Martin Wolf, en su columna de hoy, destaca que EEUU y RU se van a embarcar en una segunda ronda de expansión monetaria, en condiciones, sin embargo, muy diferentes: mientras USA no ha hecho la menor mención de restringir la deuda, RU se mete de lleno en un duro programa de recorte fiscal. Según Wolf, esto hace dudar del éxito de la operación en el RU: El FMI demuestra, dice, que el recorte de un 1% de PIB del gasto lleva a una contracción del PIB del 0,4%. Por lo tanto, según él, la expansión monetaria no tendrá ninguna efectividad y será un fiasco, pero sí ganará la partida en EEUU.
Esta postura no es más que una muestra más de la polarización que hay hoy en la economía aplicada (y académica) entre los fanáticos de los efectos curativos de la política fiscal expansiva, y los partidarios de la política monetaria expansiva. M. Wolf se ha hecho, en poco más de un año, tras criticar el aumento de la deuda fiscal del RU en 2009, en un acérrimo keynesianista/fiscalista. Nunca le he visto explicar la razón de ese cambio.
Podría haber llamado a ambos bandos fanáticos, pero no lo hago porque me parece que los primeros sólo afirman, mientras que los segundos argumentan y muestran datos. En economía es muy difícil ser concluyente, y por eso es importante el contexto circunstancial. Si se pregona un aumento del déficit, ha de decirse a continuación que esa política ha llevado la deuda de los países desarrollados a niveles inauditos, y que eso es un condicionante grave. Tarde o temprano, la emisión de más deuda aumentará los tipos de interés, y el servicio (amortización e intereses) de esa deuda se comerá una porción creciente del PIB. Esto, a partir de un punto, dispara el tipo de interés a un nivel inalcanzable para el crecimiento del PIB nominal, lo que llevará a la quiebra segura.
las circunstancias para una expansión monetaria son opuestas completamente. La inflación es baja, y está cayendo. La tasa de paro es elevada, y eso es un indicio de infrautilización de capital humano y físico, lo cual da un margen antes de que pueda presentarse una inflación amenazante. La política monetaria mantendrá bajos los tipos de interés, lo cual neutralizará la amenaza que hemos visto antes de que los tipos suban más que el PIB, y la aritmética de la deuda actúe implacablemente.
En suma, mientras la inflación sea baja, la tasa de paro muy alta, y la deuda fiscal haya alcanzado ya niveles preocupantes, lo mejor que se puede hacer es elevar el PIB nominal a una tasa razonable (un PIB nominal del 5% anual parece plausible), con lo que la ratio Deuda/PIB se irá moderando (si se congelan pasivos como pensiones y gastos de sanidad). El empleo crecerá, y eso es muy necesario, pese a lo que digan los "estabilicionistas", pues el capital humano en paro se está degradando día a día, en todos los sentidos: psicológico y técnico.
Es tanto más difícil reducir gastos cuanto más tiempo esté la economía estancada y el malestar social crece.
Hay quien dice que el paro debido a la crisis es "estructural", lo cual es una solemne tontería como hemos visto en sucesivos estudios y ha declarado Bernanke en su conferencia última; un aumento del paro de tal magnitud, tiene un alto componente de caída de la demanda, y, aunque fuera estructural, encontraría mejor salida en el mercado a medida que la demanda crece.
Por fin, revertir las medidas fiscales, como se puede ver ahora, es muy doloroso, largo y difícil. Revertir las medidas monetarias es bastante más fácil, como se demostró en el 2009. Un Banco Central tiene muchos canales de recuperar liquidez en circulación, si llega el momento en que la inflación supera un nivel peligroso. Pero para que eso llegara, primero tendría que ponerse en marcha la maquinaria financiera, lo que se traduciría en una disminución de la demanda de saldos de dinero y un aumento de la velocidad de circulación. El estancamiento actual de la M2 demuestra que falta un buen trecho para llegar a eso, y ojalá llegara pronto. Sería un signo de que el consumo y la inversión empresarial despegan.
Por último, hay un aspecto que no se suele mirar cuando se comparan las dos alternativas: Como liberal, creo que es mejor que sea la empresa privada que cree trabajo, y decida en qué invertir. El gasto fiscal es un hurto sistemático a ese papel, que el estado se apropia indebidamente y luego es muy difícil quitárselo.
Miremos a España, donde un gobierno, 17 autonomías y miles de municipios están enredados en una red tupida de duplicaciones de gasto y despilfarro, donde el mercado interior se roto, y donde el banco central ha perdido su antiguo poder y está más que nunca sumiso al poder político.
Hoy mismo he visto el siguiente cartel:
Ministerio de Hacienda
Dirección General de
Coordinación financiera
entre Comunidades autónomas y Ayuntamientos
El problema de España es otro: España NO puede elegir. Tiene una situación fiscal aberrante, en la que ya no se pone en práctica la justicia, sino el chalaneo arbitrario. Ya no pagamos los mismos impuestos, no recibimos las mismas prestaciones, según donde residas. Las comunidades no recaudan, reciben del estado transferencias para que las gasten como quieran. Y NO puede elegir su política monetaria, por obvias razones. En la práctica, el BCE está al dictado de Alemania, y Francia ya se empieza a quejar del BCE (Alemania va a crecer un 3,3% este año; Francia un 1,6%; España un -0,3%). España ni protesta, porque a nuestros "economistas/pancistas" les parece bien la situación, y creen que con reformas internas (que no se han hecho en 30 años) y deflación interna (fallida hasta ahora) llegaremos a ajustarnos.
Me gustaría saber por qué.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
3 comentarios:
Amen, Luis.
Un post realmente lúcido, en mi opinión.
Augusto
Si la FED aplicara la regla de Taylor tendría, por lo visto, que poner los tipos al -8%...¿sí? Pero al menos ha dejado claro que hará lo que haga falta para estimular la actividad, de ahí que busque tipos reales negativos. Aquí mandan los prusianos y como a ellos no les va mal no podemos dar por...
Alemania va a crecer un 3,3%. Nosotros un -0,3%. Eso debería abrir los ojos.
Pero no los abre. ¿Por qué? porque el BCE es un foco de ambiciones de lameculos
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