Desde hace 50 años, nunca (salvo en el epicentro de la crisis, zona sombreada) ha estado tan distante el tipo de interés de los bonos privados frente a los de los del Tesoro de EEUU. En la imagen, el rendimiento de ambos desde 1962 datos diarios.
David Glasner tiene un precioso post que explica por qué los tipos de interés de los bonos del Tesoro (la línea roja) son tan inusitadamente bajos, y dice: "Despite low real interest rates, consumers are not rushing to borrow money at low rates to increase present consumption, nor are businesses rushing to take advantage of low real interest rates to undertake shiny new investment projects."
Es decir, el tipo de interés de Tesoro tan bajo (incluso negativo si se trata del que se emite protegido contra la inflación) es un inequívoco signo de rechazo de cualquier inversión de riesgo con mayor rentabilidad. El empresario prefiere resguardarse en cuasi liquidez, al igual que el consumidor, a gastar el dinero siquiera en consumo: incertidumbre, expectativas nada seguras. El tipo de interés de los bonos empresariales, o "Corporates Bonds" también han bajado a los niveles más bajos debe hace 50 años. Sin embargo, a pesar de ello, la distancia entre ambos ha rendimientos ha aumentado,como se puede ver en el gráfico siguiente, que es la diferencia neta entre ambos para los últimos años.
La resistencia a bajar este diferencial por debajo de 3% es una muestra de que la confianza en la inversión de riesgo no se ha restablecido. Ya hemos visto en varias ocasiones que en esa resistencia ha jugado un papel las incertidumbres sobre el euro de los últimos años. Los rebotes de la línea desde 2010 están muy influidos por las sucesivas crisis de Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, España, etc., pese a las sucesivas intervenciones de Bernanke para mantener el tono de la política monetaria. Incluso parece que últimamente repunta otra vez. Ya dijimos que la media de los periodos normales en los 50 años es del 2% por lo que se puede considerar el 3% de hoy como "no normal".
En suma, sí es verdad que los niveles de tipos están más bajos que nunca, pero si relacionamos los sin riesgo con los que incorporan cierto riesgo, vemos que están más distantes que nunca. El truco no es bajar aún más el rendimiento del bono del Tesoro, sino el de la inversión con riesgo. Y eso no lo puede lograr sólo la FED.
Cuando ese spread o diferencial baje a su nivel de normalidad ( en torno a 2%) será porque uno ha bajado y el otro ha subido, signo de que la gente abandona definitivamente la seguridad del Tesoro y se vuelve más atraída por el riesgo. El problema es que son varios los factores que determinan la resistencia del diferencial a bajar. Uno de los más manejados por los analistas es volumen todavía considerable de endeudamiento de las familias y empresas, pese a que la política de la FED de tipos de interés muy bajos ha ayudado refinanciar esas deuda. Como se ve el el gráfico, en el que la línea azul es la deuda de las familias sobre su renta disponible, mientras que la roja es los pagos de amortización e interés de la deuda, también sobre renta disponible.
Al sujeto endeudado le cuesta mucho menos pagar su deuda sobre las casa, pero el volumen de deuda apenas ha bajado del 140% máximo que alcanzó con la burbuja. ¿Qué pasará cuando el crecimiento se consolide o la inflación suba y el interés vuelva a subir? Creo que quedan muchos años de pelear. Es decir, de crecimiento lento.
Actualización: David Glasner me ha respondido a un comentario mío dobre este indicador, a lo que me responde:
Luis, You are certainly right that the spread between “safe” government assets and “risky” private assets is very relevant. Thanks for the link, which I think does indeed show that the spread between the yield on safe and risky assets has been persistently high, and adds something to our understanding of why the “recovery” since 2009 has been so weak.
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