La respuesta alemana a la crítica del Tesoro EEUUnidense ha sido
Esto va contra la teoría neoclásica y contra el más elemental sentido común. Empecemos por el sentido común: si tu vendes a los demás más de lo que les compras, tendrás tarde o temprano un problema, llamado problema de cobro: estás acumulando créditos cada vez más difíciles de cobrar. Tu ahorro creciente es la otra cara de la moneda de la renta creciente de tus clientes. Llega un momento que dejan de comprarte. Entonces les das crédito para que sigan comprando. Pero su renta sigue cayendo, y el crédito se hace de cobro cada vez más dudoso.
Los clásicos tenían un modelo que explicaba como se reeqiilibraba los excedentes y los déficits de los países mediante el patrón oro y lo que Hume llamo el "species flow mechanism". Cuando un pais se ponían en deficit, perdía oro para pagar la diferencia entre sus ingresos y sus pagos. Al perder oro, la circulación de dinero se reducía, los precios caían y volvía a ser competitivo. El resto del mundo, mientras, recibía el oro, lo que aumentaba la circulación de dinero, aumentaban los precios y se reducía la competitividad.
Los movimientos de dinero y de nivel de precios internos y externos restablecía el equilibrio entre países.
El patrón oro funcionaba con tipos de cambio fijos. Cuando los cambios son flexibles, entonces el ajuste es vía devaluación del país deficitario, revaluación del país superávitario, y los ajustes internos que esto provoca: una caída de la demanda interna (aumento de la demanda interna del otro) un cambio en los precios relativos (sin que los precios internos hayan de cambiar).
En el primer sistema, tipos de cambio fijos, la salida y entrada de dinero desencadenaba el movimiento de precios internos de ambos países. En el seguro, de tipos de cambio libres, la salida y entrada de capitales desencadena la devaluación/revaluación de la paridad de monedas y eso a su vez el mecanismo interno de ajuste.
Pero ambos sistemas se basan en una lealtad recíproca. Los países deben dejar que el oro salga/ entre o bien que la divisa caiga/suba. Pero muchas veces los países no veían con buenos ojos la salida de oro, y la impedían por todos los medios para no contraer su dinero interno. A su vez, muchos países veían entrar el oro con agrado, pero esterilizaban como podían sus efectos sobre el dinero interno. En suma, al mecanismo se le echaba arena en los cojinetes. Algo similar pasa con los cambios flexibles: una devaluación es una causa de desgaste político muy seria. Una revaluación puede contraer la demanda exterior de las exportaciones.
Alemania, gracias al euro, tiene un superávit cada vez más grande. Este año ha llegado al 7% del PIB, y se espera que hasta 2015 se mantenga por encima del 6,5%. Una enormidad que está restringiendo las exportaciones a Alemania del resto del mundo.
¿Cómo lo consigue? Alemania tiene las dos palancas que le evitan tener que devaluar su moneda - está en el euro- y tiene un dominio no confeso sobre el BCE para que no expanda su dinero interno. El euro está en una cotización demasiado fuerte para España, Italia, etc, y demasiado débil para Alemania. Eso le ayuda a mantener cómodamente la competitividad de sus productos. Fernando a la vez sus costes internos. Si repentinamente saliera del euro, el marco se revaluaria en flecha, y eso acabaría con los mercados de las exportaciones alemanas durante una buena petroleras. Así su vez, eso abarataría sus importaciones, que serían compradas con gran placer por los alemanes.
Es decir, no es mérito de la economía alemana, sino de su poder para limitar los movimientos monetarios espontáneos, lo que impide que aumenten las importaciones de Alemania y reduzca sus exportaciones.
Pero, como hemos dicho, eso no es sostenible, porque si quiere mantener ese saldo exterior, tendrá que dar crédito a los países que le compran. China, por ejemplo, ha mantenido un gran saldo exterior positivo mediante una devaluación artificial del Remimbi, que ha mantenido comprando deuda americana sin tasa.
Sin embargo, Alemania esta atrapada en la trampa de que no quiere prestar a los países del sur del euro más que si es necesario para sostener el tinglado: es decir, un poquito. Lo justo para que el euro no se vaya al carajo. Por ejemplo, como explicábamos hace poco, con el saldo positivo que mantiene el Bundesbank respecto que los países del sur, que significa que ha concedido un plazo ilimitado para determinados pagos.
Este saldo positivo (que empezó a despuntar con la crisis y desde hace un años se va reduciendo, gracias a la relajación parcial del BCE), es una cantidad no contabilizada que le debemos a Alemania por pagos no realizados en el mercado interbancario europeo. Alemania no lo quiere cobrar porque así el euro no se ha derrumbado.
Esa es la trampa del euro que lleva a las demás: contracción monetaria, bloqueo financiero, excesiva contracción interna, paro... Como dice Martín Wolf:
Lo cual es más falso de lo aparente. Aparenta, y la gente tiende a verlo así, que cada país hace de su capa un sayo, y que si le sale del puro tener un superávit exterior cada vez más alto, tiene todo el derecho.The German federal finance ministry responded that its current account surplus was “no cause for concern, neither for Germany, nor for the eurozone, or the global economy”.
Esto va contra la teoría neoclásica y contra el más elemental sentido común. Empecemos por el sentido común: si tu vendes a los demás más de lo que les compras, tendrás tarde o temprano un problema, llamado problema de cobro: estás acumulando créditos cada vez más difíciles de cobrar. Tu ahorro creciente es la otra cara de la moneda de la renta creciente de tus clientes. Llega un momento que dejan de comprarte. Entonces les das crédito para que sigan comprando. Pero su renta sigue cayendo, y el crédito se hace de cobro cada vez más dudoso.
Los clásicos tenían un modelo que explicaba como se reeqiilibraba los excedentes y los déficits de los países mediante el patrón oro y lo que Hume llamo el "species flow mechanism". Cuando un pais se ponían en deficit, perdía oro para pagar la diferencia entre sus ingresos y sus pagos. Al perder oro, la circulación de dinero se reducía, los precios caían y volvía a ser competitivo. El resto del mundo, mientras, recibía el oro, lo que aumentaba la circulación de dinero, aumentaban los precios y se reducía la competitividad.
Los movimientos de dinero y de nivel de precios internos y externos restablecía el equilibrio entre países.
El patrón oro funcionaba con tipos de cambio fijos. Cuando los cambios son flexibles, entonces el ajuste es vía devaluación del país deficitario, revaluación del país superávitario, y los ajustes internos que esto provoca: una caída de la demanda interna (aumento de la demanda interna del otro) un cambio en los precios relativos (sin que los precios internos hayan de cambiar).
En el primer sistema, tipos de cambio fijos, la salida y entrada de dinero desencadenaba el movimiento de precios internos de ambos países. En el seguro, de tipos de cambio libres, la salida y entrada de capitales desencadena la devaluación/revaluación de la paridad de monedas y eso a su vez el mecanismo interno de ajuste.
Pero ambos sistemas se basan en una lealtad recíproca. Los países deben dejar que el oro salga/ entre o bien que la divisa caiga/suba. Pero muchas veces los países no veían con buenos ojos la salida de oro, y la impedían por todos los medios para no contraer su dinero interno. A su vez, muchos países veían entrar el oro con agrado, pero esterilizaban como podían sus efectos sobre el dinero interno. En suma, al mecanismo se le echaba arena en los cojinetes. Algo similar pasa con los cambios flexibles: una devaluación es una causa de desgaste político muy seria. Una revaluación puede contraer la demanda exterior de las exportaciones.
Alemania, gracias al euro, tiene un superávit cada vez más grande. Este año ha llegado al 7% del PIB, y se espera que hasta 2015 se mantenga por encima del 6,5%. Una enormidad que está restringiendo las exportaciones a Alemania del resto del mundo.
¿Cómo lo consigue? Alemania tiene las dos palancas que le evitan tener que devaluar su moneda - está en el euro- y tiene un dominio no confeso sobre el BCE para que no expanda su dinero interno. El euro está en una cotización demasiado fuerte para España, Italia, etc, y demasiado débil para Alemania. Eso le ayuda a mantener cómodamente la competitividad de sus productos. Fernando a la vez sus costes internos. Si repentinamente saliera del euro, el marco se revaluaria en flecha, y eso acabaría con los mercados de las exportaciones alemanas durante una buena petroleras. Así su vez, eso abarataría sus importaciones, que serían compradas con gran placer por los alemanes.
Es decir, no es mérito de la economía alemana, sino de su poder para limitar los movimientos monetarios espontáneos, lo que impide que aumenten las importaciones de Alemania y reduzca sus exportaciones.
Pero, como hemos dicho, eso no es sostenible, porque si quiere mantener ese saldo exterior, tendrá que dar crédito a los países que le compran. China, por ejemplo, ha mantenido un gran saldo exterior positivo mediante una devaluación artificial del Remimbi, que ha mantenido comprando deuda americana sin tasa.
Sin embargo, Alemania esta atrapada en la trampa de que no quiere prestar a los países del sur del euro más que si es necesario para sostener el tinglado: es decir, un poquito. Lo justo para que el euro no se vaya al carajo. Por ejemplo, como explicábamos hace poco, con el saldo positivo que mantiene el Bundesbank respecto que los países del sur, que significa que ha concedido un plazo ilimitado para determinados pagos.
Este saldo positivo (que empezó a despuntar con la crisis y desde hace un años se va reduciendo, gracias a la relajación parcial del BCE), es una cantidad no contabilizada que le debemos a Alemania por pagos no realizados en el mercado interbancario europeo. Alemania no lo quiere cobrar porque así el euro no se ha derrumbado.
Esa es la trampa del euro que lleva a las demás: contracción monetaria, bloqueo financiero, excesiva contracción interna, paro... Como dice Martín Wolf:
Nadie impide que Alemania reduzca sus costes internos lo que desee y soporten los alemanes. Lo que no es cierto es que esa es la causa de su excedente exterior. Alemania está practicando el mercantilismo, como hemos dicho muchas veces: crecer destrozando al vecino. Si está en una unión monetaria, que permítan que la emisión del BCE sea la óptima para todos, y que el euro se devalue. Sí eso le plantea problemas de inflación, que se salga del euro.So what, in brief, is happening? The answers are: creeping onset of deflation; mass joblessness; thwarted internal rebalancing and over-reliance on external demand. Yet all this is regarded as acceptable, desirable, even moral – indeed, a success. Why? The explanation is myths: the crisis was due to fiscal malfeasance instead of to irresponsible cross-border credit flows; fiscal policy has no role in managing demand; central bank purchases of government bonds are a step towards hyperinflation; and competitiveness determines external surpluses, not the balance between supply and insufficient demand.
2 comentarios:
Una pequeña obra maestra de moralidad farisaica germánica y memoria selectiva
http://www.spiegel.de/international/business/complaints-about-export-surplus-of-germany-unfounded-a-931607.html
"Countries like Greece, Italy and Spain have only themselves to blame for their troubles because they spent years living beyond their means and at the expense of their own competitiveness". El puto BCE, que mantuvo tipos negativos en España durante años para estimular la demanda en Alemania, y el euro no tuvieron nada que ver con esto. Encima de todo nos insultan, los morenitos del sur tienen la culpa, son unos inútiles, nosotros SIEMPRE tenemos razón. Se me acaba de ocurrir que esto solo lo arreglan, como siempre, los anglosajones; los británicos ya sufren los efectos del "permaslump" (como dice A. Evans-Pritchard) impuesto a la Eurozona por Merkel y los gobiernos cipayos como este, los americanos ven como de facto Alemania se ha convertido en un aliado de Rusia, su suministrador vital de gas e inmenso mercado de productos de lujo para sus nuevos ricos, dejando plantada a Francia en Libia, en Mali y en la abortada operación de Siria (y todavía se escandaliza de que la espíen). Si los americanos no sacan a los europeos a collejas de su letargo, nadie lo hará.
Gracias por el link. Muy interesante.
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