La respuesta parece inevitable. Solo puede venir de Europa. Pero no puede venir a través del Estado, unido a un rescate a la irlandesa que entrampe aún más a los españoles en los problemas de los bancos. La experiencia de los rescates previos —a Grecia, Irlanda y Portugal— muestra los enormes riesgos y el altísimo coste que estos tienen. El dinero necesario para recapitalizar el sistema financiero debe venir directamente a este, a cambio de una condicionalidad que se imponga sin más a las instituciones que lo reciban. Los alemanes se negarán, como se han negado a todo en principio, pero es necesario.
Al mismo tiempo, Europa debe presentar un plan inmediato para mover la supervisión, y la garantía del sistema financiero, al nivel europeo. Hemos demostrado concluyentemente que la unión monetaria no puede seguir funcionando sin supervisión europea y sin un prestamista de última instancia capaz, si la necesidad lo requiere, de inyectar financiación ilimitada.
No podemos ocultar lo complicado de la situación. Pero si resolvemos convincentemente el problema del sector financiero y la escasez de financiación para la economía, podemos descubrir que el crecimiento económico y la confianza pueden regresar mucho más rápidamente de lo que pensamos. Las reformas hechas por los dos últimos Gobiernos y el buen comportamiento de las exportaciones así lo indican.
Obviamente está -otra vez- confundiendo la necesidad con la suficiencia. Es necesario, pero no suficiente, que Europa nos estabilice el sistema financiero, porque se ha desatado un "run-run" (es decir, un corrimiento para sacar los depositos de los bancos) que el gobierno, sencillamente, no puede parar. En eso, todos de acuerdo. Ahora, que de ahí se pase a decir que una vez estabilizado el "run-run", pasemos a crecer como liebres, va un abismo. Incitar a cerrar mas aun la trampa es de un loco suicida.
Estoy absolutamente seguro que nos van a salvar. Eso si, transitoriamente, como las fuerzas políticas determinan. Estamos en un engendro que no ea una nación, ni un imperio, ni nada que tenga antecedentes. Es un sueño de la,razon de los que pintaba Goya. El euro ha vuelto a caer, o dejarnos caer, e su trampa mortífera. "No hay trampa mas mortífera que la que se tiende uno a si mismo" (Raymond Chandler). Y eso es el euro, una bomba que nos hemos puesto nosotros mismos, con gran fruición. La trampa ha pasado de parar en seco nuestro ajuste real (precios relativos) a impedir que tengamos un Banco Central que haga de PUI (prestamista de ultima instancia), a esta última vuelta de tuerca que es que los depositantes -racionalmente- hayan perdido la confianza en algo que les habían inducido a pensar que era mágico. Pero no lo es. Es una serpiente venenosa. Si de la experiencia no se extraen las lecciones elementales, evidentes, es que estamos ciegos. El euro esta vivo, muerde, mata, deshace sociedades y civilizaciones.Nunca Europa se habia metido en una trampa así desde los años 30. hace solo una década éramos el orgullo del mundo - por lo menos, éramos medio felices- y cometimos un pecado adicional de exceso de confianza: nos suididamos a plazo y estamos a punto de hundir a rodo el resto de laTierra. Nos avisaron de lo que podía pasar, pero se rieron de la gente como Martin Feldstein, que predijo los conflictos sociales y políticos que iba a traer el invento. Y ahí estamos ahora. Desgraciadamente, el mismo gobierno que nos metió orgulloso en la trampa, se ve en la tesitura de desentramparnos, y no puede. Pero el dice que si, que sometiendo se al modelo "griego", impuesto por Merkel, saldremos. Saldremos destrozados, como sociedad y como nación, como decía Andrew Roberts.
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