"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 1 de septiembre de 2013

Mi religión y otras creencias

Leyendo un libro de un filósofo de la ciencia que explica y justifica el ateísmo. El autor es Alex Rosenberg. Lo acabo de bajar y comenzar a leer, pero ya tenido hormigueo en los dedos de ideas que me surgen.

El libro es para no creyentes, ateos convencidos. No es para hacer proselitismo, dice, sino para explicar dónde están las respuestas a las eternas preguntas existenciales para los que no creen. La respuestas están en la ciencia. ¿Qué es el mundo? El mundo es lo que dice la física que es.

Siempre he creído que debería haber un división en el científico entre sus creencias y su actividad. El científico, creía yo, no está para responder a esas preguntas, porque la ciencia no puede. Ya digo: eso creía yo. El científico debe descubrir como funciona la naturaleza, y de las preguntas existenciales deben ocuparse la gente que sienta inquietud.

La religión me ha producido atracción y repulsión en distintos momentos de la vida. De esa lucha interna en la que invertí mucho tiempo en lecturas, no llegué a ninguna parte fiable. Pero algunas respuestas prácticas si que obtuve; tanto a nivel individual como social.

1) la religión ha tenido un papel básico en la formación de las civilizaciones. Pero inmediatamente añado que no es la inmovilidad de las creencias, sino bien al contrario, su lento cambio en respuesta al cambio de la realidad, lo que ayuda a cimentar la sociedad. No es tal o cual verdad absoluta lo que ha definido a la civilización nacida de esa religión: son otras cosas menos importantes oficialmente. El lento desplazamiento de las creencias permite un ajuste mutuo de la religión social y la convivencia. En realidad, las religiones profesan unos dogmas de los que se va deslizando. No importa que sigan en vigor, lo importante es que sigan las creencias emocionales, no las racionales, en pie. Las creencias racionalizadas, los dogmas, son raíces resecas, pasto de teólogos que, como decía Unamuno, hay que prescindir de ellos.

2) No tengo claro que la religión sea la única fuente de moral. En esto estoy de acuerdo con Rosenberg (y con Adam Smith en "La teoría e los Sentimientos Morales") . Somos seres morales porque nos es grato, es una fuente de satisfacción íntima. Además de eso, nos gusta la aprobación de los demás. Es una fuerza muy viva la necesidad de justificarme en la conciencia y ante los semejantes. A veces este impulso es tan fuerte que hay quienes se arropan en la religión para hacer el mal y justificarse.

Particularmente detesto la idea del infierno como argumento policial, sin el cual la sociedad no sería moral. Siempre me ha gustado lo que decía Kant: nunca dejarán de asombrarme el orden de la estrellas en el cielo y los impulsos morales en el hombre. Me parece más esperanzador que los que dicen que el mundo se hunde porque no cree en el infierno o en determinado Dios.

3) El ser humano es vital, es decir, que crece, madura, y muere. En su primeros pasos es un ser mágico, y nunca lo deja de serlo aunque la razón va imponiéndose. Los niños necesitan explicaciones mágicas. Esto es lo que decía Chesterton, y decía más: los niños eran más perspicaces que los adultos, porque entendían cosas que estos ya no entenderían jamás. En todo caso, lo que ahora se llama inteligencia emocional, que es la fuente de la felicidad, necesita en la infancia de un alimento religioso, mágico. No de esta u otra religión, sino de una. Desde luego una que no conlleve el castigo del infierno. Eso me lo hicieron padecer, y me parece crueldad mental con agravante. Si cojo yo ahora al cura que durante tres días y tres noches nos estuvo hablando del infierno en unos ejercicios espirituales, no le dejó un hueso sano. Me parece más detestable que los perseguidos tocamientos que, eso sí, si encima vienen adobados con la amenaza del infierno... En fin. Tengo que decir que ningún cura me puso la mano encima, salvo para darme una bofetada, nada agradable por cierto, humillante más bien, pero que no me dejaron más secuela que la idea de que eso debería ser parecido al infierno. Debería ser para reforzar mi fe.

4) la sociedad evoluciona, y las religiones lo tiene que hacer. Sobre todo, deben admitir que los demás tienen derecho a no creer, o creer otra cosa. Esto es una conclusión práctica que saco de la observación de otras culturas. La religión puede ser una ayuda personal, una fuente de felicidad, pero si se impone desde el poder, puede ser más que agobiante. La gran ventaja del cristianismo es que hace tiempo rompió su dogmatismo tomista y ha aprendido a convivir con oras creencias y con los descubrimientos científicos. Gracias a Dios.

5) La religión debe ser una fuente de felicidad íntima y a la vez un firme basamento social. A lo mejor en la Edad Media tiene razón de ser la idea del infierno, pero espero que ya no, es más, lo creo, por lo que veo en las sociedades más o menos agnósticas, donde conviven creencias de todo tipo.

6) Estoy en contra del ateísmo agresivo, necio, que pretende tratar al hombre como un ser racional con infinita capacidad de conocimiento y certeza. Sobre todo si está dirigido a los niños.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

«Para ti soy un ateo; para Dios, la leal oposición», que diría Woody Allen. También estaría el que, como Buñuel, añadiría: «le doy gracias a Dios todos los días por hacerme ateo». A lo que se sumaría aquella personal y metódica tradición -si puede llamarse así- de el gran Jorge Luis Borges; la de rezar cada noche un Ave María y la de quitarse el sombrero al pasar frente una iglesia (en una entrevista fue preguntado por ello. El periodista le preguntó algo así como: «Usted, ¿es creyente?»; a lo que Borges contestó sin el menor atisbo de duda: «Ni mucho menos. Soy ateo, siempre lo he sido. Pero cada noche rezo, un Ave María. Así me lo enseñó mi madre de pequeño y así llevo haciéndolo desde entonces»).

El Catolicismo es sin duda la más personal de las religiones, la que imprime una huella más profunda en los corazones de aquellos que la rodean -aunque no lleguen a tomarla-. Puede que el autor no vaya del todo mal encaminado al intentar mostrar el porqué de tal idiosincrasia. Ciertamente la utilización de la culpabilidad, antes que del miedo y la amenaza, es un factor de control. Sin embargo, primero es necesario imprimir en los corazones aquello de "el temor de Dios"; es luego cuando se dan las herramientas para entenderlo y superarlo -muchos ya no llegan a esta nivel y guardan el rencor de solo haber sido enseñados en el primero-. Resuena Kierkegaard. La culpa, la angustia.

Pudiera parecer mentira, pero Joseph Ratzinger ha sido uno de los Papas más racionales, de los más «científicos». Ampliamente conocida es su frase, «La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana». Piedra angular del pensamiento Católico. La razón juega un papel fundamental. Así lo entendió Descartes, así lo entendió Leibniz, así lo entendió Pascal. Es en la síntesis de razón y fe donde florece y se da a luz el misterio.

Cierto es que la ética no tiene que ser religiosa. Ya Kierkegaard hablará del segundo estadio vital como el «estadio ético», solo superado por el tercero: el «estado religiodo»; al cual se accede solo, renunciando, sacrificándose, viviendo la angustia para así poder superarla y convertirse en un Abraham, un caballero de la fe. Quedarse en el segundo estadio era quedarse a medias.

«Si nos atrevemos a creer en la vida eterna, a vivir para la vida eterna, veremos cómo la vida se torna más rica, más grande, libre y dilatada».

Perdón por el tono «proselitista». No buscaba convencer a nadie; ¡qué digo! ¡A lo mejor solo buscaba convencerme a mí mismo! Muy interesantes las últimas entradas en temas de religión. Deberían estar en primera plana de debate, sin duda.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Sí ya, pero además, abusa de las citas. Pascal no era racionalista, al revés, era anti Descartes. Le odiaba. Si hay alguno que ha entendió el corazón humano es Pascal.
Pp. or lo que sospecho que todo lo demás que cita es falso o sacado e contexto. A mi no le la da. Conozco mis clásicos.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Y lo de Borges también es un abuso..

www.MiguelNavascues.com dijo...

Si yo cito a alguien, lo he leído. Profusamente. Íntimamente.

Anónimo dijo...

Le religión en (mi opinion) es una cosa ,el dogma es otra cosa y la estructura y praxis visible es otra otra.La prueba está en que no hay nadie que crea lo mismo que otro aunque sea del mismo dogma ni aunque sea integrado con la misma praxis en alguna de las estructuras.La religión/religiosidad es en mayor o menor medida innata e individual y dicha condición se trata de canalizar con mas o menos éxito en credos y asociaciones diversas
sea se trata de un instinto mas o menos y como tal se puede desarrollar individual y/O colectivamente en mayor o menor grado
Luis Ruiz

Anónimo dijo...

Por cierto el ateismo pienso que es otra religion,quizas el agnosticismo no lo sea.
En cuando a la moral pienso que es una actualizacion de pautas naturales que provienen de la evolucion de las estructuras sociales de los primates superiores de los cuales descendemos y su objetivo es la defensa y viabilidad de los grupos sociofamiliares que sustentan su perpetuacion.

Luis Ruiz

Herejes sin Fronteras dijo...

Me gusta mucho el tema, y me encanta aprender día a día de personas tan capacitadas como ustedes.

Yo no pienso ocultarlo porque no lo he hecho nunca; soy creyente, católico y comprometido con una parroquia de un pueblo de Madrid.

Un poco hereje, eso sí pero es que nadie es perfecto (mi mujer dice que eso y el hecho de ser del atleti son dos imperfecciones muy atractivas).

Yo cuando afronto la pregunta de la génesis del sentimiento religioso en el hombre, que es algo que todo ser humano con conciencia de si mismo como ser inteligente debería hacerse alguna vez (en mi modesta opinión)no hayo demasiadas respuestas.

Me gustó mucho la forma de afrontar ese asunto que tienen dos antropólogos del siglo XX (aunque uno or poco) Rudolf Otto y Mircea Elíade (Permítame que haga alguna cita aunque en este caso por lo menos son leídas hace tiempo y con mucho placer)
:
Otto defiende que el sentimiento religioso nace del encuentro del hombre con "lo numinoso", lo santo. Es decir un ser (personal o no ese no es el problema)superior trascensdente del ser humano y su condición.

Esas relaciones definidas por Elíade como hierofanías o experiencias religiosas (nada que ver con Enrique Iglesisa, por favor)que no siempre son explicables por un método científico.

Pero es que defienden estas hierofanías como fuente de conocimiento, e igual que no todo el mundo está capacitado para entender la Teoría de la Relatividad de Einstein, no todo el mundo las recibe igual e incluso hay quien las niega o quien ni siquiera las reconoce.

Y eso no es ni bueno ni malo porque efectivamente la Religión, no es la única fuente de la ética o la moral.

La Religión sería el intento (patético a veces, mejor en otras) de racionalizar, es decir hacer razonable y por lo tanto poder convivir con ello, esa relación entre Dios (llamémosle así por simplificar), y el hombre.

Lo que pasa es que la tentación de racionalizar a mi medida es muy amplia y como además ese "numen" no se caracteriza por ser especialmente en su política de comunicación pues tenemos el follón de las religiones creado.

Porque además, como tienen ese componente racional humano, son susceptibles (y mucho) de ser manipuladas para nuestros intereses propios y revestidas de pompa y circunstancia,.

Re conozco que como a Juan ramón la poesía a mi la Religión me gusta como ni mujer, desnuda sin ropajes que me distraigan de su inmensa belleza (estoy enamorado que le voy a hacer.

Por eso soy tan partidario de aquello que escribió Uta Ranke Heinemann (ya se que Roma la condeno por hereje pero ya quedamos en el principio que yo lo soy un poco también, espléndida teóloga del siglo XX, en su estupendo libro "No y Amen": "Nunca dejes que la religión insulte a tu inteligencia, si lo hace no es digna de ti"

Yyo eso lo llevo a rajatabla... lo que no siempre hace que me lleve bien con el cura de mi parroquia, pero tampoco es tan grave.

Gracias por hablar de estos temas en los que disfruto tanto.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Muy bien expresado Chafadjorras. Demuestra que no hay más remedio que tener dos visiones, una religiosa u otra laica. Y muy bueno eso de "no dejes que tu religión insulte a tu inteligencia". ¿Cómo te va a hacer feliz una religión si insulta a tu inteligencia?
Lo que más me gusta del Evangelio (cito de memoria) es eso de "seguidamente a mi, que mi yugo es suave y mi carga ligera". Si un a religión no te ofrece consuelo u alegría, sino tormento y ansiedad, ¿de qué te sirve?
En fin, muy bueno CHch