La única salida que tenían era formar un gobierno serio, que diera confianza a los inversores extranjeros y nacionales, estos escamados con el robo de sus ahorros por el bandolero que les gobierna y por la quita de deuda pública.
Pero tuvieron la "mala suerte" de que la crisis de 2008 supuso una afluencia de capitales desde los países quebrados, y de aquí una buena parte de la política expansiva del la FED y otros bancos se filtró hacia los emergentes. Algunos emergentes administraron esa marea de dinero con prudencia. Argentina no. Argentina y la señora Kichner siguieron haciendo desafueros cada vez más absurdos, interviniendo en todo lo que le podía restar poder, como la manipulación del IPC, o multar a toda empresa que se atreviera a publicar datos por cuenta propia, y nacionalizar gratis a mansalva, sean empresas o sean fondos de inversión, como cuando se apropió de los fondos de pensiones privados.
Cuando empieza el gobierno a meterse en ese terreno, ya no puede si no acelerar. Lo primero que empieza a señalar la falta de confianza es el mercado de divisas. El peso empezó a sufrir presiones devaluatoria, pero el gobierno se empeñó en defenderlo con sus escasas reservas, que empezaron a bajar... Y por ende a lanzar un mensaje de que tarde o temprano, el peso iba a sufrir una fuerte correción.
La gente, buscando protección para sus ahorros, empezó a comprar dólares, pese a que el impuesto sobre esta operación fue subido del 20% al 31%, un verdadero robo. Pese a ello, el peso argentino se devaluó un 30% la semana pasada. Y eso que saben de la alta probabilidad de que les secuestren sus ahorros una vez más. Pero es que no tienen otra salida. Si se quedan en pesos saben que van a sufrir un empobrecimiento brutal.
Lo más sorprendente es que Kichner sigue sosteniendose en las encuestas. Es decir, que está señora (¿? ) sigue siendo muy estimada y no sólo en su casa. Lo cual denota una adición popular de los argentinos por see gobernados por chorizos que les meten la mano en los bolsillos. La única explicación es que hay grupos de presión muy fuertes que controlan la opinión pública y que todos, más o menos, espera atrapar una prebenda de las muchas que da el gobierno.
Otra cosa que me sorprende a mi es el aguante de las empresas extranjeras, que ya han sido esquilmadas y lo serán de nuevo indefectiblemente. Deben tener algún poder de negociación, una salida preparada, para que la movida no se lleve todas la ganancias. Lo malo es que una de esas salidas la pagamos nosotros. Nuestra flota imperial de la marca España nos cuesta un Potosí a los de a pie, supongo que a alguien beneficiará. Es decir, alguna coima caerá en la caja de partido del gobierno, ese sí, a cambio de una buen tajada de dinero público para que no merme la "marca España", que no es más que un truco más para succionar dinero de los impuestos hacia una pandilla de roba peras.
En definitiva, Argentina no es un mundo aparte. Es un pionero del mal gobierno, de la corrupción, etc. Nosotros nos vamos acercando poco a poco. Es un caso de décadas de latrocinio del gobierno contra sus ciudadanos, que parecen no quisieren salir de esa dulce y para algunos rentable corrupción.
La devaluación del peso ha tenido ya una fuerte repercusión en el mercado español. Dicen que por las empresas españolas allí residenciadas, pero hay signos de que hay un contagio financiero generalizado. Veremos lo que pasa hoy.
Hace años predije la argentinización de España. La verdad es que fue un bluff. Los motivos eran nimios, aunque apuntaban ya a un creciente poder del populismo callejero sobre la democracia. Sin embargo, no fui capaz de intuir que las cosas iban a ir mucho peor. El caso es que ahora España se está deshaciendo en manos de grupos de presión con intereses muy opuestos, y por otra parte no tiene el problema de una divisa que se hunde. Aunque sí puede volver a la falta de confianza, como en 2010-12, cuando los impagos del banco de España frente al Bundesbank llegaron a 450 mil millones de €, un 44% del PIB -lo que no deja de ser una expresión perfecta de una devaluación sin movimiento de la divisa: aumentando la deuda.
En el FT de hoy,
Martín Redrado, governor of Argentina’s central bank until 2010, said the latest measures would do little to ease pressure on the exchange rate. “In my view, this doesn’t solve the problem,” he said. “The time of reckoning for all the policy mistakes of the past few years has arrived.”
He said Argentina’s problem derived from a worsening mismatch between money in circulation and foreign currency reserves. “When I left the central bank we had $50bn in reserves and the ratio of reserves to the monetary base was one to four. Now the relation is one to 13. What is behind this is excess public spending and the monetary financing by the central bank of an increasing fiscal deficit.”
1 comentario:
David Goldman pone la crisis argentina en su contexto:
http://www.atimes.com/atimes/Global_Economy/GECON-01-270114.html
Dicho en la feliz expresión de Victor Hernán (cuanto hecho de menos sus comentarios, por cierto), esta es la crisis de los "inútiles con derechos".
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