"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 1 de marzo de 2013

La cena de los idiotas. Tercer grado de obediencia

Paco Martín Seco fue Secretario de Estado de Hacienda en los años de Felipe González. Yo le conocí en los breves años en que coincidimos en el Banco de España. Me pareció tener una inteligencia digna de respeto, una lengua afilada y una pluma clara como el agua. Ha escrito un libro sobre el Euro, y en el Confidencial ofrece una disertación sobre él.

Entonces yo trabajaba en el Banco de España. Se me notaba la falta de entusiasmo por algo que veía catastrófico, hasta que un gilipollas de jefe me dijo que así me iba a ir mal: que pensara qué es lo que le interesana al Banco, y entonces lo asumiera con ilusión propia, y así me iría mejor. Ese gilipollas se creía demócrata, pero me estaba dando una lección, sin saberlo, del "Tercer grado de obediencia" jesuita, implantada el la Orden por san Ignacio de Loyola. Desde entonces jamás, jamás, jamás, se debatió, ni en reuniones restringidas, la mera idea del euro. Habia mucho que ocultar. Tenía muchos fallos. No podía salir bien. Por supuesto, a ese gilipollas le fue mejor.

Destaco las frases más sabrosas, aunque me parece que estoy 99% de acuerdo con él. Me leeré el libro en cuanto pueda (es decir, ya), pues es un recuento histórico de cómo y cuándo se jodió el asunto, un buen recordatorio de loa pasos que nos llevaron al atolladero. Como decía aquel personaje enorme de Vargas Llosa, en "Conversación en la Catedral" , hablando consigo mismo, ¿Cuándo se jodió el Perú, Zabalita?" Martín Seco lo tiene tan claro como yo para Europa: Europa se jodió en Maastricht, Zabalita.

Porque el euro fue, por detrás, un poderoso mecanismo de reasignación del poder, probablemente no intencionado, pues el menos interesado era Alemania y los más interesados eran los idiotas del sur, idiotas en el sentido de que habían sido invitados a una "Cena de los Idiotas" que, como dice Martín Seco, era una ratonera, pues no había plan B si salía mal. Pero lean a Martín Seco:

Para Martín Seco la crisis que asola Europa no es un bache pasajero que podamos superar a corto o medio plazo con más recortes en el Estado de bienestar. Más bien, es la crónica de una muerte anunciada (entre otros por él mismo) frente a la que no existen más alternativas que provocar una detonación controlada. Una salida dolorosa, pero imprescindible, para recuperar cuanto antes la senda del crecimiento. “Lo más sensato, pero que pocos Gobiernos se atreverán a hacer, sería intentar deshacer lo andado con el mínimo coste posible. En términos económicos, los daños de romper el euro y la Eurozona serán muy grandes, pero la permanencia sólo empeorará más las cosas”, advierte el economista.
Sea o no controlado el desmantelamiento de la Eurozona, para Martín Seco no hay duda de que “la unión monetaria no tiene visos de prolongarse en el tiempo”. Un periodo de sufrimiento inútil, pues cuando se rompa de forma natural “habremos pagado un coste mucho mayor y tendremos una economía más empobrecida”. Como ejemplo pone a Grecia. “Ahora vive una situación dramática. Si hace cinco años, cuando comenzó la crisis, se hubiese apeado del euro lo habríapasado igual de mal. Sin embargo, en estos momentos ya estaría comenzando a ver la luz”.
Una unión construida bajo el principio de la desunión
El 'juego sucio' de los actores económicos y la multiplicidad de factores que según Martín Seco influyen en la evolución de la crisis europea lo echan para atrás a la hora de ponerle fecha al crac europeo. “Antes o después, la Unión Económica se romperá porque, tal y como está concebida, las diferencias entre países son cada vez mayores. Cada uno paga unos tipos de interés distintos, la fiscalidad es diferente, no existen unos presupuestos conjuntos (los últimos se reducen al 1% del PIB europeo) y las economías son muy divergentes”, por enumerar sólo algunas de las contradicciones citadas por el profesor. Aunque parezca una paradoja, se trata de una unión “construida conscientemente desde la diferencia, lo que provoca fuertes desequilibrios entre los países miembros”...
... “Los Gobiernos han perdido toda capacidad de intervención política. Las elecciones nacionales son como una farsa, da igual a quien votes por quien va a mandar será Draghi [actual presidente del Banco Central Europeo]. La voluntad de los pueblos ya no importa, las órdenes las dan Berlín o Bruselas, y la democracia se nos escurre cada vez más de las manos”, lamenta el exsecretario general de Hacienda.Tras la firma del Tratado de Maastricht se comenzó a correr a todo trapo y de una forma cada vez menos armonizada
La otra contradicción sobre la que se asientan los pilares de la UE, según Martín Seco, es que “tampoco existe unión política”, una realidad que acaba provocando que “los países fuertes sean los que controlan a los débiles”. Para el economista se trata de una nueva forma de “colonialismo, casi de ocupación o, si quieres, de intervención, como se le llama ahora”.
Algunos de los ejemplos más extremos de este juego antidemocrático que cita son las consultas de la Constitución Europea: “Como venció la opción del 'no' en varios países, se repitieron y finalmente se volcaron sus artículos en un Tratado (de Lisboa) para no tener que ser refrendado en las urnas”. Asimismo, otra de las formas modernas de “huir del control de la ciudadanía” consiste, según describe Martín Seco, en “presionar a los Estados para que creen organismos bajo el apelativo de independientes. Es decir, instituciones que no respondan a nadie más allá que el BCE y blindadas a la presión social”.
El problema que ha creado el euro es sobre todo político. Nos dicen todos los días que es la única solución economica, lo que es rotundamente falso cuando cuando nos ha dejado inermes de instrumentos políticos para resolver la crisis. M.S. dice que los países del Sur no deberían haber firmado el Tratado de Maastricht, y es una verdad rotunda. Se tenía que haber puesto de acuerdo entre ellos, en vez de correr a ver quien llegaba antes a las prebendas particulares que ellos, políticos mediocres, iban a ganar. Al final todos corrieron anhelantes, a ver que puesto pillaban, menos unos pocos, como Martín Prieto.
Hay quien, desde una supuesta seriedad, siguen defendiendo el euro, como mal menor. Por ejemplo, mis "amigos" de Nada Es Gratis, de una inteligencia maleada en los modelos matemáticos que además no saben manejar bien. Más sorprendente aún es la adicción sin fisuras de los Rallistas austéricos, pues su mentor, Alberto Recarte, era un antieurista convencido. Pero en España la opinión pública es mostrenca. No caben en ella un amplio abanico de ideas en el debate constante que hay en países más civilizados, mucho más civilizados, como Francia. Si por algo se caracteriza la civilización es por la amplitud del debate, y en España ese debate fue secuestrado en el minuto en que empezó la cuenta atrás... Y se apagaron las luces. De la plaza de las lides intelectuales se adueñaron los mediocres.

 

No hay comentarios: