Después de unas semanas en que las autoridades han mirado al cielo a ver si caía un milagro, pero sin poner nada de su parte, la crisis financiera no se ha resuelto y amenaza con estallar con gran virulencia.
A estas alturas, no se entiende por qué no han rebajado ya los tipos de interés. No sólo eso, sino que en Europa, ante la impasibilidad del BCE, simplemente han subido: ahora a los bancos - y a todos - les cuesta 1% más financiarse que lo que promete el tipo oficial del BCE del 4%. En EEUU, por el contrario, el tipo de interés se ha mantenido incluso por debajo del oficial.
Una crisis amenazante que las autoridades niegan. Con la vergonzosa complicidad de los gestores de fondos, que les dicen a sus clientes que no pasa nada, que no vendan sus carteras pues lo peor ya ha pasado.
Bochornoso y de juzgado de guardia. Negando la realidad pretenden que la tormentilla pase sin tener que tomar decisiones desagradables, como si cerrando los ojos pudiera amanecer al día siguiente soleado.
Desagradable va a ser la vuelta de vacaciones. Unos se van a encontrar sin renovación de créditos; otros con el trabajo en vilo; otros con una subida de la hipoteca porque Trichet, simplemente, ha dejado que el coste de financiación aumentara un punto; ventanillas cerradas para multitud de actividades que antes de las vacaciones eran normales.
Y sobre todo ello planeando la amenaza de que España, que se financia principalmente fuera, sea considerada un deudor poco fiable, como ha dicho Standard & Poor´s... Lo que cortaría secamente las fuentes de financiación principales. Un estacazo en el espinazo. Agarrense a la brocha, que nos quitan la escalera.