Con cariño y respeto, discrepo de Alberto Recarte, que propone en
http://www.libertaddigital.com/opinion/alberto-recarte/hay-que-mantener-la-subida-del-iva-53719/
que es bueno que el IVA suba, y que debería haberse hecho antes.
No se pueden decir las dos cosas a la vez: "antes" (supongo que cuando la economía crecía excesivamente), tendría que haberse subido el IVA; el efecto hubiera sido benéfico, frenando excesos de demanda. En todo caso, aún así, su poniendo que se hubiera subido, yo ahora lo volvería a bajar. No se puede proponer subir el IVA cuando la economía está estancada o cayendo, y el efecto neto va a ser contractivo: contractivo en los márgenes empresariales (caída de la inversión y contratación) y en la renta disponible (caída del consumo y del ahorro). Un 2% de volumen de transacciones, que es o que se va a detraer del flujo de comercio, es mucho, mientras que el efecto recaudatorio va a ser menor del esperado.
Tampoco estoy de acuerdo en el efecto sobre inflación que se le supone al IVA: depende de la política monetaria. En el contexto actual de débil expansión monetaria y del crédito, si predomina el efecto contractivo de la demanda, la tasa de inflación no se verá impulsada (ojalá: querría decir que las empresas han sido capacas de mantener los márgenes).
El efecto de traslación de cualquier modificación fiscal depende del ciclo y de otras variables condicionantes, la monetaria sobre todo. En estos momentos (o peor, cuando entre en vigor la subida del IVA) estará más cercana la subida de tipos por el BCE, lo que sumará su efecto contractivo al del IVA.
En general, la subida de un impuesto tiene un efecto final dudoso sobre la recaudación y sobre la actividad. Los agentes intentan trasladarlo siempre, depediendo de la fuerza del mercado y de la posibilidad de ocultar rentas al fisco. Por eso, el IVA suele recaer sobre los asalariados y grandes empresas, que no tienen evasión fiscal fácil.
Por lo tanto, el aumento del IVA se convertirá en una carga sobre las empresas marginales y los trabajadores, la precariedad del empleo aumentará, y la fuga fiscal también. Habrá menos facturas declaradas, menos contratos, más economía sumegida.
Aparte de eso está el obvio contrafuero, pues los presupuestos de este año están ya en vigor (aunque ahora dicen que estaba ya en la ley). Pero eso en España importa un carajo. El parlamento es soberano sobre la leyes y la justicia, y el gobierno es soberano sobre el parlamento.
A lo mejor Recarte tiene una clave por la que sabe lo que dice; yo no, por ello me atengo a lo que dicen los libros y a mi experiencia.
El Cuaderno de Arena (La decadencia de Occidente). Foto Guillermo Navascués. "How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
3 comentarios:
Quiero pensar que Recarte tira la toalla sobre la contracción del gasto y por eso ve positiva la subida del IVA.
De todas formas, como bien comentas, que se suban los impuestos indirectos no tiene porque aumentar la inflación. La inflación es un problema puramente monetario, no fiscal. Que aumente mucho el petróleo puede reducir consumos de otros productos y producir bajadas de precios en otros bienes, reequilibrando los precios si la política monetaria es invariable.
Estoy muy de acuerdo con tus últimas palabras, las suscribo totalmente:
"Por lo tanto, el aumento del IVA se convertirá en una carga sobre las empresas marginales y los trabajadores, la precariedad del empleo aumentará, y la fuga fiscal también. Habrá menos facturas declaradas, menos contratos, más economía sumergida."
La causa de la reducción del gasto y la estabilidad presupuestaria no debería darse por perdida y más cuando aún no se ha disputado la batalla por los recortes. Esto parece que se le olvida a Recarte.
cuando digo que aumente mucho el petróleo, me refiero a que aumente mucho el precio...
Perdón.
Totalmente de acuerdo, Penrose, en USA ha pasado en los tres últimos años lo que dices: subida del precio del petróleo y recorte del consumo total. Cuando la renta real disminuye, no puede pasar otra cosa.
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