Una herencia rajoyana: el cuento de la lechera

A finales de este año habrá elecciones generales, después de las extrañas elecciones catalanas, de las que ni se sabe si saldrá un gato rabioso o un corderito tembloroso.

El gobierno, aparte de dejar que se envenene el problema catalán, en economía está haciendo una serie de gestos electorales, como los presupuestos de 2016, en los que promete bajar impuestos y aumentar gastos insostenibles a largo plazo, como las pensiones. Probablemente, como dice Roberto Centeno en el Confidencial, el déficit y la deuda se le irán de las manos, aunque crezcamos, como dicen que haremos, un 3% este año y el que viene. Ya para empezar, debería ser más peine unte en la estimación del PIB del 2016.

Hasta ahora este crecimiento ha reducido el paro. Pero a base de contratos cad vez mas cicatería. Si sumamos a las cifras oficiales de paro las de los empleados a tiempo parcial por razones no voluntarias (es decir, están parados, aunque no figuren en los datos oficiales), obtenemos la siguiente tasa de paro (barras verdes) frente a la tasa de paro oficial (azul).

Esto no es un capricho, en EEUU lo hacen continuamente, para medir el grado de malestar oculto que hay tras la cifra oficial. Si allí la tasa de paro es del 5%, la que agrega a los parciales involuntarios llega al 10%. En España. Como hemos, la tasa real es 10 pp mas alta, y sobrepasa el 30%. Es una cifra que se adecua mas a la realidad.

A eso he de añadir el gráfico de El País, en el que vemos que si bien el paro ha bajado en el total, el de larga duración ha aumentado.

... Otra herencia de Rajoy es la deuda. La deuda pública del estado se ha multiplicado por tres desde que empezó la crisis, pero la de las CCAA lo ha hecho por cuatro. Ahora el estado quiere limitar mas la deuda de las CCAA, lo que será difícil cuando él mismo estå proyectando incumplir objetivos. (Obsérvese que la deuda que cuadra con los demás sectores es un 35% mayor que la oficial, debido a los afeites que permite el Protocolo de Burselas.)

Según ROBERTO CENTENO, los presupuestos de 2016 son una pura entelequia. Por lo que es de esperar que el déficit y la deuda sean mayores que lo que se prevé.
 

"Para empezar nada mejor que analizar el grado de cumplimiento de los PGE 2015, mucho menos fantasiosos que los actuales, y elaborados en tiempo y forma, y no en 20 días como los actuales.

Los ingresos por cotizaciones sociales se preveía que crecieran al 7%, y lo están haciendo al 1,3% en lo que va de año; la recaudación tributaria debería crecer al 5,4%, y está creciendo al 3,6%. Sólo gracias a la reducción de las prestaciones por desempleo, donde están dejando a cientos de miles de personas tiradas en la cuneta (500.000 más previstas para 2015) en la más absoluta desesperación (algo que a Rajoy y su banda les importa un pimiento) y a los menores intereses pagados gracias al BCE, el déficit no se ha ido a las estrellas. Aunque sí será con toda seguridad superior al de 2014, tanto por los descuadres entre ingresos y gastos de la Seguridad Social, que llevarán el déficit al 1,5% frente al 0,6 % presupuestado, como por las CCAA, de las que 11 de 17 no cumplirán ni de lejos los objetivos previstos, sino que los doblarán o los multiplicarán por tres."