"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 11 de enero de 2025

Cuando los políticos borrachos entran en una cacharrería

Antes de tomar posesión, Trump y su acólito Musk (Trump y Musk: ni las más sabrosas conspiraciones hubieran podido poner unos nombres tan grotescos a un giro burlesco de la historia) han alterado todas las expectativas que se habían consolidado para 2025. Han decidido actuar como borrachos resacosos en una cacharrería, y el resultado ha sido el contrario al deseado. Eso suponiendo que sí sabían lo que querían. Es difícil decirlo, pero es seguro que lo que no querían es desencadenar la lógica de las consecuencias que ha obtenido por su borrachera estúpida, en la que han puesto de cabeza todo el precario orden mundial geo estratégico. La enumeración de hechos sólo se puede contemplar como algo real en un cierto estado etílico que difumine los bordes. Ambos caballeros han amenazado con: invadir Canadá, que les parece un terreno lindante con el suyo, baldío y mal cuidado. Invadir Groenlandia, pues resulta que no entienden por qué es un inmenso territorio que depende de Dinamarca, que no explota como debe la riqueza que tiene en el subsuelo. Finalmente (hasta el momento), han clamado a los cuatro vientos que quieren el Canal de Panamá bajo la bandera americana. 
Si todo este sueño pesadillesco de borrachos resacosos se cumpliera, dicha bandera tendría tres estrellas más y flotaría al viento en tres nuevos territorios convertidos en nuevos estados useños. 
(Por si acaso, no he dicho que Trump y Musk hayan cogido una trompa elefantisiaca, sino que han actuado como si. En términos presuntos)
Vayamos a las consecuencias. De repente los mercados se han acordado que todos los países líderes están endeudados hasta las trancas, y que las previsiones de un 2025 tranquilo y beneficioso empiezan a romperse por las costuras. Además, resulta que en la borrachera creativa han anunciado aumentar el déficit fiscal, pero a la vez subir una burrada los aranceles, lo que en el más elemental sentido común se traduce en un repunte de la inflación. Ergo, si había ya una lógica de subida de tipos de interés por el déficit y la deuda, si encima hay riesgo de más inflación y de bancos centrales intentando taponar la avería con subidas renovadas de sus tipos de interés… el panorama se empaña notablemente: Posible conflicto de grandes potencias que no se van a quedar quietas si EEUU decide poner un pie en Groenlandia, O Panamá (supongamos que lo de Canadá va de farol etílico). Resultado: más posibles subidas de tipos de renta fija, que ya están llegando al nivel de la rentabilidad esperada de las acciones, que deben, supuestamente, rendir más que la rentabilidad fija por que corren más riesgos. Entonces, ese escenario rosáceo que se vislumbraba de crecimiento fuerte, ausencia de inflación, tipos de interés fijos estables, y eclosión (que ya viene tardando) de la IA, se ha nublado. Se van a oír “tambores lejanos” y ruidos de craquelaciones inquietantes. 
¿Pero no venían estos tipos a imponer una paz en Ucrania, estabilizar Oriente medio, y liberalizar la economía, y a liquidar sin misericordia al Woke? La verdad es que vaya forma de liberalizar. Vaya forma de darle alas al Woke. Por eso he puesto el símil de la borrachera, porque desde luego rapto de lucidez no lo parece. 
Si se piensa bien, esto era de temer. Vivimos tiempos de aflicción, deletéreos, en los que cualquier cosa es posible menos seguir igual, por no mencionar lo imposible: ir a mejor. Hemos de acostumbrarnos a este signo de los tiempos, que son recios para nuestra enfeblecida conciencia humana, muy atormentada de culpabilidad. Nunca hemos creído tan poco en cosas mínimamente serias, y tanto en frivolidades que acaparan los titulares de la prensa. C’est la vie.
En cuanto al patio de atrás de Europa, o sea nosotros, antiguo Imperio imperial, seguimos en nuestras cuitas; sigue ganando por goleada el inquilino de la Moncloa, retocando leyes para refinar un poco más su “muro protector”, en realidad cada vez más divisivo entre españoles. Nos han embarcado en una trifulca sobre Franco, en la que los hunos y los hotros no saben a ciencia cierta cierta qué papales les tocarán. ¿Héroe o villano? No creo que haya muchos héroes, aunque la masa aplaudirá según quien tire más caramelos, como en la cabalgata de los Reyes Magos. Y es que sí, somos como niños. 
Voy a formular una pequeña ley histórica sin más ambiciones que de copyright. La historia es acción y reacción, y consecuencias indeseadas. Ejemplo: Crece y se consolida el Woke, y se apropia de las etiquetas de la izquierda; los disgustados, cada vez más, contraatacan tarde y mal, y surge una nueva derecha conservadora no exactamente igual a la anterior. ¿Quë tiene que ver Kenedy con Biden? Nada, salvo que el Woke dio sus primeros vagidos con él. ¿Y Esinhower con Trump? Nada, salvo que uno era un conservador realista y el otro es … indefinible. Pero todos ellos son pequeños eslabones de las consecuencias no deseadas.

viernes, 10 de enero de 2025

La reencarnación

Vuelven a ser tiempos escatológicos, tiempos por lo tanto de chamanes, curas, intercesores y transmisión de mensajes con el más allá. Es lo que nos cuenta fascinado Ignacio Vidal-Folch con su inigualable prosa. 
La gente se aturrulla en estos tiempos de confusión y niebla que no te deja ver bien el futuro cercano. Los jóvenes optan por quedar a tomar una cañitas (todavía hay dinero para eso, aunque no lo hay para un piso), a hablar de sus cosas, de cómo viven compartiendo pisos, y de lo contentos que están porque “han encontrado un curro en el que llevan mes y medio de baja” (sic).
Pero los tan jóvenes empiezan a sentir un run,run que se convierte, a veces, en ansiedad. Entonces se dejan atrapar en cepos en los que una persona en sus cabales no caería ni harto de vino. Por ejemplo,

 El caso es que con más frecuencia se habla de mujeres que en las redes sociales creen haber ligado con un hombre de negocios israelí, maduro pero atractivo y dulce y dispuesto a saciarlas de amor, o con el mismo Brad Pitt, que las encuentra fascinantes y quiere conocerlas, pero antes hay que enviarle –porque la bruja de Angelina le ha bloqueado las cuentas bancarias— una transferencia, para que pueda tomar un avión y correr a sus brazos.

A veces estas estafas crueles, potencialmente devastadoras para la autoestima de las víctimas, terminan en tragedia, como en el caso de Morata de Tajuña, donde dos hermanas, que creían cartearse con dos apuestos oficiales del ejército norteamericano destacados en una base de Irak o de algún otro país horrible, se endeudaron para socorrerles y han sido asesinadas por su acreedor, caso del que ha informado la prensa estas últimas semanas.”

En fin, nadie está a salvo de perder la chola por una proposición romántica, o simplemente picarona, que todos somos hijos De Dios y, como tales, exigimos un punto de fuga espiritual que contenga algo de romanticismo. Porque fusionar el amor terrenal con el divino, salvo excepciones de tiempos represivos, no ha sido tan mal visto. Incluso a veces ha sido dignificado con una beatería previa a la santificación. Eso sí, si no llegas al nivel de vuelo de San Juan de la Cruz, mejor no te metas. 

Así que es posible que cualquiera de nosotros caiga en una trampa mortal que se ha ido forjando con los años de tedio en nuestro interior más íntimo sin que nos diéramos cuenta del venenoso proceso. Y es precisamente por lo prosaico y áspero de los tiempos que vienen, que nuestras capacidades soñadoras se acrecientan.

Los tiempos se adivinan prosaicos, materialistas. Las cosas están girando a tal velocidad que si no andas con ojo, puedes verte envuelto en un turbión y ser triturado en pedacitos. 

La senil Democracia, de la que se lleva hablando desde hace milenios, se está evaporando sin que nadie sepa exactamente cómo se para este proceso que, por otra parte, ya casi nadie está interesado en defender. 

Por el contrario, la ciencia y la tecnología están avanzando a pasos de gigante, de manera tal que en pocos años te puedes encontrar desalojado de la vida sin enterarte. 
El mundo se está escindiendo entre dos bandos, uno extenso y poblado, llamémosle Masa, y el otros cada vez más reducido y elitista: el de los poseedores del algoritmo decisivo, que para más inri, se renueva continuamente, tam deprisa que el que se cree que lo tiene hace tiempo que se lo han robado. Llamémosle, irónicamente, Élite. La Masa es creciente en número y peso; en cambio la Élite es decreciente en número pero creciente en densidad. Esta dinámica se parece, en apariencia, la vieja dinámica marxista de la lucha de clases, pero aquí no estamos hablando de concentración de capital en manos de unos pocos, burgueses, y aumento de los desposeídos sin propiedad, famélica legión. Se trata no de capital físico, sino intelectual. Se trata de tecnología, que hasta ahora se podía comprar y vender en el mercado. Pero eso se ha acabado, porque el mercado se está yendo al guano. 
Es decir, nos volvemos soñadores cuando más necesitemos de nuestras capacidades cognitivas, algo desastroso que puede tener consecuencias dolorosísimas para las almas cándidas. No queramos dar el salto de Morata de Tajuña al paraíso en un solo vuelo; los atajos no existen y el despertar puede ser traumático y con la condena de la prosaica familia, ente mezquino lleno de cuñados que nunca se presta a la compasión, pero sí a sofocar, reprimir y cancelar al incauto soñador. Mejor quedarse en tierra ensimismados.


jueves, 9 de enero de 2025

Los pequeños-grandes escritores

Estás todo el día , día tras día, intentando encontrar un escritor que te deslumbre. Obviamente es muy difícil, por lo que recurres a releer viejas historias. Éstas quizás te mantengan vivo, más o menos. Si caso te esfuerzas para creerlo.




Un día, al cabo de meses, o años, te encuentras algo que enciende una luz en ti. Es lo que me acaba de pasar con TIFFI, escritora de la que no sabía nada. Resulta que hay por ahí gente dotada de ingenio, ternura e ironía, todo ello bien dosificado. “Memorias de Moscú” relata el interminable viaje de esta mujer de huyendo de la revolución bolchevique hacia el destierro definitivo. No volverá jamás. Este escritora, Tiffi, tiene un don especial, está tocada por la gracia de los dioses. 

“Los últimos días en Moscú transcurrieron en un confuso torbellino. De la niebla emergían personas, daban vueltas, se desvanecían de nuevo y emergían otras. Era como estar en la orilla de un río en primavera, a la hora del crepúsculo, y ver pasar grandes bloques de hielo: en uno se distinguía lo que parecía una carreta cargada con paja o una cabaña campesina ucraniana; en otro, unos leños carbonizados y un lobo. El bloque giraba, daba la vuelta, y la corriente se lo llevaba para siempre. Y uno nunca sabría qué era en verdad aquello.”

Tiene una perspectiva única, como si lo hubiera visto todo y, sin embargo, no se ha llenado de amargura; se ha llenado de ironía y compasión. Es capaz de sacar amor y calidez de una piedra. La cosa más rechazable, un comisario político bolchevique, bajo su mirada, se convierte por un momento en ser humano. Desde la primera página te atrapa.

miércoles, 8 de enero de 2025

El quebranto de España

La partición de España en 17 tristes pedazos es lo más grave que tenemos a la vista. Se ha llegado en esto más allá de lo posible. No se puede desandar el camino de la descentralización, a menos que hubiera un consenso - que no va a haber -. Hay tanto enfrentamiento entre grupos y fuerzas políticas que lo más probable es que todo se caiga entre quiebras y quebrantos de todos.
Y sin rescate europeo, me temo. Lo peor de este gobierno es que ha empozoñado el terreno tanto que es imposible un acuerdo de mínimos para salir de esta. Y todo por su dependencia de Junts y Bildu, que están encantados con la polarización y la ausencia de Estado central. Véase atentamente la DANA. ¿Por qué Sánchez no cogió el toro por los cuernos, no se declaró líder del auxilio y la reconstrucción en nombre de la constitución (que dice que en caso de emergencia extrema la responsabilidad es del gobierno, el único que tiene todos los recursos)… respuesta: Porque no quería de ninguna manera, en beneficio de sus socios separatistas, dar la imagen de un gobierno central fuerte. España ya no es un Estado más que de nombre; de facto es una confederación muy débil (y más débil dentro de cuatro años), que debería previamente reunirse entre 17 estaditos para decidir o no socorrer a Valencia. Y eso se irá extendiendo. No he visto que a Feijoo le inquiete, por el contrario: quiere “robarle” a Sánchez el apoyo de Junts y PNV, y estos ven las puertas del cielo abrirse. ¡Los partidos centrales en descomposición compitiendo por nuestros favores! En fin, que solo “algo mu gordo” podría devolver las cosas a su sitio natural. Pero eso gordo no lo va a haber. Imposible. No hay voluntad sino un mosaico de voluntades. ¿O tú lo ves posible?
Pues por eso digo sin rescate europeo, me temo. No hay dinero, pues ellos están sin blanca; no habrá voluntad por nuestra parte, no habrá gobierno nacional interesado en dar prueba de que existe… Desde Paiporta, veo a Sánchez decidido a limpiar el terreno de Puigdemont. A Feijoo en cambio, no lo veo más que interesado en ver si se pone de acuerdo con Junts.
Todo es un despropósito claro, una alucinación grotesca, pero es que son días grotescos. Mira la polémica Cuerpo-Yoli por la jornada laboral. ¿Cabe en cabeza normal que esa rubia de bote  sea vicepresidenta y quiera reducir la jornada sin bajar los salarios? Un sinsentido, una aberración que vemos como normal: a ver quién gana. Yo me siento como pez en una pecera, al que de momento le echan comida, viendo la locura de fuera. Todos están locos. 

domingo, 5 de enero de 2025

Debilidad intrínseca

Leo en El Mundo (artículo de mi estimado Santiago González), “ Todo es corrupción en el sanchismo.”
Pues yo no lo diría así. Yo creo que lo preciso sería decir que “todo es corrupción en España”. Porque la corrupción de hoy no ha llegado ex novo por el sanchismo. El sanchismo es corrupción porque España es moralmente débil, y debilidad en cuestiones de moral pública es corrupción en potencia. 
Y es lo que nos ha pasado siempre. Este país es corrupto por débil. Este país se porta medianamente bien cuando gobierna una mano dura. La tal mano dura constriñe la libertad, es obvio, pero impide que nos comportemos como niños groseros. No es que la mano dura sea benévola, es que ser español está reñido con la libertad individual y el orden social. O libertad u orden. Así sentimos los españoles. No somos partidarios de una libertad civilizada, compartida con los demás. Preferimos jugar a ver quién es el último que se salta las reglas y gana el partido en el último minuto y de penalti injusto. Si el árbitro se equivoca, pobre, allá él. El árbitro no está de autoridad reconocida para que aplique la ley. Está para ensuciar a su madre y, a ser posible, recibir un botellazo. 
La democracia ha tenido muy mal asiento en España porque ni siquiera somos ácratas. Somos partidarios de que haya leyes para que las cumplan los demás y que se jodan, pero para que nosotros nos las saltemos, que da un gustirrinín inefable. 
¿De dónde viene este ideal de bandolero feliz, perseguido pero nunca encontrado? 
Pues no lo sé, pero siempre me he fijado en las diferencias de fervor religioso entre España y los demás países católicos cercanos. Por ejemplo, Francia. Francia es un país laico, republicano, y muy estricto con ese laicismo. La república francesa es muy estricta en eso. Se permite legalmente la religión católica pero no se le dan ayudas, y no tiene ninguna preferencia frente a las demás. La iglesia francesa se mantiene con la aportación de los fieles. Y los católicos franceses son pocos, pero se les nota un fervor espiritual que en España choca. Cuando lo vi oír oír era vez, en mi primer verano allí, le pregunté a mi madre sobre este particular, y me dijo que sí, que los franceses católicos sentían su religión más íntimamente y sin ningún significado exterior de alarde o exhibición. Al cabo de los años, cuando iba a Francia por trabajo, a veces iba con mi mujer a una misa francesa por saborear esa devoción austera, aparentemente veraz, que aquí no deja de ser una actuación de puertas afuera. 
La historia de las dos iglesias han sido muy distintas, como es evidente. En España hemos “disfrutado” de un monologuismo ininterrumpido, sin espacio para el propio espíritu religioso, simplemente obedeciendo la consigna de la autoridad “con la boca pequeña”. La Iglesia y el poder siempre han estado íntimamente unidos por intereseses muy concretos que no vamos a detallar ahora. Cada uno en su especialidad se apoyaba en el otro. Yo mantengo el orden y mantengo el imperio, tú me controlas las almas con tus consabidos medios, y te guardo tu corralito, no dejando a otras creencias pisar nuestro suelo. 
Pues creo que así sucede con todo en España. Y desde hace muchos siglos. Tenemos más estima al que pide limosna por la calle, bendecido por el párroco, que al que trabaja duro y se gana bien la vida. ¡Ay, si es rico! A ese, por derivación de ese espíritu a la izquierda, es un “burgués” que hay que sofocar a impuestos y a regulaciones hasta que caiga exhausto, sin compasión. No le sirve de nada ser un generoso filántropo que hace generosas donaciones, aparte de sus impuestos. Si de pasada se caen unos puestos de trabajo, no pasa nada, que del paro se vive muy bien. Luego no se explican los expertos la tasa de paro más alta de Europa y la falta de productividad desde la llegada de la Demos, que hemos interpretado con unos sesgos particulares nada beneficiosos.
Encima nos ufanamos de esta peculiaridad. Se me ocurren más cosas que decir, pero prefiero morderme la lengua por ahora. 

jueves, 2 de enero de 2025

La sociedad epiléptica

Vivimos, no se me ocurre otra palabra, una sociedad epiléptica, sin horizonte y a saltitos. Una sociedad que se ha desvestido de sus convicciones y vive en una convulsión permanente de caprichos diarios, frustraciones por no obtenerlos, y vuelta a perseguir otra barata alucinación. La gente se ha lanzado a ser feliz. Y no lo consigue. Va de rabieta en rabieta. Ha relegado todo de lo que antes era importante, y delega sus sostén a su iPhone, que de vez en cuando le deja tirado. Solo lucen una sonrisa de felicidad alelada cuando van andando por la calle mirando el móvil. No saben que corren peligro de que un patinete silencioso, un asesino anodino, les sigue las piernas. Hay más peligro hoy en las aceras que en la calzada.
La escena más familiar es hoy los cuatro miembros de una la familia arquetípica (ya casi relegada en el pasado), sentados en la mesa de un restaurante, ensimismados con la pantallita, buscando anhelantes algo que les redima. De vez en cuando, en uno de los cuatro se le dibuja una sonrisa. Efímera. No se sabe si ha encontrado un amor en una página cualquiera, si es un amor tradicional o homo, si es trans o está por concretarse el perfil. A veces conectan con alguien que es algo y merece una sonrisa. 
El ensimismamiento está en boga. Las relaciones son indefinidas y volátiles. Para qué luchar  por conservarlas, si habrá otra que se aparecerá en la mágica pantalla. La amistad ha sido sustituida por el “tío, tía” que no compromete a nada. Las relaciones sexuales son cada vez más simples y  a la vez más complicadas. Se prueba todo. En los periódicos hay todos los días consejos de un “experto” que te dice cómo correrte mejor. No era tan difícil. Hay técnicas, y sus resultados no dependen del amor, sentimiento complejo, inmanejable, anticuado. 
Se desdeña el trabajo. Se prefiere la jornada a tiempo parcial. Más tiempo libre y menos sueldo. Se buscan alquileres colectivos. Nuevos agrupamientos son posibles. Dos tíos y una pareja. Se paga igualitariamente, pero hay polizones, porque uno que tiene más dinero le ayuda a otro porque lo prefiere de compañía. 
Luego está lo del tiempo de ocio. Afortunadamente, las bajas sanitarias son más fáciles. El otro día escuchaba a uno contarle a otro que le preguntaba por su nuevo trabajo: - “pues tío, estoy encantado, llevo dos meses y medio de baja y mola!”. Baja por enfermedad y seguir cobrando. Hay está el chollo: poca paga, pero tiempo libre y bajas de salud. Óptimo. El que no puede que se quede en casa de sus padres, a mesa puesta, que ya no da vergüenza, no es un desdoro. Les queda dinero para montar una juerga, o algo extravagante, como contaba uno el otro día: - “joder tengo unas agujetas en las piernas, ayer fuimos a una finca e hicimos una guerra simulada, de esas con escopetas que te manchan la ropa de un color, que es que te han matado, y joder tío, 6 horas en cuclillas para esconderte del enemigo, buaff, no veas! Ahora, eso sí, qué guay! Otro contaba que estaba cabreado porque sus amiguetes habían montado la barbacoa en un chalet de la sierra (seguro que del padre de alguien) a partir de las 12 de la Noche, y joder, no podía ir! Me imaginaba que gracia le harían a los vecinos una barbacoa de unos barrancas que seguro iba a durar hasta el medio día… 
Sin ambiciones, ven la vida pasando más o menos felices con sus juguetes y sus ficciones, sus cañitas y sus cubatas. Fumando tabaco de liar. Es más barato y sirve para liar porros. 
Y el móvil, todo centrado en el móvil. Hacen bien? Pues no les critico. Me lo paso bien cuando les escucho a hurtadillas. Están viviendo como hippies, solo que mucho mejor. Subvencionados por los padres y el Estado. La paguita. Trabajar pero poco. Compartir piso. Etc. un sueño solo posible en un corto tramo de la vida. Estos ya no aspiran a un Erasmus. No hay inquietud por el futuro. 
¿Hay futuro? Nosotros éramos más inquisitivos. Había cierta pasión por la verdad. ¿O éramos, simplemente, más pedantuelos? Quizás. Nos movíamos en un tupido telar cruzado por cuerdas que eran los medios con los que tú argumentabas. Te lo habían dejado tus padres, que lo habían recibido de generaciones anteriores. Lo bueno es que era reparable. Si se detectaba un error se subsanaba. Se modificaba con acierto o desacierto. Podías cambiar la ruta. Con todas sus deficiencias, era algo. Ibas de nudo en nudo, despejando el horizonte. Los de hoy no tienen nada de eso. Van a ciegas. Hay que reconocer que no tienen ninguna culpa. Nuestro telar no estaba diseñado por nadie, pero alguien vigilaba por él. A ellos se les ha deconstruido ese telar, que ha quedado hecho cenizas en el suelo. 

miércoles, 1 de enero de 2025

Periodistas sin dignidad

Nueva cantada de El Mundo: se llama “La magistral vacilada de David Broncano y LalaChus en las Campanadas”.
Hoy Esther Mucientes nos brinda su entusiasmo ilimitado, casi  obsceno, por el desparrame de Broncano y su ninfa LalaChus en las Campanadas de año nuevo. No es que me extrañe, y además es una competencia atroz entre cadenas de TV a ver quién consigue hacerlo más chabacano. Pero estos personajes turiferarios siempre consiguen darle otra vuelta de tuerca más al delirio del mal gusto que le chifla a Sánchez. Porque si algo nos ha inundado en sus contínuas fechorías, la inundación de mal gusto es portentosa. Y es que no encuentro otra explicación esta deposición de esta señora, Esther, a no ser que luego se encuentre con una sorpresa muy agradable en su zurrón.
(Por cierto, ¿Y El Mundo?)
Sumisión es para ellos una sensación de placer prohibido que, una vez probado, no se puede uno desenganchar. Sobre todo si está bien retribuida. Broncano lo está, ya se sabe. Pero, ¿y la periodista de Salón?
No tiene importancia ya. Es otro paso más en el sendero que lleva a la ciénaga pestilente a la que nos llevan, con cánticos de alabanza a toda la máxima fealdad, visible o inventada, para que nadie opaque la beldad que encarna el Belcebú de la Moncloa, que sigue tan pancho su labor de demolición. Es una historia bien conocida. Lo que pasa es que nos han dejado ciegos y solo vemos las lucecitas. 
Feliz año horrendo que nos espera.

martes, 31 de diciembre de 2024

La representación del mundo II

Al principio de todo fue el Big-Bang.
 
“ Cierra los ojos. En un instante que oscila entre los veinte y los diez mil millones de años en el pasado, toda la masa y toda la energía del universo se concentraban en la punta de un alfiler; su densidad era tan grande que la curvatura del espacio-tiempo tendía al infinito. 
Cuanto ha sobrevenido después, las galaxias y los soles, los bichos y las ballenas, la Odisea y Taylor Swift, tú que me lees y yo que te escribo, tiene su origen allí. 
Imposible saber si hubo algo antes, puesto que el tiempo también vio la luz en ese parpadeo. A partir de aquel aleph, el universo no ha cesado de expandirse, aunque no sepamos si continuará desperdigándose sin tregua o si le aguarda un final tan calamitoso como su inicio. 
Conforme aquel diminuto cosmos empezó a enfriarse, las primeras partículas se separaron como una familia mal avenida. Al rozar los diez mil grados, el proceso generó fotones, electrones y neutrinos, con sus respectivas antipartículas, más unos cuantos protones y neutrones. Unos cien segundos después, estos materiales se amalgamaron para formar deuterio; luego, amasaron helio con unas pizcas de litio y de berilio: el disparo de salida de la tabla periódica. Las pausas del universo no transigen con nuestra cronología y durante miles de años no pasó nada digno de mención: un silencio que ninguna inteligencia pudo gozar o lamentar. Al cabo de trescientos ochenta mil años, ocurrió la recombinación: los electrones se unieron a los núcleos producidos con anterioridad y dieron origen a los primeros átomos neutros. Su carácter cuántico le otorgó textura a la radiación cósmica de fondo e hizo posibles aglomeraciones locales de materia: las primeras nebulosas. Entonces las regiones más densas del espacio se condensaron para dar paso al desbarajuste de las galaxias, en las cuales brotaron gigantescas armas nucleares —las estrellas— que al colapsarse generaron supernovas y agujeros negros. Residuos de residuos de las nubes modeladas en aquella cocina celeste son los materiales pesados que desde entonces danzan en torno a sus respectivos soles, incluida la Tierra y sus ansiosos habitantes. Este es el inicio de nuestra historia: un relato inverosímil de no ser por el apabullante alud de pruebas en su favor. Lo más sorprendente es que las probabilidades de que algo así ocurriera eran nomínimas: de entre los innumerables universos posibles, vivimos justo en aquel cuya velocidad de expansión se halla muy cerca de la medida crítica para no colapsarse en el camino e impedir la aparición de la Vía Láctea, el Sol y la Luna, el meteorito que acabó con los dinosaurios, las algas y los mosquitos, los primates y Donald Trump. 
¿Seremos los ganadores de una lotería imposible o vivimos en el único universo donde habríamos podido crecer y multiplicarnos? Las respuestas a estas preguntas no entran en el terreno de la ciencia ficción, sino de la ficción pura: ¿se habrá sucedido una miríada de experimentos cósmicos fallidos y, en esa pléyade de fracasos, atestiguamos uno de los pocos —acaso el único— que requirió nuestra presencia? 
Una opción menos autocomplaciente —el principio antrópico esparce cierto tufo narcisista— fue propuesta por Stephen Hawking: un universo finito, sin fronteras ni bordes, donde el tiempo no fluye linealmente, tal como lo experimentamos, sino donde todo está de una vez allí, semejante a la superficie de la Tierra, que es a la vez infinita e ilimitada, sin un antes ni un después.
De acuerdo con esta fantasía, el tiempo del universo, al cual los físicos llaman imaginario, sería el real. Frente a los mitos que han encandilado a las culturas antiguas y modernas con su cohorte de dioses y demiurgos, el big bang no se queda atrás. Como ellos, es producto de la rabiosa imaginación humana, pero de una imaginación peculiar, la de la ciencia, obligada a cuadrarse ante reglas estrictas y cuya capacidad para anticipar el futuro necesita no ser desmentida. Quédate con esta escena: al despertar una mañana, luego de un sueño intranquilo, te descubres en el único universo donde habrías podido despertar.”

de Jorge Volpi, La invención de todas las cosas 


lunes, 30 de diciembre de 2024

Pues eso

Las interminables ristras de autocomplacientes ridiculeces que estoy leyendo estos días en la prensa, todas a raíz de los elogios en The Economist a la economía hispana, lo certifican. Es el "ellos fuman Lucky" aplicado al modelo productivo. No sé qué da más vergüenza ajena, si lo de ahora o lo de entonces. En cualquier caso, voy a cerrar esta nota con un simple dato estadístico, solo uno, para todos esos catetos felices. Mirad, catetos, entre 1995 y 2024, la productividad del trabajo en Estados Unidos ha crecido un 54%. Y en España, un… 5%. Ya está dicho todo.

sábado, 28 de diciembre de 2024

Sobre el pacifismo retroactivo. Si vis pacem, para bellum

La guerra siempre ha existido, incesantemente. Sospecho que en cualquier rincón del mundo - aunque en el paraíso artificial no nos hayamos enterado -, siempre ha habido una guerra un otra. Casi siempre varias simultaneas. 
Ante esto, unos reaccionan como pueriles pacifistas, niños mal criados, que cierran los ojos a la realidad, lloran, hacen pucheros, y gritan no,no,no,… y sacan una bandera blanca. Algunos se manifiestan desnudos (?), diciendo que la guerra se debe a que hay armas, hay que acabar con ellas, sobre todo las nucleares… al cabo de decenas de años se entera uno que esas movidas estaban impulsadas y pagadas por Rusia, soviética o la siguiente. Porque a este tipo de países se les da muy bien el espíritu pacifista, aunque no lo sean, hacen negocio con él, etc. 
cualquier pacto pacifista y de desarme entre la democracia, y países es como ese, es un doble fracaso. Porque el único que lo cumple es el país pacifista. Al final de la historia habrá bajado sus defensas y será aniquilado por el otro. (Por cierto, como los acuerdos ecologistas del Cambio Climático: solo cumplimos nosotros). 
La actitud con alguna posibilidad de éxito es tener suficiente armamento disuasorio para mantener a raya al belicista. Para eso tienes que tener una economía productiva que te permita crecer, crear empleo y, a la vez, guardar la paz (que debe ser el bien más preciado, es sí, sabiendo que no cae del decirlo, hay que ganárselo). De vez en cuando, el país belicista propondrá negociaciones de desarme, porque se verá asfixiado económicamente, pues su ardor guerrero cuesta mucho si su única obsesión es desestabilizar a los demás. 
Por eso el derrumbamiento de la URSS, la caída del muro de Berlín. En 1990 estaban exhaustos, arruinados por una economía improductiva con objetivos prioritarios estratégicos. 
El ejemplo opuesto es EEUU, que como buenos protestantes no creen en la bondad humana. Saben que tal bondad se da en determinadas condiciones sociales y de bienestar económico. EEUU pudo ganar la Guerra Fría porque fue capaz de financiar el mejor ejército del mundo con una presión fiscal inferior al 30% de la renta media. Hago una breve interrupción para hablar del tercer modelo de comportamiento, el polizonte bélico, como es la actitud de chupóptero, de Europa. 

Hace unos días, moría Dalmacio Negro, el único pensador certero de los últimos tiempos sobre el pacifismo pueril. Nadie le escuchaba.
Emilia Landaluce (El Mundo, hoy) nos deja esta perla sobre él:
“Cosas que me dijo Dalmacio Negro: "Soy un descreído de la Unión Europea por realismo político. Julien Freund decía que la unificación de Europa debió comenzar con una alianza militar, que es como empiezan todos los entes políticos. Empezó mal y se ha convertido en una Unión Burocrática Europea que legisla sobre cuestiones de detalle". 
Recordemos el final del intercambio entre Freund y Jean Hyppolite… 
«A lo que Freund respondió: «Usted, Sr. Hyppolite, como todos los pacifistas, piensa que es el que designa al enemigo. Considera que basta con que nos neguemos a tener enemigo para no tenerlo. Pero ocurre lo contrario: es el enemigo el que nos designa». De ahí la irrelevancia de los europeos ante los que son los enemigos de nuestras libertades, un fin en sí mismo, no un medio. 
El totalitarismo, decía Dalmacio, es la politización de la vida entera invocando la democracia.

Sí, el tercer ejemplo ante la guerra es el de Europa, que fue salvada dos veces por EEUU en dos guerras desoladoras, que recibió de él la ayuda del Plan Marshall (gracias al cual se pudo hacer, 10 años más tarde, en 1958, la fundación de la Comunidad Europea), y reculó una vez caído el régimen nazi y dijo que no quería saber nada de EEUU ni de su belicismo. Inglaterra y Francia hicieron sus bombitas atómicas que no les daba ningún poder de disuasión  real, y los demás se echaron a dormir en los brazos de la efectividad americana. Y como éramos países opulentos, pues los cargamos de impuestos para financiar un estado de bienestar cada vez más caro. El espíritu de molicie no tardó en reinar, deviniendo Europa en un parque temático. Mientras, la única disuasión que había era la de EEUU y sus tropas y misiles diseminados por Europa. Al final, cuando despertamos, “el dinosaurio (la guerra) estaba todavía en la habitación”. Final del cuento (de momento). 
Pero la guerra no ha desaparecido ni lo hará jamás. La naturaleza humana es muy imperfecta. Y lo es porque tiene una memoria histórica muy corta. Los que han conocido una guerra de cerca, como nuestros padres, saben el horror que es. La siguiente generación ya empieza a no valorar bien lo que es la paz, y la tercera lo toma como una cosa dada, un derecho hereditario. Y no es así. 


Feliz año nuevo 2025

Que los dioses les sean propicios y les traigan toda clase agradables sorpresas. Es un deseo sincero, aunque a mí no me parece ni remotamente posible. Hace muchos años me di cuenta que el mundo se salía de su eje; tuve que resetearme para aguantar, y aguanto, pero lo veo todo francamente peor. 
Tengo amigos que bobamente se han hecho ilusiones por la aparición de monstruos de nueva generación que, piensan, van a salvar al mundo de su deriva cada vez más acentuada. Me refiero a Trump y a Milei, nuevos santos sin peana adorados crispadamente, con frenesí, porque, dicen, son la “última esperanza blanca”. 
Francamente, no lo creo. Me parecen dos simples payasos inflados con gas a los que sus adoradores les inventan cosas como que han acabado con el Woke y los Zurdos, cuando de hecho ni han empezado las obras del campo de exterminio de las masas gigantes de esos falsos ídolos.
La economía de Milei va como un cohete, dice Milei y sus fans; curiosamente es lo mismo que dice Sánchez de su economía, lo cual hemos podido desmontar hasta la última tuerca para ver que vamos directos abismo. 
La economía de Milei está en una nube impenetrable que sigue tienen inflación, ha creado cientos de miles de desempleados porque los ha echado de su covacha subvencionada, y que de momento mantiene la devaluación mensual de su moneda según las pautas acordadas, lo que quiere decir que 1) hay un inflación todavía importante; 2) que falta mucho todavía para cantar victoria. Lo malo de Argentina es que es una guerra social subterránea, con sus prisioneros y sus víctimas mortales ignoradas, y todo eso va acumulando rencor que no se diluye por las buenas. Y no es un país para olvidar las afrentas colectivas.
En cuanto a Trump, no me gusta un pelo. Es un golpista declarado, como demostró en 2021 cuando perdió las elecciones, y ya ha anunciado regalos de reyes a Putin (Ucrania), invadir Groenlandia y “tomar” el control de Panamá (lo que no deja de ser una vieja manía USA recién desenterrada). Es decir, unos desatinos morrocotudos que no puedes ignorar diciendo que este tío es un bocazas. No estamos en tiempos de Theodor Roosevelt, a principios del Xx, cuando EEUU empezaba su larga carrera de Matón y nos liquidó la Flota española en Cuba en 1898. 
Estos nuevos líderes monstruosos no me parecen confiables, quizás menos aún que los actuales. Me parece estar viviendo un cómic de pesadilla, lleno de trampas y malas decisiones, en el que no se vislumbra el 7º de caballería llegando en el último minuto y restableciendo el orden. Habrá más estallidos que esperemos sean meramente locales. 

jueves, 26 de diciembre de 2024

La representación del mundo I

Qué cambio tan extraordinario tiene lugar […] cuando por primera vez el hecho de que todo depende de cómo se piense una cosa al principio entra en la conciencia; como consecuencia, el pensamiento en su dimensión absoluta sustituye a la realidad aparente. KIERKEGAARD

Estoy leyendo un libro fascinante. Es “El nacimiento de todas las cosas”, de Jorge Volpi
He de aclarar que puede que sea fascinante solo para mí, porque es posible que muchos lectores se hayan aclarado sobre estas intrincadas cuestiones y estén al cabo de la calle. Al fin y al cabo, en mi bachillerato no se trataban estos temas peliagudos de la Física del XX y, quizás, hoy en día sí se hace. Aparte de que yo siempre tuve problemas para desentrañar las cosas de la física moderna, porque cuando lo intentaba, me tropezaba desde el principio con el fracaso. 
Y de eso va Volpi, autor que no conocía, pero que empecé a leer con avidez y luego con pasión. Es una explicación, al alcance de todos (o casi), del  estado de la Ciencia en vigor. 
Yo conocía la filosofía de Kant y de Schopenhauer. A este último le había leído con fruición, pues tiene el mérito de escribir una de las más reconocidas prosas de la historia de la filosofía. Kant, siguiendo a su admirado Hume, había hecho una revolución en la filosofía. Me permito explicarlo con mis propias palabras: nuestro sistema cognitivo dista de ser perfecto. El mundo exterior existe, por supuesto (cosa que negarían sus exaltados seguidores), pero nosotros solo lo podemos aprehender a través de nuestras capacidades cognitivas. Y estas tienen restricciones evidentes: solo podemos inferir a través de dos pre condiciones (a priori, decía Kant) que son el espacio y el tiempo. Esto, nos explica Volpi, se ve corroborado por la Física cuántica y el principio de incertidumbre de Heisenberg. A partir de ahí, debemos de prescindir de nuestra amada certidumbre, que en el mejor de los casos se convierte en una probabilidad no muy precisa, además. 
Si lo pensamos un poco, podemos sentir una especie de vahído al comprender que estamos (no del todo) aislados en nuestro interior; nos asomamos hacia fuera a través de una tela semitransparente, imperfecta, que nos impide ver el mundo en su plenitud, y que la captación que logramos está necesariamente formulada en las coordenadas espacio tiempo. Además, nuestro sistema analítico solo funciona bajo esas dos pre condiciones; además, como decía Hume, nuestra lógica racional llama causa-efecto a la simple repetición de dos fenómenos en determinado orden. Determinamos pomposamente “la bola de billar se mueve a causa del impulso dado por el palo del jugador”, lo cual es una simple creencia, porque lo único que vemos (o creemos ver) es que, repetidas veces, el palo impacta en la bola y esta sale despedida. Pero, en puridad, quizás los dos fenómenos hayan sido simultáneos, no sucesivos: estamos hechizados por el tiempo, que quizás, como decía San Agustín, no sea más que otra ficción más… 
Hume ponía el ejemplo de que, por hábito, aceptábamos que “todos los cisnes son blancos”, hasta que se corroboró que en Australia había cisnes negros. La costumbre había establecido con total seguridad que todos los cisnes eran blancos. La costumbre se había traducido en la mente del hombre en la norma lógica de que si hay un cisne, este es blanco. 
Hume y Kant desestabilizarían completamente la filosofía anterior. En concreto, Kant dejó sentado que nuestras limitaciones cognitivas nos permitían asomamos al exterior y fabricar silogismos no definitivos, pero no podíamos aseverar nada de de temas metafísicos o religiosos.
Por ejemplo, 

“La muerte (y la vida ulterior) es una de nuestras mayores ficciones: acaso porque no existe en tanto que nadie puede narrarla”

Vuelvo al libro de Volpi, porque lo que hace es ponernos al día de lo que dijo, de estos y otros temas, la revolución científica del siglo XX. Su mismo título ya nos guía: “La invención de todas las cosas” se refiere a que todas las cosas exteriores que percibimos son creadas por nuestros cerebros. Todo lo que sabemos, interior o exterior a nosotros, es una invención necesaria sin la que no llegáramos a nada útil. Es más, como paso necesario, inventamos un Yo, depositario y autor de toda nuestra creación, con el que hablo en mi interior, pero con palabras, formulo  conjeturas que ya iré ordenando más tarde. Necesitamos un Yo para creer que en el interior de los demás hay un yo distinto con el que puedo comunicarme. En realidad no somos seres rigurosamente lógicos, sino inclinados a inventar narraciones, o mejor dicho ficciones cuanto más adornadas mejor. 
En palabras de Volpi, 

 Narrar es engarzar imágenes en el anzuelo del tiempo. Ordenamos los hechos —los patrones que atesoramos de los hechos— de la misma forma que paseamos sin rumbo, confiados en que al final le daremos sentido al camino.”

El mundo es Voluntad y Representación, dice Schopenhauer. En rigor, el mundo existe porque nos lo representamos. Imaginemos: ¿sería posible un mundo lleno de belleza, con sus montañas nevadas, lagos, ríos, mar y cielo azul, sin un ser vivo capaz de interpretarlo? (En todo caso sería un ser melancólico por no tener a quien narrárselo…) Somos narradores incansables de nuestra propia vicisitud, a la que vamos adornando y añadiendo “belleza”, suspense, emoción… y  yo voy corroborando el relato (sí, eso que quiere monopolizar el inquilino de la Moncloa) mediante la comunicación con los demás. Somos, inevitablemente, animales sociales… aunque somos capaces de asociarnos para producir y crear en paz, pero también como para desencadenar la guerra. La guerra y la paz se convierten, con el tiempo, en actividades muy exigentes, sobre todo la primera, a la que es más difícil de llegar y prolongar que la guerra, mortal y desoladora como nada, y no no menos exigente. 
En cuanto al Yo, irremediablemente nos lleva al dualismo de alma y cuerpo. Sin dualismo no podríamos creer que en los demás hay otros “yoes” distintos al mío con los que me puedo comunicar, certificar los que yo siento, rebatir, llegar a un punto intermedio mejor que el que se ha obtenido por separado… Volpi: 

Los dualismos derivan de la sensación de ser algo en el interior de otra cosa.”.
“Te miro a los ojos y asumo que en el interior de tu cráneo hay alguien como yo.”

(como decía Schopenhauer al comienzo de su magna obra), 
«El mundo es mi representación. Esta es la verdad que vale para todo ser viviente y cognoscente, aunque solo el hombre puede llevarla a la conciencia reflexiva abstracta: y cuando lo hace realmente, surge en él la reflexión filosófica. Entonces le resulta claro y cierto que no conoce ningún sol ni ninguna tierra, sino solamente un ojo que ve el sol, una mano que siente la tierra; que el mundo que le rodea no existe más que como representación. »
Repito la pregunta : ¿es concebible una idea del universo sin una conciencia presente que sepa articular una representación?






miércoles, 25 de diciembre de 2024

Delirios incompatibles con el ejercicio del poder

Yo estoy de acuerdo con lo que cuenta Jorge Bustos. No es un simple psipcopata, es un Narcisista que cuando se le rompe el espejo le da un ataque de ira.






lunes, 23 de diciembre de 2024

Francia insumisa

Decía Napoleón en sus memorias que no hay más desgracia para un país que tener un gobierno insolvente. Francia está camino de eso. Y lo peor es que las instituciones de poder son incapaces de de tomar las decisiones necesarias, por una razón muy sencilla: en Francia los partidos políticos viven (como en España) en una burbuja que les aísla de la realidad. Unos quieren resucitar las décadas de las vacas “gordas” subvencionadas, mientras los de enfrente, en el fondo, creen en los mismo. Es decir, más gasto público, más déficit y más deuda. Francia tiene un déficit público del 6% de PIB. Es un disparate. Pero las medidas correctoras crearían, inevitablemente, enorme malestar social.
El Presidente Macron quiere reducir el déficit y la deuda con gobiernos minoritarios, capacitados técnicamente, pero propicios a ser derribados por los partidos que tienen la mayoría. Ya van 4 gobiernos este año. Nadie asume responsabilidades. Todos prefieren esperar a ver quién cae primero. 
Es un gran riesgo para Europa. Como lo es el pésimo estado de la economía alemana, hasta hace poco la rica de Europa, que mantenía en lo más alto la confianza de los mercados. Ambos países eran los dos pilares fundamentales.
Es decir, los dos estados fuertes europeos están en una debilidad extrema y, por su parte, la Comisión Europea, incluida la presidenta Van der Leyen, esta en una inoperancia total, a veces contraproducente. 
En cuanto los “mercados” frunzan el ceño y revisen sus expectativas… por cierto: los mercados no son tenebrosos señores de piel verde, vestidos de negro, que chupan la sangre. Son los que gestionan los ahorros de sus depositantes: nuestros ahorros. Los expertos ya han empezado a la descalificación de la deuda francesa y de sus bancos. 
Algunos insensatos ofrecen como solución el bitcoin. Pero el bitcoin no hace crecerse la productividad. Es una opción de  última hora, cuando se desata el pánico. Es inquietante que Trump hable de eso cuando tendría que estar hablando de dinamizar la economía. Sería mejor ofrecer inversiones, prosperidad, reducir la deuda… el bitcoin es veneno para todo eso. La prueba: es lo que Putin ofreció a los golpistas catalanes cuando apoyaron la subversión de 1017. Putin no es mi economista favorito. 

sábado, 21 de diciembre de 2024

Tic-tac, tic-tac…

Si llega el caso de que Alemania se salga del euro, sería el fin de la UE, no solo del euro. 
Se ha invertido mucho para este desastre que se acerca poco a poco. Sería gravísimo. Nunca fui partidario del euro porque me parecía una cosa artificial que a España no le iba a ir bien. Hubo un pacto de silencio, una “omerta” evidente; se hizo de ello una cuestión de estado. Se sofocaron esas dudas. El euro ya pasó por trance dificilísimo 2012) que salvó en el último segundo del último round Mario Draghi. Pero el euro estuvo a punto de irse al carallo. El invento sin embargo siguió, y el principal beneficiario fue Alemania, porque dentro del euro sus exportaciones eran muy competitivas. Pero el desgobierno creciente, el aumento de la deuda, el fracaso de la globalización, y otras cosas de fondo como la crisis demográfica hicieron emerger partidos llamados de “extrema derecha”. 
Puede ser que la ultra derecha, cuando llegue al poder, se modere como lo ha hecho Meloni, que se ha dado cuenta que la burocracia de la UE puede ser una poderosa palanca para cambiar las cosas. Puede.
Declaraciones del propio partido:

 "Consideramos necesaria la salida de Alemania de la Unión Europea y la creación de una nueva comunidad europea". Así pues, la Unión Europea debería ser sustituida por una "Agrupación Económica y de Intereses" (AEI), y para ello debería celebrarse un referéndum sobre una "modificación de los artículos europeos de la Ley Fundamental". No obstante, según el borrador, AfD resalta que "una ruptura durasería contraproducente. Por tanto, la transición a la nueva AEI tendría que negociarse por consenso tanto con los antiguos Estados miembros de la UE como con las nuevas partes interesadas".

No parece muy extremista. Pero la cosa seguirá poco a poco, paso a paso. No se va a parar porque hagan declaraciones más o menos rimbombantes. Porque a la postre, el euro es un engendro no natural. Una moneda existe si solo si hay unidad política y un gobierno que obligue a usar la moneda que emite el banco central. Cuando las cosas han ido mal en la economía, al menos desde la crisis de 2008, el euro ha sido cuestionado. El BCE es un artificio sentenciado a plazo. 

jueves, 19 de diciembre de 2024

El suelo diario de España

El suelo diario de España

Hoy España está en cuestión diariamente por quien debería asentarla. No hace falta salir en procesiones de fe todos lo días en su nombre y el nombre De Dios; es mejor creer con naturalidad, dar como sabido, que es nuestro suelo diario sobre el que actuamos. Reivindicaciones fuera, cuando uno es un ciudadano normal, sea o no cumplidor de la ley: por Hollywood sabemos que los miembros de la mafia italiana son más americanos que el primer blanco.
Resulta que en España no es así. He leído en un periódico,
“ Así que no es extraño que, cuando el pasado 3 de noviembre España se llamaba Paiporta –porque era allí donde era perentorio que se hiciese presente–, a la vez que los Reyes les reiteraban a las víctimas de la riada que no estaban solas, resonase con idéntica solemnidad el «ahí os quedáis» del rugido del automóvil en el que huyó a toda prisa de aquel lugar el jefe del Poder Ejecutivo. (Una despedida dirigida a todos los españoles no afectos a su liderazgo, pero a quienes también tiene obligación de representar)” (José Luis Pardo).
Tal cual. Déjate de bobadas y emociones patrioteras. Piensa: están robando el suelo en el que vivimos a diario. 

lunes, 16 de diciembre de 2024

Sobre la exaltación de Franco, caudillo de España

Sobre Franco y su larga dictadura de 40 años hablaré después de que hayan leído este artículo de Antonio Cano - antiguo director de El País, depurado de mala manera, con otras dos docenas de colaboradores, por la jauría zapateril & comisarios al uso -. Me parece un texto brillante y bien ponderado sobre el zafio intento de “Ese” de hacer de la figura de Franco un pim-pam-pum para caldear el ambiente en 2025 - lo que quizás sea un anuncio de que va a convocar elecciones aprovechando la “tensión”.
La que buscaba Zapatero - indudablemente su padre putativo en cuestiones de demolición de la convivencia -,  cuando era presidente (“nos conviene crear tensión, tensión”, decía off The récord ante un tonto útil como es Iñaqui Gabilondo, que le contesta “claro, claro, tensión”), todo off the record (vean video varias veces, zapatero en su ser verdadero y el otro, el “intelectual de salón zurdo”).
Es decir, que sacar a Franco de procesión es exactamente lo que recomendaba el oscuro Zapatero: crear tensión, crear polarización, enfrentar a unos y a otros como en los años treinta, porque le viene bien al señorito de turno, como entonces les vino bien a Azaña, a Largo Caballero, a Negrín la confrontación, sea para conseguir una dictadura del proletariado, sea para prolongar la guerra hasta que estallara la II WW y los aliados vinieran a salvar la república. Qué animales. Y esto es algo que parece no entender Feijóo, candidato de la oposición, que quiere jugar a la democracia cuando esos no respetan las mínimas reglas.
La historia se escribe por los historiadores, y como estos se creen dioses, lo hacen como Dios, es decir, con renglones torcidos. Por eso, cuando yo, jovencito, me interesé en informarme sobre lo que pasó aquellos años turbios, pues los únicos libros que había en divulgación que no fueran franquistas eran los de Tuñón De Lara y demás compañeros de viaje, lo que me dejó una impresión falsa y grotesca de aquella tragedia. Luego salieron otros historiadores  más decentes, menos sectarios. Hay que reconocer que esa puerta la abrió él solito Pio Moa, que descubrió un tesoro de documentación en el archivo del PSOE. Abrió la puerta, y por ella se colaron una buena generación de historiadores con fuentes originales nuevas, y el hispanista Stanley Payne vino a certificar que se hizo bien el trabajo. 
Bueno, pues conectando el ayer con el presente, resulta prístino y claro que nos esperan meses de agitación social, de enfrentamiento, de represión de medios y jueces… es claro que el PSOE tiene como objetivos directos cargarse a Isabel Díaz Ayuso, que considera más peligrosa que Feijóo, al que tienen por adiestrado (y parece que es así), al Tribunal Supremo, a periodistas no domesticados (los pocos que quedan y son escasamente leídos)…
Ustedes pueden decir: pues no creo que la sociedad les crea, porque empieza a estar un poco harta. Pues no lo sé. Este tipo ha demostrado que cuanto más simplifica y embrutece el mensaje consigue que sus fieles mantengan “prietas sus filas” y se ponen más histéricos todavía. No es una cuestión de crear masa, sino de electrificarla, soltarle voltios para que salgan en sus telediarios y tertulias (que son los más vistos). Así que siéntense con una bolsa de palomitas y contemplen el espectáculo. Es lo que hay. Mientras tanto, sigan las jugosas noticias que hoy todavía se publican. Por ejemplo:

Ahora entiendo que NO TENÍAN TIEMPO PARA GOBERNARNOS, Para ayudar a los damnificados de la DANA, etc…
Titulares de prensa, ayer, según Jorge Bustos:
“Aldama declara en el Supremo que parte de las comisiones por adjudicación de obra pública eran para el PSOE. 
El comisionista dice que entregó 175.000 euros en efectivo a Ábalos entre su piso y el Ministerio. 
Aldama asegura que pagó pisos en Madrid con "señoritas" para reuniones con miembros del Gobierno. 
Ángel Víctor Torres (ministro territorial) le exigió 50.000 euros. 
Afirma que pagó al "electricista de mierda" (Cerdan, ministro) por frenar una adjudicación a Acciona. 
Una foto sitúa a Aldama en la zona noble de Ferraz. 
El Supremo admite a trámite la demanda del novio de Ayuso contra Montero. 
Una charla con Jessica (amante de Ministro Ábalos) desvela una visita previa al aeropuerto para blindar la llegada de Delcy con permiso de Sánchez. 
Begoña Gómez (mujer de Pedro Sánchez) empleó un despacho presidencial para sus actividades privadas. 
Reconoce que sus cuentas no son reales. Moncloa ya ha dado tres versiones distintas sobre la asistente de Gómez. 
UGT se suma a los esfuerzos del Gobierno para negociar con Puigdemont en Waterloo. Puigdemont sostiene ante empresarios que no habrá Presupuestos en 2025.… 
En fin, ahora entiendo que NO TENÍAN TIEMPO PARA GOBERNAR…

sábado, 14 de diciembre de 2024

El Estado real de la economía. La Trama española

En este soberbio vídeo que les apremio a ver, pese a su larga duración (y más para un no economista), obtendrán una actualización de cómo está la economía española, esa que “va como una moto” - como dice Ese, el responsable máximo de nuestro viaje al subdesarrollo -. Quizás les invitaría a poner en suspenso las soluciones propuestas por el autor, Jesús Fernández Villaverde, uno de nuestros egregios economistas que es (o ha sido) profesor y conferenciante en las mejores universidades del mundo. Más que nada porque el tiempo pasa y esas soluciones pueden pudrirse pronto, dado la velocidad a la que marcha el tiempo disponible. 
Les gustará, probablemente tanto como a mí, la potencia y la llaneza con la que se expresa el autor, llamando las cosas con su nombre, como llamar “al pan y al vino vino”,, cuando no construyendo eficaces y brillantes metáforas que te permiten ver a través de la retórica habitual. A mi particularmente me gusta el adjetivo que pone a los nacionalistas, que efectivamente no son más que carlistas revenidos, que jodieron y siguen jodiendo a España desde que esta no pudo incorporarse a la Revolución Industrial que empezaba a florecer en Europa. Cuatro guerras carlistas, sangrientas y extenuantes, nos retrasaron. 
Porque desde luego este vídeo no va sólo de economía; va de política e historia, una historia que no ha sido brillante para España, ni ahora lo es: nuestra clase política está ciega, incapaz de vislumbrar El Problema que se nos viene encima, y por tanto incapaz de imaginar una solución… y no sólo imaginar: tampoco habría, caso de imaginarlo, voluntad para sacarnos del dulce nirvana en el que nos acunan. (No se salten la valoración sarcástica de Feijóo dicha pasada).
Que disfruten: Jesús es un brillante orador, aunque sin presumir de ello, al contrario. Grita, demuestra su enfado, su pesimismo, porque no apuesta ni un euro a la posibilidad de que se haga lo necesario para rehuir la amenaza cada vez más próxima. Yo comparto ese pesimismo. 
Límpiense los oídos para oír con claridad que España está en riesgo de ser un país irrelevante (más aún que ahora), empobrecido, inadaptado al mundo de mañana, con un problema demográfico que es origen de todos los males… y que este llamado “Mal de España” nos viene asustando desde el siglo XIX, con una guerra de independencia y cuatro guerras carlistas , o sea, civiles. Al menos la exposición de la trama - La Trama española -, es brillante. 

martes, 10 de diciembre de 2024

La nación española como ficción

En el The Objective de hoy, un gran artículo (aunque con algunas reservas) de Antonio Elorza: La ficción de España (https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-12-10/espana-ficcion-nacionalismo-sanchez/).
Tema: la realidad histórica de España frente al intento de separatistas y otros grupos de izquierda (en el que, me temo, habría que incluir al PSOE), de imponer a España su propia ficción. España no ha existido, según esta versión: sería un invento centralista reciente para sofocar la “verdad” histórica de País Vasco y Cataluña. Esta confrontación es potenciada ahora por la actitud, a favor de este relato falso, del mismísimo Gobierno de España. 
En mi opinión, la máxima expresión de este delirio cómplice del gobierno Sánchez se demostró en  la tragedia de Valencia; por primera vez, se asumió oficialmente que España no es una nación, y que por lo tanto el Estado no debería tomar la iniciativa en el socorro de urgente necesidad, que así fue vilmente negado por el único que tenía medios eficaces. “Si quieren algo, que lo pidan”, no es solo una frase lapidaria de un presidente de gobierno delictuoso; es la declaración de guerra, con el apoyo de las fuerzas separatistas, contra la existencia de la nación española, acrisolada en siglos de historia con el objetivo claro de sus protagonistas de llegar a la Unión Nacional.
La manifestación más clara de esta voluntad de nación se produce en el levantamiento del pueblo, como un solo hombre, frente a la invasión napoleónica. Entre 1808-12 se  vive un proceso sin fisuras de acoso al invasor, y al final se logra la primera constitución liberal, que no llegará tener  vigencia más que en un breve trienio liberal (de su inanidad hubo muchas culpas, empezando por los propios liberales. Pero esa triste historia de ilusiones y desengaños debemos aparcarla de momento).
El caso es que desde la invasión árabe, hasta el siglo XIX, es innegable, indiscutido y fuerte propósito de Unión Nacional. 
Tuvo que ser el Carlismo (movimiento dinástico, no independentista), quien provocó 4 guerras sangrientas, el que desde su ultracatolicismo degeneró en un nacionalismo también ultracatolico que reprobaba a España su deficiente y abúlica práctica religiosa. En las familias donde se crió el rencor del Carlismo se abrió paso, con toda naturalidad, al nacionalismo beato integrista, heredando su ultracatolicismo. Sobre esas ascuas revividas artificialmente, se forjó el nacionalismo que dio amorosa cabida al terrorismo de ETA.
Y ahora, para rematar la faena disgregadora, ha venido Sánchez a bendecir a estos iluminados que han justificado,  con su leyenda ficcional, crímenes abyectos. Y me temo que no lo hace mezquinamente por los votos que necesita; creo que ha dado suficientes muestras de compartir con ellos el odio a España. Su ultraje a la tumba de Franco y su creencia de que por ello pasará a la Historia - algo que sólo puede caber en un magín muy deteriorado -, lo hizo totalmente de acuerdo con sus compañeros separatistas. Franco es el culpable, para esta jauría, de la “artificial” unidad de España. 
Y en esas estamos, amigo Sancho: con la clerecía más irracional robándonos nuestra identidad.
Hay que decir que una izquierda renegada del jacobinismo, por ende separatista, ya se manifestó en la infausta República II, incluyendo al sobrevalorado Azaña, un rencoroso con España y su historia. No hay pruebas concluyentes, pero sí indicios, al menos por pasividad, de la participación de Azaña en el golpe de estado de 1934, perpetrado por los constitucionalistas que habían votado 2 años antes la Constitución. De lo que no hay duda es que él se hubiera beneficiado de la situación ex post-golpe: no tenían un mascarón de proa más idóneo para emprender el camino de la dictadura del proletariado. No importó mucho, las elecciones 2 años después, con pucherazo incluido, rindieron el resultado deseado… y Azaña pudo ascender a Presidente de la República, dando cobertura a los desmanes de sus compinches que él no quería ver. Ni oír. Luego se extendió un amplio manto de santurronería sobre su fantasma, que sí no empuñó un arma, no fue menos (co)responsables de las tragedias vividas. Pero ahí sigue, en el pabellón de hombres ilustres.

domingo, 1 de diciembre de 2024

La pesadilla de la deuda impagable

Mientras los políticos desatienden sus deberes y se forran, ¿no se han preguntado de dónde sale tanto dinero?
Los listillos dicen: “de nuestros impuestos, claro”. 
No sólo de ahí, digo yo. También de la deuda del Tesoro, cada vez más alta. Y la deuda de hoy se traducirá, irremediablemente, en más impuestos en el futuro. 
O, alternativamente, en más inflación. Y con más inflación al gobierno le viene bien: recauda más. No hay salida. Los impuestos tienen un límite: cuando la gente ya lo ha dado todo a hacienda. Entonces llega la ineludible inflación, que es como meterte directamente la mano en el bolsillo. 
Esa es la senda de Sánchez: primero ha aumentado el gasto con el que soborna a su electorado (y el de sus socios), luego los impuestos, y luego, como no ajusta el tipo impositivo según la inflación, la recaudación impositiva le crece todos los años. Y de paso, pese a tanta mentira, los salarios reales suben menos que la inflación.
Hace unos años, otra vía, más honorable, era pedir ayuda a otros países socios, a cambio de un plan de reducción de gastos y deuda. Pero hoy TODOS están muy endeudados, unos, como Francia, incluso más que nosotros. De ahí la debilidad de Europa (que Putin por su parte, aprovecha para hacerle más daño). Se acerca el momento de algo inconcreto, pero  nada agradable, por cierto.
En el gráfico vemos cómo la deuda crece incesantemente y debemos cada vez más al extranjero.