"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 1 de enero de 2015

Candado 168

Ayer, en El Mundo, Joaquín Leguina ofrecía un excelente artículo en defensa de la Constitución, contra los que quieren romperla en mil pedazos.

No me cabe duda de que Joaquín Leguina es un talento desperdiciado en el PSOE y, por ende, para España. En este artículo lo demuestra. Si el PSOE no lo hubiera arrinconado en Madrid (seguramente por miedo a su talento), hubiera podido rendir grandes servicios. Es una persona brillante además de preparada, algo que escasea en estos días de exuberancia de la estulticia analfabeta. Como él, muchos otros han tenido que retirarse a la vida privada a ver pasar la procesión esde la grada, triste espectáculo.

En el artículo Leguina se erige defensor de lo que se llama "Candado" de la Constitución.

¿Qué es el candado? Se refiere al artículo 168 de la Carta Magna, que describe el procedimiento para cambiar algunos artículos fundamentales, procedimiento muy exigente, como lo explica Leguina:

1. Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, al Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II, se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara y a la disolución inmediata de las Cortes.

2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación.

Es a este artículo al que motejan de «candado» los populismos felizmente reinantes en España, ya sean nacionalistas ya sean izquierdistas. También andan en este baile algunos denominados socialistas, como los del PSC.

Y cuales son esos contenidos tan delicados que protege el candado?

"Pues, en primer lugar, los derechos y libertades de los españoles que nadie puede arrebatarnos mediante una mayoría coyuntural en el Parlamento. Por ejemplo, se garantiza «la dignidad de las personas y los derechos inviolables (Art. 10)». «Los españoles son iguales ante la ley (art. 14 ), que también prohíbe discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal. El art. 15, que prohíbe la tortura y la pena de muerte. O el 16, que protege la libertad ideológica y religiosa. En fin, que allí, protegidos por ese «candado», están nuestros derechos, los de la Declaración Universal del Derechos Humanos y otros muchos. Derechos que nadie en su sano juicio dejaría al albur de la coyuntura política. Por eso el «candado» está muy bien puesto y en su sitio. Quiere evitar que en algún arrebato extremista (de derechas o de izquierdas) se nos arrebaten esos derechos. Quien quiera hacerlo, saltándose el artículo 168, tendrá que recurrir a la fuerza, es decir, a un golpe de Estado.

Pero la imaginación de los leguleyos al servicio de la causa «reformista» ha inventado que el «candado» en realidad no existe, pues el artículo 168 podría eliminarse con una simple votación mayoritaria en el Parlamento. Lo que proponen es un flagrante fraude de ley, pero qué importa cuando lo que pretenden es, simplemente, dañarnos haciendo trampas en el juego.

Claro que ese «candado» guarda algo más que lo ya dicho. Son asuntos con los cuales, a juicio de quien esto escribe, tampoco se debe jugar. A saber:

«La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado» y «la forma política del estado español es la Monarquía parlamentaria». También: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles» (Título Preliminar). En ese mismo Título Preliminar se lee: «El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla». También está allí el «temible» artículo 8: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional». ¿Pero es que existe algún Ejército en el mundo democrático que no esté para esto?

Estoy totalmente de acuerdo con Leguina. No sabía que existía esa trampilla, que el 168 -el mismo candado- se puede eliminar por mayoría simple, lo cual da pánico. Porque ya sabemos que Pablo Iglesias es seguidor admirativo de Cháves, que se instaló en el poder para siempre y nombro sucesor gracias a sucesivos cambios constitucionales. Estoy seguro que si Podemos llega al gobierno lo intentará. Que no me digan los ingenuos que estos chicos se están amoldando deprisa a las formas vigentes: lo llevan en los genes, como el escorpión que pica a la ranita aunque le suponga ahogarse.

Lo malo es que hay muchos voluntarios en el PSOE a favor de pactar con Podemos. Sería un suicido, y una catástrofe para los demás, pero qué le vamos a hacer, estamos dominados por sueños utópicos que nos hacen creer que nuestros problemas son causados por la Constitución. Tampoco esos problemas se deben a la corrupción, upy no es casual que los que lo dicen son los que quiern derribar el candado.

A eso Leguina responde:

"En otras palabras, si se quiere tocar la parte donde se define el Estado y están escritos nuestros derechos, el «reformador» tendrá que contar con el voto de los españoles en referéndum y conviene saber que somos muchos quienes no estamos dispuestos a ceder sin más. Vamos a defender nuestros derechos con uñas y dientes.

En fin, ni uno sólo de los problemas económicos y sociales que golpean hoy a los españoles tiene nada que ver con el texto constitucional. Y su solución tampoco. Enmiendas sí, pero «reformar» la Constitución o empezar de cero sería un despropósito que sólo traería consigo confusión y división. Esa división que con tanto esmero y dedicación cultivan los separatistas."

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