"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
miércoles, 25 de julio de 2007
El "opio" de la religión
La imposibilidad de no mirar al futuro hace al hombre distinto de las demás criaturas vivientes. Desde que el hombre anda sobre la tierra ha manifestado su inquietud mediante la religión, eso que Marx llamaba el opio del pueblo, pero que siempre estará presente de una u otra forma, como manifestación inevitable de la intranquilidad. El marxismo mismo no es más que una religión secular, la primera. Esto es palpable en la forma dogmática y fanática con la que sus seguidores han hecho exposición y proselitismo de sus ideas. El fracaso del marxismo ha sido el fracaso de la religión del siglo XX, ese positivismo que nació con Darwin en el siglo XIX y ha conseguido demoler casi totalmente los restos de religiosidad de occidente. Todavía muchos consideran esto un gran avance, aparte de creer en su inevitabilidad, lo cual no está demostrado. Ni la historia es un modelo predecible, ni el ateismo rampante de hoy debe considerarse un avance. El hombre occidental lleva más de un siglo jugando a ser dios con arrogancia, como si el progreso material debe necesariamente ir acompañado del repliegue de la religión; sin embargo, dicho progreso material nació dentro del cristianismo protestante, verdadera madre del liberalismo democrático, como veremos en un capítulo posterior.