"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 21 de febrero de 2013

Otro Caballo de Troya

A principios de 2013 2014, hacia marzo, entrará en funcionamiento el MUS (Mecanismo Único de Supervisión) de la Eurozona. Raimundo Poveda, quien fue Director General de Regulación bancaria, expone aquí lo que pretende ser el MUS y lo que posiblemente será. Les recomiendo encarecidamente la lectura del artículo.

El MUS será una parte del BCE, y residirá en Francfurt, en ubicación aparte para "no mezclar" los problemas de estabilidad financiera con la política monetaria, es decir, se parecerá al modelo alemán, de gestión separada de lo monetario y lo financiero. Pero eso no es lo más preocupante.

Poveda nos advierte de los casi inevitables conflictos de competencia que habrá entre normas nacionales y de la UE, y entre organismos nacionales y el MUS. Las normas reguladoras son emitidas por el EBA (Autoridad Bancaria Europea), que se fundó en 2011 y cuya actuación en la crisis no ha sido especialmente brillante. En palabras de Poveda:

Su nombre refleja pretensiones que no se cumplieron. La EBA es una máquina de fabricar reglamentos interpretativos de las normas comunitarias, pero sus competencias supervisoras son casi inexistentes. En 2013 vendrá el segundo paso: la creación de una autoridad supervisora bancaria europea, el MUS.
Lo que se adivina de la creación del MUS y si pleno funcionamiento raya en el optimismo infundado:
Los siguientes pasos deberían ser la sustitución de unas directivas dirigidas a los estados por reglamentos de aplicación directa, la armonización de los sistemas nacionales de resolución de entidades, la posterior creación de un sistema único de resolución, y la creación de un sistema de garantía de depósitos común. De esos pasos, es inminente la publicación de unos reglamentos prudenciales que terminarán con las tolerancias y también con algunos excesos reguladores locales. La armonización de los sistemas de resolución se define como tarea urgente. Los otros temas pueden quedar pospuestos ad calendas graecas. Lo que se sabe del MUS procede de la nota de prensa y de las conclusiones del Consejo de la UE de 13 de diciembre pasado, y de un proyecto de reglamento anterior al Consejo. Todo es preliminar y suscita muchas preguntas sobre quien será supervisado, qué será supervisado, y cómo se ejercerá la supervisión. El Consejo aceptó que no tiene mucho sentido centralizar la vigilancia de miles de pequeñas entidades locales, y decidió restringir la supervisión directa del MUS a quienes superen los 30.000 m de balance (más los que tengan ayudas europeas, y algún “campeón” local). Si se aprecian diferencias entre el rigor de la supervisión MUS y las nacionales, la letra pequeña que concrete esa frontera (¿bancos individuales o grupos bancarios?¿cuentan o no las operaciones off balance?, etc.) tendrá alguna importancia: las entidades procurarán mantenerse en el lado más cómodo, y quizás algunas autoridades locales no vean con desagrado sus manipulaciones. Sin embargo para limar diferencias de tratamiento, se establece que la EBA tendrá que “velar por la coherencia y convergencia de la práctica supervisora”, lo que no será fácil dadas las disparidades existentes.
En suma, es de temer que estamos ante otro asalto burocrático (otro caballito de Troya) de la UE a la soberanía de los países miembros, aunque de momento los que no están en el euro, como Inglaterra, se libran. Curiosamente, en sus redes caerán menos de la mitad de los bancos alemanes, pero la nueve décimas partes de los españoles. Y es que a los alemanes no les seduce nada esta historia.
La prensa estima para MUS una parroquia de unos doscientos bancos, tal vez menos, de los casi seis mil censados en la Europa comunitaria. La población bancaria transferida variará mucho entre países. Alemania retendrá la supervisión de más de la mitad de su sistema, por activos. España cederá nueve décimas partes. Esto es consecuencia de ciertas opciones políticas sobre la estructura de los sistemas bancarios nacionales. Alemania y algunos otros países centroeuropeos mantienen su estructura tradicional, desconcentrada y diversificada en una variedad de modelos institucionales. España, que disfrutaba hasta hace tres años de algo parecido, optó por una fuerte concentración, y por terminar con la diversidad institucional cajas-bancos, creyendo que así solucionaría nuestros problemas.
Aparte de la veneración que sentimos los españoles por todo lo europeo, la descripciones e los que puede ser esta nueva invasión no es tranquilizador. Habrá pugna y conflictos en las normas, en su aplicación, y me temo que una sombra bastante definida de politización, como la habida en la política monetaria. En definitiva, nos darán e lleno cada vez que haya conflicto de intereses.
En cuanto al qué, está dicho que MUS no asumirá cometidos tales como la protección de los consumidores o el blanqueo de dinero. Pero las competencias supervisoras son muchas. Obviamente MUS asumirá el examen de la situación de solvencia y liquidez. La autorización de nuevas entidades, otra tarea supervisora típica, debería ser asunto local; difícilmente nacen bancos con un balance inicial de más de 30.000 m. Pero ¿qué hay de la fusión de bancos, de las tomas de control por nuevos propietarios, del examen de la idoneidad de los altos directivos, o de la suficiencia y funcionalidad de la organización interna? ¿Asumirá MUS la tarea de hacer cumplir todas las normas bancarias? ¿Cómo se implicará en la persecución de los delitos societarios, u otros temas penales que puedan verse en el curso de las inspecciones? ¿En cuáles de esos campos supervisores querrá entrar MUS, o dejarán los países miembros que entre? Sin duda se sentirá incómodo en áreas sujetas a normativas nacionales no armonizadas, que incluyen entre otras las diversas formas societarias adoptadas los bancos. En otros muchos temas poco podrá añadir a las propuestas de los supervisores nacionales (cuya puesta en práctica se retrasará un poco). A los supervisores nacionales no les van a faltar cometidos. Pero ellos y MUS tendrán que coordinar sus trabajos, y vigilar la posible aparición de aéreas en sombra no cubiertas por nadie.
En todo caso, un añadido más a la supina ineficiencia de Bruselas, y como siempre sin el entusiasmo de Alemania, pero que ya se encargará de entrometerse para que las quiebras bancarias no recaigan sobre sus ciudadanos; y hacen bien.
Eso es Europa en los resultados. Proyectos faraónicos diseñados para maniatar a Alemania, pero que Alemania acaba siempre controlando y usando para sus fines nacionales. Como somos tan sumisos, será cuando Alemania se canse, si se cansa, que el juguete se romperá.



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