Los sabios dicen que en breve estaremos saliendo de la crisis, aunque que a veces les entra el vértigo y dicen que "queda mucho por hacer". Bruselas nos sigue marcando el paso, y ha dicho que el país que más le preocupa es España, por su deuda pública y privada. Sobre esto hablé anteayer aquí. Ahí veíamos que, pese a las loas sin pudor, y pese al aumento de las exportaciones, la deuda pública y privada exterior siguen aumentando.
Hoy voy a ver dónde y cómo han recaído los ajustes entre consumidores y empresas. En el primer par de gráficos, represento la remuneración de los asalariados y el consumo, en niveles arriba y en tasas anuales debajo.
La remuneración de los asalariados ha recibido la peor parte del ajuste, y todavía estaba cayendo a mediados de año al -5% anual. Esto es debido tanto a la caída del salario como de la del empleo. Esta caída, obviamente, ha aumentado el peso de la deuda de las familia sobre su renta disponible. El ajuste salarial por otra parte, no parece haber sido muy decisivo para frenar la caída del empleo.
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,así salarial y consumo |
Por su parte, las empresas han conseguido, gracias a esa caída del coste salarial total, mantener a flote su excedente de explotación, aunque eso no ha impedido el desplome de la inversión total. En los dos gráficos siguientes, vemos el excedente de explotación y la inversión, en nivel y tasas anuales. Los márgenes de explotación se han mantenido, incluso han aumentado ligeramente, sobre los niveles anteriores a la crisis. En cambio, la inversión se ha deplomado, y todavía está cayendo al 8% anual.
Excedente empresarial e inversión |
Veamos ahora como esa caída de la inversión se ha distribuido por sectores. Ésta ha sido la política de ajuste recomendada por Europa y por el gobierno, aunque creo que es totalmente inerme si no se ve acompañada de una política financiera que acelere los transvases de recursos de la construcción a la resto de la economía.
Un ajuste menos doloroso hubiera facilitado el transvase de recursos de los sectores que necesariamente tenían que contraerse -construcción- hacia los sectores más productivos. Eso hubiera amortiguado la caída del empleo. En los gráficos siguientes se ve que la contracciones e la inversión en construcción ha sido evidentemente intensa y prolongada, pero que la caída de la inversión en los demás sectores sigue produciéndose, aunque a un menor ritmo de caída.
La conexión que hubiera facilitado una transición más rápida de unos sectores a otros reside en el sector financiero y su crédito. La pésima política del BCE, la fragilidad de la banca, la contracción del crédito, y la pero política de rescate bancario, ha impedido que esa transición fuera rápida. Al revés, no parece haberse iniciado más que recientemente y con gran timidez. Una política de rescate bancario eficaz y potente hubiera debido evitar ese atasco.
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Inversión total y en construcción |
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Deuda total sectorizada. 2012 -2013 II |
Con el crecimiento de las exportaciones no es suficiente ni para reducir estas deudas en breve plazo ni para compensar la inversión productiva perdida.
En suma, el proceso de ajuste sectorial (de baja a alta productividad) se ha realizado escasa y toscamemte, por culpa de un sector financiero gripado (cuyo rescate se ha atacado con gran timidez), que impide que el proceso de reducción de deudas funcione. La política sólo de oferta (y muy tímida y sometida a los grupos de presión) del gobierno no es ni suficiente ni necesaria para el proceso de develeraging. Esto, en cambio, es necesario para recuperar renta capaz de afrontar el pago de las deudas. Pero con los tipos de interés interno prohibitivos (que indican una barrera entre los tipos de interés del BCE y los de la banca española), y una inflación tan baja que no recorta deuda y eleva el interés real, el espeso de la deuda seguirá siendo un obstáculo para recuperar plenamente la economía.
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