"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 14 de noviembre de 2011

Inflación o caída del euro

Con mi torpeza habitual, he dibujado el gráfico de abajo para fijar la situación en la que estamos. La parte de arriba representa la IS-LM habitual, marco en el que se decide el PIB real. El PIB de Pleno Empleo (PIBPE) estaría a la derecha, cuando el tipo de interés fuera el 3%. Pero el BCE se empeña en mantener el tipo de los bonos mucho más alto, digamos, en el 6% (por decir una cifra que no corresponde  a ningún país).

Bajar el tipo de los bonos al 3% exigiría bajar el tipo oficial del BCE bastante, como al cero%, para arrastrar la curva de rendimientos hacia abajo. Pero eso no bastaría, pues hay mercados de deuda bajo sospecha de poder atender sus pagos, por lo que el BCE debería, además, realizar compras masivas de bonos para calmar las dudas de los mercados, y que la transmisión de los plazos cortos a los plazos largos se restableciera y las curvas de los distintos países convergieran.
Pero eso no se va a hacer, pues, como se ve en la parte de abajo, represento, una vez determinado el PIB, la curva precios/PIB (curva azul) o curva de oferta, que fijaría qué tasas de inflación corresponde a cada PIB. Como se ve, con la pronunciada pendiente de la curva de oferta actual, para el PIBPE, dicha inflación sería del 6% (todas las cifras son arbitrarias, aunque coherentes entre sí).
Entonces, el BCE debaría elegir entre inflación 2% y crecimiento bajo o nulo, con paro alto, o inflación del 6% y PIBPE. Yo creo que esta elección es inevitable, y es una paradoja que la salvación del euro pase por la inflación, pero es así.
El BCE ya lo ha decidido. Este fin de semana, han dado una muestra más de que se conforman con echar a Berlusconi, como a Papandreu, y poner en su lugar tecnócratas cercanos y de cintura flexible, que desde luego no van a exigir más crecimiento, ¡qué osadía!.  Para más INRI, el Bundesbank ha dicho que se niega a que el BCE haga de prestamista de última instancia.Van a aplicar la "cirugía del dolor" hasta que a los pueblos se les inflen las narices.
Mientras, los de la Troica exigen una política de oferta que aplane la curva de PIB/inflación, de ta manera que al PIBPE no coincida con una inflación tan alta (que la oferta pase a ser la curva roja, abajo). La política de oferta siempre es buena a largo plazo, y ciertamente baja la relación PIB/inflación. Pero sin perspectivas de crecimiento, se limitará a sustituir factores de producción (capital y trabajo) por otros nuevos y más baratos, pero no a incrementarlos. Desde luego la reforma de la oferta que se quiere implementar es lenta, y a corto plazo reduce el empleo pero no la incertidumbre. Por si sola no anima a las empresas a invertir y a contratar, sino a lo contrario, a sustituir mano de obra cara por barata. La tasa de deuda/PIB probablemente suba.
Soy consciente de que el esquema es demasiado simple, pero creo que así se ve mejor su torpe (o maligna e intencionada) forma de ver las cosas.
Por eso es tan urgente una política del BCE radicalmente opuesta, aunque haga subir la inflación.
Lo demás son utopías.

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