"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 22 de enero de 2011

De nuevo, sin liquidez no hay solvencia (RE)

En la versión anterior, he cometido un error en el gráfico: rectifico.

Aquí, David Beckworth explica simple y contundentemente los errores más comunes al interpretar la crisis como un problema de desequilibrios patrimoniales.
Esta explicación dice que los sectores retraen el gasto porque tienen que devolver sus excesivas deudas. Así, los consumidores, endeudados para pagar un piso que repentinamente cae de precio, se ven forzados a consumir menos para devolver sus deudas y restablecer su equilibrio patrimonial a un nivel nominal más bajo (nótese que mientras la vivienda no deje de caer, el proceso no dejará de agudizarse). Lo mismo para las empresas, que dejarán de invertir y contratar para cancelar deudas, y los bancos, por lo mismo dejará de prestar.
Ahora bien, observa Beckworth, si los acreedores que van recibiendo la devolución de sus créditos, no cambiaran sus hábitos, deberían gastar sus ingresos según lo que acostumbra; pero no lo hacen. No lo hacen porque tienen la incertidumbre de lo que está pasando; sus activos están cayendo, los que respaldan sus créditos están cayendo, así que no ven motivo para estar en disposición de gastar. Todos los acreedores, sean personas, empresas o bancos, que reciban la devolución de sus créditos, no gastarán. El consumo y la inversión se contraen, y el problema de solvencia se agravará. Todo problema de solvencia colectivo parte de un problema de retención de dinero como único activo seguro.
Por lo tanto, no hay un problema de reequilibrar balances; lo que hay es un problema de que todos están manteniendo atado el dinero que poseen y reciben; y eso, ciertamente, ralentiza el deleveraging, o reequilibrio financiero. Sólo el banco central puede desatascar el nudo igualando por el lado de la oferta la enorme cantidad de dinero retenido por los agentes. Por lo tanto, hay una distorsión en la demanda de dinero: todos quieren aumentar sus tenencias, pero como la oferta es fija, los precios de los activos y bienes bajan.
Según Beckworth, incluso la FED no lo ha hecho bien del todo, puesto que el reinicio de la normalización (que el cifra en un crecimiento del PIB nominal del 5,4-7%) está tardando demasiado.
Al lado, represento la tasa anual del PIB nominal y real de de los 16 países euro. No sólo no han recuperado el nivel de 2007, es que no han pasado del 3% (nominal) y del 2% anual (real). Lo cual implica que la inflación es del 1%. Sin embargo, el PIBN es un dato clave en el proceso de recuperación de la confianza y de reequilibrar los balances, pues es la fuente de renta que figura en el denominador de la ecuación clave D/PIBN, y que permite pagar los plazos vencidos de las deudas.
Un 3% de crecimiento para una zona cuyas deudas sostienen un tipo de interés mínimo del 3% (y eso sólo Alemania), es insuficiente e implica un incremento constante de la ratio D/PIBN.

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