"Un fantasma recorre Europa", como decía Marx. Pero no es el fantasma de la Revolución (aunque ese no tardará en llegar) sino el conjuro, el pacto de sangre, que han hecho los mandamás es para repetir la consigna por las esquinas: ¡la recuperación se siente, coño, se siente! Hollande ha ido nada menos que a Japón a vocearlo. Como dice Jeremy Werner, en una magnífica columna (As the US economy soars, the eurozone slumps ever deeper), hace bien en ir tan lejos a decir esas tonterías, que por cierto, seguramente él mismo se las cree. No sé si Linde las cree, pero lo vocea igual, como siervo fiel a sus amos, que son, por este orden, el gobierno y la UE (o sea, Alemania).
Pero Werner no cree la consigna. Yo tampoco:
Eso es lo que entienden los alemanes por el Imperio de la Ley: conculcarla cuando les conviene. (Lo figo porque muchos se creen que el modelo alemán es al que debemos apostar.) La desconfianza suscitada en los mercados se va a ver pronto potenciada por la subida generalizada de los tipos de interés en el mundo, que se comerá ese repunto de actividad que los alucinetas mencionados dicen que ya está cerca. De nuevo, está a punto de acabarse el "último hiato europeo" y empezar otra zona de riesgos y turbulencias. Es inevitable cuando no se quiere ver lo que de verdad nos atenaza, que no es la capacidad real, sino el engrudo financiero, el chapapote que no han limpiado en cinco años.
Cada vez que veo a un gurú mirar los datos reales y decir que "lo peor ha pasado" me dan ganas de llorar. Sobre todo cuando afirman, orgullosos, que uno de esos datos es que la inflación ha bajado a niveles históricos, como si eso no fuera precisamente, en una crisis financiera y de deuda, un signo de debilidad. Es mirar las cosas con anteojeras mirar a una súbdita de tal o cual indicador, cuando una ola gigantesca está a punto de anegarnos y devolvernos a plenamar.
La recuperación europea esa que dicen ver esos gurús, asesorados por otros gurús, que primero toman nota de los que quiere oír el poder, será siempre anémica mientras no se reconozca cual es el origen del mal:
Pero Werner no cree la consigna. Yo tampoco:
El "Hiato" en nuestra decadencia al que alude Werner es la ilusión monetaria creada por Draghi en verano del año pasado, cuando dijo que estaba a punto de poner en marcha un operativo, OMT, con capacidad ILIMITADA, para salvar los bonos soberanos de cualquier país del euro. Bueno, pues eso ahora es cuestionado por el Tribunal Constitucional Alemán, pese a que no le compete, según los tratados de la UE, lo que haga el BCE (mientras esos tratados no se cambien). Hasta que ese carácter de ILIMITADO se cuestione para que los mercados se replanteen el valor de sus carteras.A recent International Monetary Fund report on Europe’s handling of the Greek crisis in 2010 could not have been more damning. Here’s what it said: “Market confidence was not restored, the banking system lost 30 per cent of its deposits, and the economy encountered a much deeper than expected recession with exceptionally high unemployment. Public debt remained too high... structural reforms stalled and productivity gains proved elusive.”This set the tone for much of what has happened since. The response to each successive blow-up has been entirely reactive – an often counterproductive papering over of the cracks, which has allowed leaders to fool themselves into believing the crisis over, only to see it return in more virulent form.Emergency action by the European Central Bank has succeeded in buying another hiatus in the crisis, but there is no evidence of it being used to address the underlying causes of Europe’s malaise. This is perhaps because the problem is incapable of being addressed, with Europe both unprepared to accept a reconstitution of the euro into more sustainable blocs, and incapable of enacting the transfer union that will otherwise be necessary to even things out between deficit and surplus nations. Any sign of concern in the markets is seen as some kind of insult to the single currency, and answered with measures that only make Europe less competitive still – the absurd Financial Transactions Tax being a case in point.
Eso es lo que entienden los alemanes por el Imperio de la Ley: conculcarla cuando les conviene. (Lo figo porque muchos se creen que el modelo alemán es al que debemos apostar.) La desconfianza suscitada en los mercados se va a ver pronto potenciada por la subida generalizada de los tipos de interés en el mundo, que se comerá ese repunto de actividad que los alucinetas mencionados dicen que ya está cerca. De nuevo, está a punto de acabarse el "último hiato europeo" y empezar otra zona de riesgos y turbulencias. Es inevitable cuando no se quiere ver lo que de verdad nos atenaza, que no es la capacidad real, sino el engrudo financiero, el chapapote que no han limpiado en cinco años.
Cada vez que veo a un gurú mirar los datos reales y decir que "lo peor ha pasado" me dan ganas de llorar. Sobre todo cuando afirman, orgullosos, que uno de esos datos es que la inflación ha bajado a niveles históricos, como si eso no fuera precisamente, en una crisis financiera y de deuda, un signo de debilidad. Es mirar las cosas con anteojeras mirar a una súbdita de tal o cual indicador, cuando una ola gigantesca está a punto de anegarnos y devolvernos a plenamar.
La recuperación europea esa que dicen ver esos gurús, asesorados por otros gurús, que primero toman nota de los que quiere oír el poder, será siempre anémica mientras no se reconozca cual es el origen del mal:
recognition of the damage that dysfunctional monetary union is doing. Policymakers cannot bring themselves to admit that their life’s work, far from being a spur to economic progress, has become a virtually insurmountable barrier to recovery and renewal, reducing once proud economies to mere shadows of their true potential.
2 comentarios:
He leído hoy en el WSJ Online un divertido artículo de opinión de Raymond Zhong, The stories Germans tell themselves, que pone de manifiesto la raíz del problema; en una unión monetaria donde no hay un demos ante el que rendir cuentas, sino 17, solo cuentan los del demos más fuerte, y en este caso, a los de ese demos los demás les importamos un pimiento, se han refugiado tras estereotipos racistas para auto-justificarse y no ver lo que no les conviene. Era de esperar, los alemanes son el primer pueblo de la historia que se encuentra un Imperio como quien se encuentra 50€, sin pegar un tiro, sin descubrir nada, y lo más gracioso de todo: ¡sin quererlo!
Totalmente cierto, sin quererlo.
Publicar un comentario