"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 9 de febrero de 2014

A vueltas con la competitividad. Dispensadores de veneno

La versión oficial europea de la crisis de los periféricos es que es un problema de competitividad (Trichet, Draghi. Especialmente jugoso el texto de Trichet, que explica muchas cosas). Paises como España empezaron a tener déficits exteriores crecientes porque hubo un aumento salarial más allá de la productividad, lo que alentó las importaciones y desalentó las exportaciones. El bache comercial creciente fue la causa de las necesidades financieras externas crecientes. España destacaría en esto, pues su déficit llegó a ser del 10% del PIB.

En Sanchez y Varoudakis, vemos que la cadena de causalidades más probable es justo la contraria: son las fluctuaciones financieras las que causaron un boom en los países periféricos que llevaron a demanda más allá de la oferta interna. No son los cambios en la competitividad relativa la que causa la crisis, sino los movimientos financieros que causan desequilibrios macroeconómicos.

The Eurozone sovereign debt crisis, triggered by the 2008–09 global financial crisis, exposed macroeconomic imbalances in member countries that had accrued gradually following the advent of the euro in 1999. The growing current-account deficits in the Eurozone periphery and surpluses in the core were a main symptom of these imbalances (Figure 1).1 These patterns of intra-Eurozone current-account imbalances led to the accumulation of large external debts in the Eurozone periphery, matched by growing claims held by commercial banks in the core.

En la imagen, el saldo exterior del núcleo duro del euro y de la periferia.

En la siguiente imagen, pueden ver (abajo a la izda y derecha) que la competitividad poco ha podido influir, pero m cambio si lo ha podido hacer las variaciones de inversión menos ahorro (arriba, izda y dcha), incluidas a su vez por las facilidades drediticias advenidas con el euro.

Es exactamente el mismo tema que ayer comentábamos sobre el artículo de Barba. Nos enfrentamos a dos interpretaciones dispares: la oficial -la recesión en España es un problema de competitividad- o la mayoritaria entre economistas anglosajones -ha habido un boom y una crisis financiera con secuelas de deuda y de demanda prolongados. Obsérvese que ambas no son incompatibles (la caída de la competitividad puede ser causada de un exceso de demanda interna): lo que es incompatible es el orden de prioridades:

O la causa original son los excesos financieros, o son los factores reales de precios relativos internos externos. La segunda teoría lleva a pregonar la devaluación interna junto con el austerismo, para reducir al dependencia financiera exterior.

Por lo tanto, la política emprendida y proseguida por la UE de correción de la competitividad mediante la devaluación interna, ha sido un error catastrófico de consecuencias todavía imprevisibles. Primero, porque intentar reponer la competitividad en todos los países a la vez es un blanco móvil. Segundo, porque agudiza la caída de la demanda interna y externa, lo que debilita a todos. Tercero, porque impide que la recuperación del PIB reduzca la ratio deuda/PIB lo prolonga indefinidamente la crisis.

En realidad, si la crisis ha durado más de cinco años, mucho más que en otros países, no es porque que haya sido inevitable, sino porque la medicina aplicada ha sido un veneno, como predijeron que sería Krugman y otros.

Los diseñadores de veneno son los seudo médicos de nata blanca, que han aprendido medicina en una escuela de brujería. Lo malo es que nuestros economistas son simples seguidores paniaguados de estos "maestros". No sólo eso: Nuestras instituciones más fuertes, como el Banco de España, están dominadas por estos "periféricos" epígonos dispensadores de la nada.

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