No se sabe todavía si la crisis de los mercados se prolongará y ampliará o si ya se está reconduciendo. Según algunos - Roubini el catastrofista - esto es una crisis de solvencia que no se arregla inyectando dinero. Según la interesante web de Stratfor, esto una crisis de mucha menos cuantía que la de las Saving and Loans de 1990, en las que el estado tuvo que adquirir los activos defectuosos de préstamos incobrables.
Sea lo que sea, y pese a los patéticos intentos de Trichet, bajarán los tipos de interés. Con más razón si se trata de algo más que de una cirsis de liquidez. Si el paquete de activos dudosos, que resulta que ahora no son el 5% del total de activos en EEUU, sino mucho más, y más allá de EEUU, se "pudre" y nadie los quiere, y si ese no quererlos nadie obliga a la banca a asumir pérdidas cuantiosas, lo que llevaría a una recesión mundial, al estado le costará menos hacerse cargo de esas pérdida si los tipos de interés bajan. ¿Que es injusto que el estado - los contribuyentes - paguen los errores de otros? Pues sí. Pero la justicia implicaría una recesión y todas sus consecuencias, difíciles de calcular, pero escalofriantes.
Eso es el mundo real: elegir entre lo malo y lo peor.