incluimos como parados el limbo donde el INE mete a 1.640.000 gentes que no trabajan pero son catalogados como no activos, “gente que quiere trabajar pero no encuentra la forma” (Sic), el paro sería casi de 22% de la población activa. Con nuevas medidas de restricción económica, ¿podríamos llegar a superar el 25-27%? En mi opinión, desde luego. Y esto sin tener en cuenta los ERTES, que ahora sí, muchos se truncarán, y los cataloguen como los cataloguen, serán parados. 
Por mucho que controlen la calle, creo a este gobierno, con esas cifras, no van a poder sofocar el enfado. Otra cosa es que definitivamente vayan a por un golpe de estado que les permita perpetuarse en el poder. Pero ¡ojo! Eso no dejará de desatar violencia, lo que configura un futuro tenebroso además de muy incierto. Les recomiendo un libro que relata magistralmente la toma del poder por Hugo Chávez en Venezuela:



Con la apariencia de novela, describe punto por punto la trama que llevó al fracaso primero, luego al poder, a Hugo Chávez. 
En resumen: violencia, violencia y más violencia. Y después más violencia, una fomentada por el poder, otra de los pobres venezolanos, la inmensa mayoría, que tiene hambre. 
Quiero decir con esto que tenemos un panorama de descontento creciente, y yo no sé si habrá turno de elecciones pacifico para el turno de poder. Pero lo único que sé es que habrá ruina, y no será fácil salir de ella si no hay un mínimo de normalidad democrática. ¿Quien nos ayudará?

viernes, 23 de octubre de 2020

Sospechas al hilo del debate

Me ha entrado una sospecha sobre la que no hay pruebas, sólo indicios. La sospecha es que antes del debate ya había negociaciones secretas entre el Gobierno y el PP. 
Antecedentes: el gobierno se ha visto la oreja mojada por Europa, que le cantó las cuarenta a Sánchez por su proyecto de modificar la ley sobre nombramientos de los miembros del Poder Judicial (CGDPJ), ley que dejaba a la arbitrariedad de éste los nombramientos y se cargaba lo poco que queda de independencia de dicho poder. Sánchez anuncia su renuncia a seguir ese camino de una manera sospechosamente fácil. 
Pero Sánchez es cualquier cosa menos tonto, y le viene como regalo la moción de censura de Vox, de la que puede extraer un buen partido. Le interesa sobre todo agudizar las pendencias entre el PP y Vox. Para ello - esta es mi sospecha -, habla con el líder del PP, Casado, le invita a reanudar las negociaciones sobre el nombramiento de los jueces, y de paso le hace ver que le conviene, por el aluvión de sentencias judiciales que le van a caer al PP por los casos judiciales aún no vistos, especialmente el caso Kitchen. Creo además, que las relaciones entre Casado y Sánchez son continuas, y que una de las piezas sacrificadas es la destitución de Cayetana AT como portavoz del PP, que con sus intervenciones- especialmente esa en la que llamó “hijo de terrorista” al vicepresidente Pablo Iglesias -, abrió una profunda herida en el gobierno que había que reparar. Solución: cesar a Cayetana... no renuncio a creer que hubo conversaciones gobierno-PP antes del cese.
Las claves de esta podredumbre, desgraciadamente legal, son las palabras de unos y otros en la moción de censura promovida por Abascal, líder de Vox.
Éste no estuvo acertado precisamente, pero es que Casado dedicó su intervención a una agria y monologa crítica conta Abascal, además de anunciar que votaría contra su moción. Algo inesperado por todos, que esperaba una abstención. Una agria crítica que complació enormemente a Sánchez y a Pablo Iglesias. Daba sonrojo oír las loas de éste a Casado, a quien semanas antes le había augurado que jamás volvería a gobernar en España... lo que no dijo es el porqué de esta seguridad. 
Las palabras de Sánchez no fueron menos complacientes con Casado, al que invitó a reanudar negociaciones sobre el nombramiento de los jueces, como si le perdonara la vida.
En resumen, Casado y Sánchez más amiguitos que nunca, Cayetana desfenestrada y prácticamente sin partido, Abascal fuera de juego, y los jueces... pues los jueces que acuerden nombrar estos dos taimados, nos darán la clave de ésta que yo llamo sospecha. 
Sánchez no es tonto. No gobierna para España, sino para sí mismo, y cuando necesita a alguien primero le aplasta y luego le redime, pero cuando está bien herido. Nos hemos quedado sin oposición, Sánchez está más consolidado que nunca, y Casado se queda como marioneta articulada por Sánchez. El partido Popular, que siempre desdeñó a Vox, pese al apoyo de gobierno de éste en varias regiones, algunas clave como Madrid, entra en una fase de lenta depresión que va a influir en las elecciones, cuando sean, y cuyos resultados no son difíciles de adivinar. Es a lo que ha jugado el PP siempre, a que España vaya muy mal para que el hartazgo de la gente le dé la mayoría absoluta. No es una manera muy noble de desgastar al poder, pero es incapaz de hacer otra cosa, siquiera porque está metido hasta las trancas en procesos judiciales inacabables. Casado no ha sabido limpiar, y ha metido la basura debajo de la alfombra. No puede permitir que los jueces los nombres el gobierno, aunque es un pájaro con un ala herida, maltrecho y sin fuerza para imponerse, así que no creo que tenga ventaja en este juego al que le invita Sánchez, relamiéndose de antemano. Será que tiene razón Pablo Iglesias: “ustedes no gobernarán nunca más en España”. Cierto, al menos en un largo tiempo.
Ahora, a esperar a ver cómo reacciona Sánchez ante el deterioro económico evidente ante la pandemia y el malestar social que se avecina. 
Lo que está claro es que España esta en manos de tahures, que juegan a una partida en la que el rehén es España, herida a muerte por la pandemia. No esperemos un cambio radical de expectativas. Mientras los demás países empiezan a virar hacia la recuperación, liderados por el fuerte repunte de EEUU (yo no esperaría que las elecciones las perdiera Trump, por mucho que nos vendan esa moto en nuestra servil prensa), España se hunde más. En suma, una situación aberrante sin que nadie apunte a un liderazgo serio, que en estas horas tendría que ser de alguien sobrehumano, inmune a los cantos de sirena y con un gran apoyo de la ciudadanía.

jueves, 22 de octubre de 2020

Entre el tremendismo y la rendición

Se veía venir que el choque de trenes iba a ser entre Vox y el PP. Lo que no se preveía es que se iban abrir tanto las brechas de dos partidos que gobiernan juntos en varias autonomías y municipios.
Abascal, líder de Vox, ha cometido el inmenso error de optar por el tremendismo de declarase antieuropeista, algo que muchos españoles no van a entender, como no entenderán quien es esa bicha malaya llamada Soros. Este tremendismo ha facilitado el papel de Casado, dejándole terreno para ataques aéreos y tanquistas, tipo blitz, contra Abascal, no contra Sánchez, ante quien parece rendirse esperando que sea él quien caiga, como Zapatero. Me indigna esa táctica del PP de esperar que las cosas se pudran para recolectar una mayoría... que no será tal, porque el bipartidismo no existe ya. 
Ruptura total entre las dos derechas que, repetimos, gobiernan juntos muchas regiones y municipios.
Hay que reconocer que el trato del PP a Vox ha sido más que vejatorio, tomando con desdén esos votos de Abascal que necesitan en Andalucía et all. 
Pero Vox no ha medido bien sus pasos. Se ha enajenado los votos de muchos españoles con su alarde anti Europeo y otras cosas que rememoran a Le Pen. Quizás pensaba romper su techo y lo que ha hecho es cimentarlo. 
Mientras, Pedro y sus compis se frotan las manos. Los ganadores han sido ellos, para que nos vamos a engañar.
EL futuro no es de los españoles siempre que sean unos los que quieran liderarlo a costa de lo suyo demás. 

miércoles, 21 de octubre de 2020

Sí señor

De El Mundo tomo este brillante - y melancólico - artículo de Jorge Bustos.

EL MUNDO 
J. Bustos 
14-10-20

Un periodista cualquiera se asoma a la sesión de control de este miércoles y sacude sutilmente la cabeza. "No es esto, no esto. Qué bronco espectáculo. La oposición llama a Sánchez dictador, el presidente llama a Casado antisistema. Qué feo todo". Y en este plan. Pero este análisis bobalicón -cuando no mercenario- delata la profundidad de un charco, el calado propio del periodismo de cabotaje. Ahora alejémonos un poco del cuadro goyesco de octubre de 2020 hasta situarnos en octubre de 2016. Se ve a Pedro Sánchez sacando una urna de detrás de una cortina. Lo hace porque le ha dimitido toda la ejecutiva socialista para forzar su expulsión, porque saben que se propone fundir el PSOE con Podemos y el nacionalismo para construir una hegemonía destituyente, sí, pero electoralmente invencible. Susana Díaz rompe a llorar, hay gritos de pucherazo en la sala. En la siguiente escena Sánchez sale de Ferraz a medianoche en un coche oscuro con los ojos rojos y la mirada fija. Va jurando venganza. Y la obtendrá.
El problema es que el deseo de venganza de Sánchez no se sacia jamás. No lo satisfizo la toma y desmontaje del PSOE. Ni la conquista del poder por censura gracias a una sentencia arreglada y falaz. Se vengó de los barones, se vengó del Rajoy que le vapuleaba en tribuna, se vengó de la dirección del diario El País que desnudó su falta de escrúpulos, se vengó de Rivera por airear su tesis plagiada, se vengó de Franco -con algo de retraso-, se vengó de Pérez de los Cobos y la cúpula de la Guardia Civil, se vengó de Ayuso con la alarma por tumbarle su primera intervención de Madrid en los tribunales. Y se va a vengar de Casado en la carrera de los jueces que le parezcan fachas. Se vengará de todo lo que le ha causado un agravio real o bien uno imaginario. En la lógica psicopática de Sánchez, no importa tanto que alguien le haya humillado de verdad como que él lo sienta así. Él ve enemigos. Europa será el siguiente.

Que a la presidencia del país de Caín haya llegado un hombre gobernado por la pulsión de venganza es como si a un violador lo encierras en la Mansión Playboy. Siempre encontrará cómplices para la orgía. Y en honor a la verdad, no todo el mérito es suyo. Zapatero empezó a inocular en la sociedad un odio metafísico a la derecha democrática que hoy comparte una mayoría de ciudadanos lobotomizados por el narcisismo moral y periodistas convencidos de que Sánchez siempre será mejor a su alternativa. Y lo seguirán manteniendo cuando Europa nos imponga sanciones por haber putinizado el Estado de derecho. Porque Sánchez, el jinete polaco, no cabalga solo: en su aquelarre cainita participan con entusiasmo españoles avergonzados de serlo que prefieren una dictadura de izquierdas a una democracia en la que pueda volver a ganar la derecha. Esos españoles dirigen medios de comunicación, bancos, empresas estratégicas. Son buenos burgueses aterrados ante la mera idea de que la nueva inquisición les coloque el capirote del fascista. Lo mismito que en Cataluña. Una Polonia de izquierdas, si es que esa palabra significa aún algo distinto de despreciar a la derecha. Que a su vez reacciona con una cólera impotente, y en su autodefensa aspaventosa queda fácilmente retratada como el agresor.
Por supuesto, la culpa de Rajoy en esta deriva, ubicándose a años luz de la de Sánchez, debe ser señalada. Y no solo por su rendición ideológica o su renuncia a asumir responsabilidades a medida que se desbordaba la corrupción y se fraguaba el relato que allanaría la censura. Nadie como Rajoy conocía a Sánchez. Y le dejó ganar. Pero es que además algunas de las sendas iliberales por las que Sánchez galopa hoy fueron desbrozadas, aunque fuera tímidamente, por el PP. El sanchismo solo añade brutalidad, descaro y hondura al deterioro democrático.
Sánchez tendrá éxito porque el odio no necesita gestión. Votamos con las vísceras, ya lo dice Redondo. El 78, una arquitectura de reconciliación, será destruido. Las empresas se irán yendo lentamente, como se fueron de Cataluña, y el hachazo fiscal para seguir vendiendo bienestarismo a las innumerables víctimas de una recesión bananera solo logrará disparar el paro y la fuga de capitales y talentos. España se hundirá en una larga decadencia al tiempo que se acelerará su desmembramiento territorial. Se convocarán referendos, esta vez con el Rey reducido al silencio. Y si para entonces se ha completado la purga judicial, la confederación ibérica, la Yugoslavia del sur, será un programa factible. Sobre esa Commonwealth de Puerto Hurraco, compuesta por terruños partidos y postrados pero orgullosísimos de su identidad histórica, reinará la venganza consumada de Pedro Sánchez. Vuestro progresista, banda de cobardes.

martes, 20 de octubre de 2020

Deuda pública. ¿Cuando mucho es demasiado?

Esa es la pregunta que se hace Lars Syll. Esta es su respuesta:

La deuda pública normalmente no Hay que temerla, especialmente si se financia dentro del propio país (pero incluso los préstamos externos pueden ser beneficiosos para la economía si se invierten de la manera correcta). Algunos miembros de la sociedad tienen bonos y ganan intereses sobre ellos, mientras que otros pagan impuestos que finalmente pagan los intereses de la deuda. La deuda no es una carga neta para la sociedad en su conjunto, ya que la deuda "se cancela" entre los dos grupos. Si el estado emite bonos a una tasa de interés baja, el desempleo puede reducirse sin que necesariamente resulte en una fuerte presión inflacionaria. Y la carga intergeneracional tampoco es una carga real, ya que, si se utiliza de forma adecuada, la deuda, a través de sus efectos sobre las inversiones y el empleo, convierte en realidad a las generaciones futuras en ganadoras netas. Por supuesto, puede haber efectos secundarios de distribución negativos no deseados para la generación futura, pero ese es principalmente un problema menor, ya que cuando nuestros hijos y nietos "reembolsen" la deuda pública, estos pagos se harán a nuestros hijos y nietos.

Tanto para Keynes como para Lerner, como para los MMT de hoy, era evidente que el estado tiene la capacidad de promover el pleno empleo y un nivel de precios estable, y que debería usar sus poderes para hacerlo. Si eso significa que tiene que endeudarse y desequilibrar su presupuesto, ¡que así sea! La deuda pública no es buena ni mala. Es un medio para lograr dos objetivos macroeconómicos fundamentales: pleno empleo y estabilidad de precios. Lo sagrado es no tener un presupuesto equilibrado o reducir la deuda pública per se, independientemente de los efectos sobre las metas macroeconómicas. Si "finanzas sólidas", austeridad y presupuestos equilibrados significan un aumento del desempleo y precios desestabilizadores, deben abandonarse.

¿Puede un gobierno ir a la quiebra?
No. No puedes estar en deuda contigo mismo.

¿Puede un banco central ir a la quiebra?
No. En principio, un banco central siempre puede "imprimir" más dinero.

¿Tienen los contribuyentes que pagar las deudas del gobierno?
No, al menos no siempre que la deuda se contraiga en la propia moneda del país.

¿El aumento de la deuda pública supone una carga para las generaciones futuras?
No, no necesariamente. Depende de para qué se utilice la deuda.

¿Mantener el pleno empleo significa que el gobierno tiene que aumentar su deuda?
No.”

¿Estoy de acuerdo con esta afirmación? Pues no, porque a nosotros no nos sirve. Esto es defendible cuando dispones de un Banco Central dispuesto a comprar el exceso de deuda pública hasta que el tipo de interés sea el óptimo, en el doble sentido de:
- No generar inflación.
- preservar el empleo para que haya el mínimo paro posible.
En realidad ese es el doble mandato de la FED: que la inflación a largo plazo (según la nueva estrategia) sea de media el 2%, y que no haya desempleo más allá de un mínimo considerado no generador de inflación. 
Pero EEUU es una nación, con un Gobierno y un Banco Central, la FED, que pueden articularse muy bien para ejercitar a medio plazo una política monetaria acorde con esos principios.
Por lo tanto, la declaración de Lars Syll es sólo válida para el caso de EEUU, que además tiene el tamaño suficiente para no ser interferido por la política monetaria de otros países. 
Nosotros en cambio somos países monetariamente no independientes, pues estamos sometidos a una Unión monetaria regida por el BCE, sobre el que, además, tienen mucha más influencia otros países que nosotros. Por lo tanto, el BCE es todopoderoso y puede condicionar - o delegarlo a otro organismo de la UE -, a cualquier país miembro de la Unión para darle dinero o préstamos. No tiene un Gobierno supranacional que emita una deuda común a todos, con la que ejercer una política monetaria mínimamente relevante. Excepto para Alemania y sus países satélites, nada descontentos con esta situación. 
La verdad, dado nuestro caso especial de gobierno social-comunista que no aclara si va a respetar la Constitución y las instituciones, como la Jefatura del Estado y la Judicatura, yo también estoy satisfecho con esta situación.
Parece ser que el otro día, en Europa, Sánchez recibió un sonoro rapapolvo por su loco proyecto de apoderarse del nombramiento de los jueces del CGDPJ. Debió ser gorda, porque de momento, ha renunciado. También ha renunciado a subir un 1% el sueldo de los diputados, algo injustificable cuando la inflación es negativa. 
Sí, me he hecho pro europeo, aunque sólo sea como la última muralla contra el bolivarianismo que nos inflige este gobierno. Espero que un día lleguemos a una deuda única, que serviría para disciplinar aún más la política fiscal, pues en la situación tan indefinida de la UE, sí tiene importancia lo que pase con el déficit. Sobre todo tal y como está concebido por este gobierno: nacionalización de la economía a través de la invasión del sector público. 

Entonces, ¿cuando la Deuda Pública es demasiada? Depende de la credibilidad de instituciones como el gobierno y el banco central, credibilidad en relación inversa con el tipo de interés devengado. Y nosotros de eso, tenemos poco.



lunes, 19 de octubre de 2020

El PP debería apoyar la moción de censura de VOX

Cayetana Alvarez de Toledo apenas disimula sus ganas de votar sí a la moción de censura que presentará VOX. Mientras, Pablo Casado no aclara cuál será la posición del grupo popular, salvo que no habrá libertad de voto. Olé la democracia española partitocrática. Es lo que hay: una democracia limitadísima, como lo demuestra el proyecto del gobierno de elegir por mayoría simple del parlamento los miembros del Consejo General del Poder Judicial. 
En Europa se han echado las manos a la cabeza, pues este desafío se viene a sumar al de Polonia y Hungría, países que han traspasado todas La líneas rojas en demoler sus democracias. Por lo que cuenta Luis Herrero

 “El momento más chusco de todos los momentos chuscos que nos ha deparado la iniciativa socialcomunista para hacerse con elcontrol del órgano de gobierno de los jueces se produjo el jueves pasado. Ese día, Sánchez llegó a Bruselas para participar en la reunión del Consejo y se encontró con un varapalo que no esperaba. la Comisión, con una presteza impropia de la artrítica burocracia europea, puso su plan a caer de un burro. Sánchez torció el gesto. Hizo eso que hace siempre cuando alguna contrariedad le toca las narices: endurecer la mandíbula como si masticara un bocado correoso. Atraídos por el espectáculo insólito del desaire express a un jefe de Gobierno, los periodistas se arremolinaron en torno al séquito sanchista para medir su reacción.”
(Sí pero Herrero, no sé si aún miembro del PP, marea la perdiz para no dejar claro cuál es su postura ante la moción.)

Lo único claro es que la moción de censura no va a reunir los votos necesarios para desbancar al gobierno. Pero ante los continuos desatinos de este gobierno, y sobre todo, los que nos deparará en el futuro, con riesgo incluido de acabar con la Constitución y España, ¿no deberían la derecha unirse en reprobarle? ¿No debería llegar a la calle el apoyo de la oposición a un sentimiento que está muy extendido de reprobación? 
El PP está jugando con su excesiva prudencia al riesgo de perder protagonismo y quedarse en el limbo, con una excusa falaz que culpa a VOX de ser un partido de extrema derecha. Si es así, ¿por qué estas gobernando con sus votos en varias regiones? ¿Y si, como consecuencia, te quita el apoyo de gobierno en dichas regiones? 
Mezquindades. Es el signo de la política española, sobre todo en la derecha, donde rige esa esquizofrenia de que en Sevilla acepto que me apoyes pero aquí en Madrid somos enemigos. 
Me queda por ver que hará Cayetana AT. No descarto que me de una satisfacción. 

viernes, 16 de octubre de 2020

El tiempo, el cambio generacional

Esta foto me parece inspiradora. Tanto tiempo ha pasado, setenta años,  ¡como cambian las cosas! 




Ahora las mujeres van hechas unas guarras, pero no por dejadez, sino todo lo contrario. Ellas buscan incesantemente la identificación. Siguen siendo mujeres, pero no pueden dejar de cambiar. Observen la diferencia entre los cambios en los hombres y en las mujeres. Algo significa de la esencia de ser hombre o mujer. Si no, es inexplicable. 
Decía Ortega y Gasset que lo definitivo de la historia era el cambio generacional. “Cambian dos generaciones, y todo ha cambiado”. Tenía razón. En España han cambiado más de dos generaciones desde la Transición. ¡Que aburrido, la Constitución y todo eso! Vamos a empezar de nuevo. No, no reformemos sus defectos evidentes, derribémosla. Y de paso, al Rey, pongamos una República, que la anterior duró muy poco. Por culpa de una sola persona: Franco. Borremos su memoria, sus cuarenta años de régimen, y edifiquemos de cero. Además, está Transición la defienden cuatro chalaos viejales que están a punto de palmarla y a los que nadie hace caso. 
Pero eso es imposible. Borrar la memoria es imposible, aunque ya apenas queden generaciones que vivieron aquello. No podría hacerse sin un gran conflicto. El resultado sería una tragedia. Una imposición de una minoría, que se ha apoderado de los mandos, sobre la inmensa mayoría, a la que van dejando sin resortes para defenderse. Necesitamos un liderazgo que lidere a esa mayoría que quiere quedarse como está.

martes, 13 de octubre de 2020

El garrafal error de los tipos de interés negativos

La depresión y la caída de la inflación - o incluso deflación - han llevado a los bancos centrales a probar un experimento nefasto: los tipos de interés negativos. Incluso Christine Lagarde habla de poner el tipo de interés de referencia en el -2%...
Esto ha sido un error por varias razones. Desincentiva la tenencia de depósitos líquidos (que lógicamente rinden cero o negativo), pero no hace a la gente adelantar el consumo, si los precios se estanca o caen. Es de suponer que se puede establecer un punto de indiferencia teórico entre el % pagado por el depositante, y el % que espera que baje el precio del producto. A igualdad de estas cifras, le será indiferente guardar el dinero en el banco y esperar que se cumplan sus expectativas de caída del precio, aunque un aumento marginal del tipo de interés devengado le llevará a preferir guardar el dinero en casa y ahorrase el depósito, según sean los costes de gestión de ese dinero en billetes. 
¿Y la banca? La banca siempre tiene el problema de la pendiente de la curva de rendimientos, que cuanto más alta sea, más margen de beneficios: simplificando, la banca se endeuda a corto en depósitos, y presta a largo en préstamos, y cuanto mayor diferencia positiva hay entre ambos tipos, más margen para cubrir riesgos y beneficios. 
Pero si en Europa los tipos de interés son negativos, la pendiente de la curva es positiva, como se ve en el gráfico 


Ahora bien, pensemos cómo funciona el margen de la banca en este caso de tipos negativos. A corto plazo, la banca “le cobra” al depositante un 0,8% y “le paga” al prestatario a 30 años un 0,1%, lo que hace un diferencial para la banca, aparte de muy estrecho, que el margen depende del pasivo, no del activo. Algo extraño verdaderamente, y que explica por qué a la banca no le es igual tipos de interés positivos que negativos: porque el tipo de interés a corto -del que recibe el beneficio - tiene un suelo, como hemos señalado, si quiere evitar la huida de depósitos... Ergo, la pendiente de la curva en tipos negativos podrá ser positiva, pero siempre muy estrecha.
La banca, que se encuentra, a la postre, como si la curva fuera plana, con un estrechamiento brutal de sus márgenes y sus resultados, la descapitaliza por necesidad de provisionar, y la convierte en un zombi candidato a caer estrepitosamente, como se ve en el bajísimo nivel de las acciones de los bancos españoles.
No sólo arruina a los bancos, como se puede leer en el artículo de Martin Jacomb en el Telegraph, sino a una variedad del instituciones financieras como las Cajas de pensiones, que se ven obligadas a poner dinero para salvar el contrato con la clientela.
Lo único que favorecen los tipos negativos es la deriva hacia la especulación de riesgo (bolsa, inmuebles), lo que distorsiona todo el sistema financiero y genera burbujas.
En EEUU, donde la FED se ha negado a seguir Estel camino de los tipos negativos, el spread entre el tipo oficial (0%) y el de 30 años (1,67%) ofrece un margen más amplio. 




Siguiendo a Jacomb, que advierte al Banco de Inglaterra que no caiga en el error que ya está considerando. El único “beneficiario es el Gobierno”, que puede endeudarse más barato.


“El atractivo teórico de las tasas negativas parece plausible: la idea es que si deposita su dinero y luego recupera menos de lo que invirtió, se le incentivará a gastar antes que después para evitar la penalización de quedarse con el dinero. dinero en depósito. Entonces, sí, las tasas negativas lo desaniman de retrasar el gasto que planeaba hacer.

Sin embargo, este no es el final de la historia. Las tasas de interés negativas o ultrabajas pueden ser económicamente perjudiciales. Hay varias razones para ello.

Primero, la política envía una advertencia clara de que el banco central cree que hay problemas por delante. Esto da como resultado que la gente no gaste sino que ahorre su dinero en preparación para la tormenta que se avecina. Por lo tanto, la política disuade no solo el gasto minorista sino también la inversión comercial, ya que la inversión empresarial depende del consumo individual, aunque indirectamente en algunos casos. Un gerente industrial no va a invertir en una planta para duplicar la producción a menos que crea que existe una posibilidad razonable de aumentar las ventas en el futuro.

En segundo lugar, a medida que bajan las tasas de interés, las empresas con planes de pensiones de beneficios definidos, y todavía hay miles de ellos, necesitan poner más dinero en sus fondos de pensiones para pagar el nivel prometido de ingresos de jubilación. Esto deja menos dinero para invertir en el negocio y para dividendos para los accionistas.

En tercer lugar, cuanto menor es el rendimiento de los depósitos con intereses, más necesita ahorrar un individuo para mantener un ingreso determinado. En un entorno de tipos de interés bajos, todo el mundo tira de donde puede. Es probable que las tasas negativas sean aún peores. Todos estos factores tienden a ralentizar la actividad económica.

La escasa o nula inflación también actúa como freno a la recuperación económica. La gente tiende a posponer el gasto si no le preocupa que los precios suban. De hecho, el aumento de las compras en línea ha provocado una fuerte competencia que ha provocado la caída de los precios de algunos productos.

Las bajas tasas de interés aumentan el valor de los activos de capital, como propiedades o acciones. De hecho, los mercados de valores han producido buenos rendimientos desde que se redujeron drásticamente las tasas de interés hace más de una década. Desafortunadamente, esto ha ensanchado la brecha entre los que "tienen" y los que "no tienen".

El único grupo que se beneficia de las bajas tasas de interés son los prestatarios. Dado que nuestro Gobierno está pidiendo préstamos a una escala mayor que nunca, es una suerte que el interés que tiene que pagar sea menor en un orden de magnitud de lo que hubiera sido de otra manera.

Es hora de que los bancos centrales de EE. UU., Canadá, Japón y la UE, así como el Banco de Inglaterra, que se supone que son independientes de sus respectivos gobiernos, envíen una señal de que el próximo movimiento de las tasas de interés será hacia un aumento gradual. (Se necesita coordinación para evitar el riesgo de una devaluación competitiva disruptiva).

Esta señal revertiría las tendencias descritas anteriormente y también podría, contrariamente a la teoría convencional, fomentar una modesta reactivación de la inflación. Esto en sí mismo sería bienvenido ya que la inflación es la mejor manera de reducir la deuda nacional.

Otro beneficio de los modestos aumentos en las tasas de interés sería hacer que la banca sea más rentable. Esto es necesario. Los bancos rentables son más seguros y cada vez es más probable que presten dinero a las empresas que lo necesitan.

Un círculo vicioso podría convertirse en uno virtuoso.”

Ahora ya sabemos la causa de la mala salud de nuestros bancos y los de Europa.

lunes, 12 de octubre de 2020

Dos escenarios para la economía española. ¿Cual cree ud más certero?

FUNCAS (Fundación Cajas de Ahorros), tiene un análisis muy acertado del futuro de la economía española. El dilema de España es cómo se van a utilizar los fondos de ayuda diseñados por la UE para los próximos años. Todo el mundo está de acuerdo que si se usan para hacer reformas necesaria, que aproximen la productividad de España a la de los países UE, no se habrá perdido ni el tiempo ni la ventaja que suponen dichos fondos, y España avanzará más rápidamente. Por el contrario, si, como yo me temo, se despilfarran dichoso fondos en comprar o seducir a la clientela electoral, habremos perdido una oportunidad - una más - para ponernos al día. De FUNCAS traslado aquí su opinión sobre tan grave tema. Como verán, las magnitudes barajadas son muy distintas en un caso u otro. ¿La razón de mi pesimismo? Si en cuarenta años no hemos sido capaces, ¿por qué ahora con un gobierno tan antieconomicista?

“En todo caso, el impacto de las subvenciones y préstamos europeos dependerá en gran medida de las reformas diseñadas para facilitar su uso (además de las medidas destinadas a mejorar la gestión de fondos en España y acelerar la burocracia en Bruselas). Estas reformas coinciden con las que necesita España para abordar sus principales desequilibrios económicos y sociales (educación, mercado laboral, sistema de pensiones y la transición digital y energética). Según varios estudios, las reformas son vitales
para cerrar la brecha de productividad con el resto de la UE, que se amplía en 0,2 puntos porcentuales cada año.
Para analizar el impacto de los fondos de recuperación en la economía con y sin reformas, hemos modelado dos escenarios durante el período presupuestario: 2021-2027 (Anexo 3). Ambos asumen mejoras administrativas para movilizar proyectos y acelerar la aprobación de la financiación en Bruselas.
El primer escenario —status quo— supone la recepción de los fondos europeos en ausencia de reformas encaminadas a reducir los déficits económicos y sociales de España. La ayuda elevaría el PIB a través de medidas de estímulo fiscal e inversión pública. Sin embargo, en ausencia de reformas, el crecimiento del aumento del gasto público sería transitorio y el crecimiento del PIB tendría una tendencia hacia su tasa inercial (estimada en 1,6% anual). El resultado es una recuperación incompleta, una tasa de desempleo por encima de los niveles previos a la crisis hasta 2024 y un continuo crecimiento constante de la deuda pública, que alcanzaría el 133% del PIB en 2027.
En otro escenario, además de actuar en los fondos europeos, asumimos reformas destinadas a cerrar la brecha de crecimiento de la productividad con el resto de Europa y reducir el desempleo y la precariedad laboral. Como resultado, las medidas de estímulo fiscal proporcionarían al PIB un impulso temporal, como en el escenario del statu quo, pero también elevarían el producto potencial al 1,9% anual. Desempleo
se reduciría al 10% para 2027 y la tendencia alcista de la deuda pública se revertiría, cerrando el período en un 124% estimado del PIB. Sin embargo, ese nivel sigue siendo demasiado alto, lo que indica la necesidad de una consolidación presupuestaria.”


domingo, 11 de octubre de 2020

El modelo IS-LM. Qué nos puede explicar

El modelo IS- LM es la mejor introducción a la macroeconomía, pues explicar correctamente la relación entre las variables más importantes, además de permitir añadir hipótesis ad-hoc que le hacen más potente.

A la izquierda tienen una muestra. Para entenderlo mejor, recomiendo que se consideren participantes en él, como un agente que consume, o invierte, o compra bonos, todo ello con el dinero que produce el banco central. Para simplificar, no hay renta variable.

Uds. Buscan su equilibrio entre esas tres actividades: consumo, ahorro e inversión. Cada decisión que tome producirá efectos en las tres, que están representadas por las curvas IS y LM. 



IS es el conjunto de combinaciones de PIB y de tipo de interés que equilibran el mercado de "fondos prestables" (o bonos) y de PIB. Supongamos que el tipo de interés de los bonos baja. Eso hará aumentar la demanda de inversión y de gasto. Por lo tanto, habrá un aumento de PIB a lo largo de la curva, de izquierda a derecha. A menos interés, más PIB, Y viceversa. 

La LM es la combinación de PIB y de interés que equilibra otros dos mercados, el monetario con el de bonos. Silmutaneamente a la formación de IS, la gente está decidiendo cómo guardar sus ahorro: en dinero o en bonos. Esto determina la demanda de dinero frente a la colocación en bonos. Si aumenta la primera, aumenta el tipo de interés de los bonos (que vimos que influye en IS). Si la gente se pasa a bonos por menos dinero, el tipo de interés de los bonos bajará. Cuando sube el PIB, aumenta la demanda de dinero para transacciones y bajará la de bonos, lo cual aumenta el tipo de interés. Por eso la curva está inclinada a la derecha. A más PIB, más interés. (Esta curva está influenciada por la oferta de dinero, es decir, por el Banco Central). 

Tenemos tres mercados: dinero, bonos y PIB. En ello se deciden dos variables, interés (de los bonos) y el PIB. Una curva, IS, es el PIB en función del tipo de interés. La otra es el tipo de interés en función de la demanda de dinero/oferta de bonos. 

El punto donde coinciden las dos curvas es el de equilibrio de los tres mercados y dos variables: en ese lugar se equilibran los mercados del dinero, de los bonos (fondos prestables) y del PIB. Se trata de un modelo real, de PIB y tipo de interés reales. Supongamos que el punto de partida es de pleno empleo. 

Ahora juguemos con el modelo introduciendo preguntas del tipo, "qué pasa si..." hay un cambio exógeno que perturba estas relaciones y las diferentes respuestas que dan las escuelas Clásica y Keynesiana.

Veamos cómo se desarrollan cada uno de lo modelos en esta cuestión esencial, la inversión. 

A) Clásicos: una disminución de la demanda de dinero se convierte en un aumento de la demanda de bonos, que es como un aumento del ahorro. Esto hace bajar los tipos de interés para cada nivel de PIB. La curva LM se desplaza a la derecha. Aumentará la inversión a lo largo de la curva, e IS, LM se cruzan en un nuevo punto, a la derecha. El nuevo punto de equilibrio estará más a la derecha, con un PIB mayor y un interés igual. Este aumento del PIB ha sido gracias al aumento del ahorro y la reducción del consumo. El crecimiento sólo puede venir por esa vía

Se ha producido un cambio en la composición del PIB: tiene menos consumo y más inversión(= ahorro), y la mayor rentabilidad, como recompensa al ahorro, es el aumento del PIB. La virtud recompensada. 

B) Keynesianos: un aumento del ahorro bajara el tipo de interés. Pero no necesariamente aumentará la inversión. La inversión depende de unas expectativas de ventas futuras. Si aumenta el ahorro, disminuye la demanda de consumo y las ventas futuras. Por lo tanto, la inversión puede caer, lo que desplazará la curva IS a la izquierda. Ahora LM-IS se cruzan en un punto a la izquierda del equilibrio, con un PIB menor, (y posiblemente más paro). 

Esta es la diferencia más señalada entre el modelo clásico, en que las reacciones de los agentes conducen solas al equilibrio, y el modelo keynesiano, en que los agentes no sólo están pendientes de los precios. La incertidumbre y las expectativas son decisivas. Y si se filtra la idea de que la demanda (y las ventas) serán menores, aunque el ahorro suba no lo hará la inversión, al contrario. 

El caso extremo es el de la Trampa de la Liquidez, negada por los clásicos. La trampa de la liquidez es el caso extremo de que en caso de pánico se desate la demanda de atesoramiento de dinero.

En el siguiente gráfico de Krugman, vemos en qué consiste. 

Un proceso acumulativo de caídas de las cantidades y de los precios conduce a que los agentes, ante la incertidumbre, prefieran tener liquidez a bonos. Incluso aunque el banco central ofrezca cantidades ilimitadas de dinero a interés cero, la gente mantiene sus ahorros en liquidez. La LM es como la del gráfico, plana a interés cero. Corta con la IS fuera de la zona el pleno empleo. 

La política monetaria ha alcanzado su máxima eficacia, y no puede añadir más para impulsar el gasto. Lo único que puede mover las cosas es hacer que un aumento de la inflación reduzca el tipo de interés real y eso anime la inversión. O, también, que el gasto público aumente y eso anime las expectativas de ventas.