Por un lado, en la aprobación de los llamados SIP (sistemas institucionales de protección), que, en su opinión, sólo sirvieron para retrasar la solución de los problemas de las cajas de ahorros. Las fusiones frías que impulsaron las anteriores autoridades económicas, ha venido a decir, han sido un fracaso. Según sus términos, "las ‘fusiones frías’ se aceptaron con la intención de favorecer ciertos procesos que podían permitir racionalizar el sector y mejorar la eficiencia de determinadas cajas pero, parece claro, su efecto final no fue demasiado positivo y contribuyó, más bien, a retrasar decisiones y ajustes”.
Linde, igualmente, reconoce fallos en el funcionamiento de las provisiones bancarias anticíclicas. No por su diseño, sino, por el contrario, por lo timorato que fue el Banco de España a la hora de extenderlas al conjunto del sector financiero. Según sus palabras, las provisiones fueron “tímidas e insuficientes”. “Todos habríamos salido ganando si se hubiera mantenido y generalizado, tal como el Banco de España la defendió a comienzos de los años 2000, y se hubiera hecho, incluso, más exigente”, sostiene Linde
“Fuimos heterodoxos cuando se pusieron en marcha, pero debimos serlo mucho más”, ha asegurado en su primera comparecencia parlamentaria para presentar el Informe anual del banco central. Y su conclusión no deja lugar a dudas: “No tuvimos éxito en la supervisión macroprudencial”.
“No nos enfrentamos con la decisión que ahora entendemos habría sido necesaria al gran aumento de nuestro endeudamiento y, después, a la contención y corrección del fortísimo deterioro en los balances bancarios, consecuencia del estallido de la burbuja y la recesión” ha asegurado. En palabras de Linde, “el hecho de no ser el único supervisor europeo al que puede hacerse este reproche no es un consuelo para nadie”.
¿La solución? Linde asume como propio el Memorando firmado con la ‘troika’ (UE, BCE y FMI), que prevé la liquidación y venta de las entidades insolventes, como ya se ha hecho con CCM, Cajasur o CAM. No dio más detalles sobre los criterios que maneja el Frob para resolver el futuro de las entidades que hoy siguen bajo el paraguas del Estado.
Crisis inmobiliaria
Linde también admite errores a la hora de estimar los riesgos que asumía la economía en general y, en particular, el sistema financiero, derivado del imparable aumento del crédito. Por encima del 23% como media entre 2004 y 2007, lo que condujo al estallido de la burbuja inmobiliaria. Dando origen a una fuerte desequilibrio de la balanza de pagos que la economía española está corrigiendo
Linde ha desvelado que desde que estalló la crisis, en 2007, el saneamiento del sector financiero ha costado más de 200.000 millones de euros, el 20% del PIB. Al tiempo que reconocía que la doble recesión es lo que está generando problemas adicionales a las entidades financieras, cuya financiación depende ya casi exclusivamente del BCE al estar cerrados los mercados mayoristas.
Fríamente, ha puesto a nivel del polvo de la calle todo lo que se hizo Desde el año 2000 (Caruana tampoco sale bien parado).
Luis Linde fue orillado desde que en 2000 llego el equipo de Aznar al BDE. Había sido Director General de Exteriores del Banco, pero le desplazaron de malas maneras (no le dieron ninguna alternativa) los suyos. Ahora parece que viene dispuesto a hablar con claridad. Algo que siempre es de agradecer. Supongo que los que deben verle con cierta esperanza son los Inspectores, tan alevosamente vilipendiados últimamente.Una rehabilitación de una institución tan importante, por una persona firme, conocedora de la casa, podría ser el regalo inesperado después del casi naufragio de su prestigio a manos de incompetentes supinos.
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