Riqueza

Justo. son las libertades individuales las que crean riqueza. Exactamente. Lo dice charlete, y es lo que dijo Adam Smith, y lo que aquí no hemos tragado todavía (aquí: Europa).
Aquí llegamos a admitir de mala gana a los "burgueses" estigmatizados por Marx (bueno, primero por la clase aristócrata, a la que Marx no odiaba tanto, como es obvio), pero que hemos de reconocerlo: crean riqueza, los HP!!
Así que estos Hijos de Puta, gracias a la socialdemocracia, son como vacas estabuladas que crean leche que los modernos granjeros extraen hasta la última gota. Bueno, últimamente las vacas están mejor consideradas que los burgueses; incluso hay un movimiento que la quiere sustituir por la teta de la hembra humana, para que se extingan las vacas y dejen de sufrir (cachondo, el argumento).
Los burgueses, que fueron los primeros en desprenderse de la Edad Media, y los primeros en seguir a Lutero (ya estaban hasta el moño de las exacciones y bulas abusivas e intemperantes de la Iglesia), fueron los primeros en creer en la libertad de conciencia. La burguesía fue el embrión de la sociedad libre. Pero ese embrión se vio abortado, literalmente, por el poder de la Iglesia del XVI-XVII, simplemente porque tenía mucho que perder. La iglesia se puso a la defensiva, militar y ideologicamente, y es lógico, pues de haber cedido a los deseos de Carlos V de pacto e integración de los luteranos, no hubiera conservado su poder. Así que montó la Operación Trento (sí como 007 de operación Trueno, y es que 007 empezó en la noche de los tiempos), una operación estratégica muy bien montada, con todos los intelectuales de su bando destilando dogmas en Trento, mientras los ejércitos de uno y otro bando se entre mataban con suma crueldad en los campos de batalla.
Se deseaba el exterminio de los luteranos. La prueba: el Papa Gregorio XIII, para conmemorar solemnemente la masacre (quizás 100 mil exterminados en Francia) de la Noche de san Bartolomé, en la que mataron a decenas de miles de hugonotes, El pontífice hizo grabar una medalla conmemorativa que lleva en una cara su propia efigie y en la otra un ángel con la espada desenvainada matando hugonotes bajo el lema «Ugonotiorum strages» (la destrucción de los Hugonotes).